Suplemento Económico

El sector porcino necesita crédito para ir tras la aventura china

La demanda del gigante asiático crece, pero aquí la presión fiscal destruye cualquier iniciativa privada.

Por un hecho fortuito el sector productor porcino enfrenta un incremento abrupto de la demanda para exportación. Una enfermedad infectocontagiosa se ensañó con los cerdos en China; millones de animales debieron ser sacrificados. El gobierno chino salió a comprar comida.

Ahora bien, la oferta de carne de cerdo venía subiendo a un ritmo del 10% anual (a buen ritmo) y aún así no podía satisfacer en su totalidad la demanda interna.

Funcionarios contactaron a referentes de productores porcinos para saber qué hace falta si queremos aumentar abruptamente la oferta y poder satisfacer las necesidades de China. La respuesta de los productores fue "necesitamos a) créditos del estado, b) que bajen la presión fiscal".

En realidad para aumentar la producción necesitan capital para invertir (inversiones), sea del estado o no, sea en forma de crédito o no. El dinero para inversiones, cualquiera sea la inversión, cualquiera sea la actividad, proviene de la reinversión de las ganancias, de la inversión de capital nuevo de los mismos productores o accionistas (la mismas personas traen plata de afuera de la empresa para agregarla al negocio), asociarse con nuevos accionistas que aporten capital, o establecer nuevas empresas en la actividad. Todas éstas son opciones de capital propio (sin tomar crédito).

El crecimiento de 10% se dio en base a reinversión del negocio. Es el límite que tienen de crecimiento con la actual rentabilidad. Nadie de afuera pone un peso porque es enterrar dinero para que todo se lo lleve el Estado con una AFIP voraz, criminal y persecutoria nivel Gestapo, y rentas provinciales que replican su accionar (Gestapitas).

IMPUESTOS

Sólo queda endeudarse. Deuda privada es imposible porque en la Argentina no hay bancos sino licenciatarias del gobierno (como las agencias de lotería) quienes toman dinero del público para dárselo al Estado. La única fuente de financiación remanente es el propio Estado.

El segundo punto es el fiscal. Esto quiere decir que el peso del fisco es tan alto que inhibe el crecimiento. Para aumentar las exportaciones de carne de cerdo se necesitan más madres y más frigoríficos porque los actuales trabajan a pleno. Ambos eslabones de la cadena exigen capital. Poner nuevos frigoríficos se explica por sí solo.

Crianza: para criar más chanchos se requiere retener vientres (caída de ventas que exigen mayor necesidades de fondos), comprar más forraje, tener más personal, más servicios veterinarios, vacunas, pagar más electricidad, todos estos insumos aumentan las necesidades fondos o capital de trabajo. Además hay que construir nuevos galpones donde tienen a los pobres cerdos en averiguación de antecedentes (inversión en activos), comprar abrevaderos, comederos, corralitos, mezcladoras de forraje (inversión).

A lo que hay que agregar el IVA de estas mayores compras que con suerte se recuperará al momento de la venta, meses más tarde. Con una tasa de interés de 80% anual, 20% trimestral, si el tiempo entre la compra de un insumo y la cobranza de una venta es de tres meses, el costo de pagar IVA por adelantado es de 21% x 20% = 4% adicional. Así que tengo en cada nivel 21% IVA + 4% costo financiero IVA + 5% IIBB + 1,2% impuesto al cheque = 31,2% de dinero que adelanto al fisco para poder producir.

Y como ya se ha tratado en esta columna, el bebedero tiene 1,2% de impuesto al cheque y 5% de impuesto a los ingresos brutos. Y el flete desde la fábrica al campo paga combustibles donde el 55% son impuestos. En realidad el principal insumo de la pobre chancha no es ni el forraje, ni el agua, ni el corralito. El principal insumo son los impuestos.

Volvemos al mismo análisis. Nadie en su sano juicio entierra su dinero acá para que venga el Estado y se quede con la totalidad de la ganancia. Es así como siempre se nos pasan los trenes. El mundo le da oportunidades a la Argentina todas las horas de todos los días. Pero el único interés de los gobernantes argentinos es apropiarse de la mayor cantidad de dinero del Estado y darle negocios a sus amigos o a sí mismos.

LO QUE VIENE

¿Cómo va a terminar esto? Escenarios:

A) El gobierno chino conmina a los ineptos del gobierno a que se muevan y faciliten la proliferación de criaderos y la construcción de frigoríficos a como dé lugar.

B) Hartos de los ineptos, los chinos decidan producir los cerdos en la Argentina y construir frigoríficos acá para su propia faena. Nos sacaría a nosotros de nuestro propio negocio en nuestro territorio. Serían enclaves chinos en Argentina (con las normas zoosanitarias chinas cuya efectividad en aves y cerdos conocemos). Sería un error geopolítico garrafal como lo fue no comprar Nidera, una cerealera con patentes y puertos en todo el mundo (*).

C) El presidente se autootorga un crédito del Banco Nación para una empresa propia de crianza de cerdos con matadero integrado y se quede él con el negocio.

D) Ante las dificultades locales los chinos eligen a Uruguay y Paraguay para suplementar la oferta de Brasil, gran exportador mundial.

E) Disminuye el abastecimiento de la demanda interna para satisfacer la exportación.

INVERSION

En realidad los productores no necesitan de los gobernantes, ineptos o no. Sólo necesitan que los dejen tranquilos. Necesitan no pagar impuestos antes de empezar a trabajar o al comprar insumos (de inversión o forraje). El Estado debe cobrar los impuestos al momento de la cobranza de la venta y a fin de año cuando se liquidan las ganancias.

Sacar los impuestos de los insumos bajaría la cantidad de dinero necesario para hacer la inversión (salen más baratos los edificios, los implementos, la electricidad y el forraje). Con menos plata se invierte en más bienes. Al bajar los costos aumentarían las ganancias lo que permite mayor reinversión.

Una situación excepcional, que augura precios sostenidos hasta que la oferta abastezca la nueva demanda, podría atraer inversores argentinos que ahora tienen dinero en el exterior a 3% anual o en billetes en una caja de seguridad con un rendimiento del 0%.

Esto a los funcionarios no les interesa. Prefieren cobrar impuestos y luego dar créditos del Banco Nación porque les permite exigir aportes para la campaña, apoyo de las cámaras durante las elecciones o directamente sobornos. Actualmente, como describió en La Prensa el experto en cadenas de producción alimentaria, Marcelo Posada, el 20% de la producción proveniente de pequeños productores se maneja en negro ("Porcinos" *).

Artículo 14 de la Constitución Nacional: "Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio; a saber: de trabajar y ejercer toda industria lícita; comerciar; de usar y disponer de su propiedad; de asociarse con fines útiles;...".

La presión fiscal jamás debería ser tal que convierta un negocio lícito rentable en no rentable. Un impuesto que golpea debajo de la línea de flotación es nulo por violar el derecho más elemental: el de ganarse la vida con el trabajo propio.

Así como se impide aprovechar un negocio llovido del cielo (exportación de carne porcina), se inhibe la generación de riqueza día a día y en todas las actividades.

Estas cuentas que hacemos para convertir maíz y soja en carne de cerdo son válidas para convertir aluminio en aberturas o madera en tablones de Misiones en viviendas. La Argentina no exporta productos elaborados porque cada eslabón de producción implica una nueva capa de impuestos. A menos elaboración, menos fletes y menos impuestos.

Esta aberración la producen los políticos. Los que en estos meses nos sonreirán desde carteles en la calle. Los que se ocupan de banalidades y se reúnen en restaurantes para festejar que mordieron un lugar en alguna lista (ver festejos de Solanas y Donda o de Pichetto), mientras los productores agropecuarios siembran con semilla adeudada, los comercios de la capital cierran a razón de cinco por cuadra, y los talleres e industrias adeudan cargas sociales y pagan los sueldos en cuotas o suspenden personal.

(*) El Estado le quitó a los productores 15 Nideras y le puso un salvavidas de plomo

(*) http://www.laprensa.com.ar/467796-Porcinos.note.aspx