Opinión
IDEAS

El virus del socialismo

Creo que el mundo que estamos viviendo ante el ataque del coronavirus pone más de manifiesto la sabiduría del pensamiento de Protágoras que reconoció: "El hombre es la medida de todas las cosas, de las que son que son y de las que no son''.

Como he destacado en anteriores oportunidades, William Bernstein en su The Birth of Plenty nos advirtió que el mundo hasta hace unos 200 años vivía como vivía Jesucristo. Fue durante siglos, el hombre quien competía con la naturaleza en la decisión de la muerte del hombre a través de la guerra y el despotismo monárquico con la Iglesia y la Inquisición incluida.

Hoy la guerra ha prácticamente desaparecido en función del hecho predicho por Juan Bautista Alberdi: ``La guerras serán más raras en la medida que la responsabilidad por sus efectos se haga sentir en todos los que las promueven y las incitan''. Esto ha ocurrido a partir de la aparición de las armas nucleares, que como reconoció Juan Pablo II: ``No son bélicas sino disuasorias''. Evidentemente ese fue el factor que determinara que la llamada Guerra Fría permaneciese fría.

Durante el siglo XX el hombre logró corregir varios elementos de la naturaleza que determinaban la muerte del hombre. Tal fue el caso de la curación de las infecciones gracias a la llegada de la penicilina en 1945. As¡ fue el caso de la cura de otras enfermedades como la tuberculosis que en 1940 determinara la muerte del autor del famoso bolero Nosotros. Me voy a permitir recordar un hecho que me compete: en 1956 me agarró el tifus pero un año antes se había descubierto la cloromicetina que baja la fiebre y aquí estoy.

Hay otro factor que muestra mi ignorancia. ¿Cuál es la raz¢n de ser de la política que determina la obligación de no salir de las casas? Que yo sepa no se sabe como surgió el primer virus que atacara al primer enfermo. Hoy toda la política seguida parece basarse en que el virus se obtiene por contagio. ¿Y cómo surgió el primer contaminado que no lo registró por contagio?

Me parece pues que la única política satisfactoria al respecto provendría del hallazgo de una penicilina anticoronavirus y no de que la gente se quede en su casa. Hasta la fecha sólo parece que es la China la que ha encontrado esa vacuna.

Si bien no se pueden valorar aún las consecuencias de la aparición del coronavirus en el mundo y las muertes causadas por él, todo parece indicar que esta problemática universal ha producido un realineamiento colectivo entre los países. Es decir, pareciera que la maldad de este virus parece estar teniendo un efecto favorable en las relaciones internacionales.

Voy a pasar entonces al virus del socialismo que no determina muertes sino pobreza. Esa es la falacia que entraña la búsqueda de la igualdad económica que no la logra sino mantiene la desigualdad a favor de los que la reparten. O sea, ella determina el aumento del gasto público que determina una caída en la tasa de crecimiento económico como está ocurriendo hoy en Europa. Y aun Estados Unidos está  amenazado por el socialismo en nombre del Partido Demócrata con Sanders a la cabeza.

Recordemos nuevamente a Alberdi cuando escribió: ``Hasta aquí el peor enemigo de la riqueza del país es la riqueza del fisco''. Y por supuesto descalificó al socialismo como hipócrita y atacante del uso y disponibilidad de la propiedad. En fin, esperemos que en nombre de Protágoras se superen los virus pendientes.