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El casco salva vidas

Cada 22 de julio se conmemora el Día Mundial del Cerebro, una fecha impulsada por la Federación Mundial de Neurología para generar conciencia sobre la salud cerebral. En Argentina, los accidentes de tránsito en moto sin casco representan una de las causas más evitables de lesiones graves.

Según la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), el 41% de las muertes por siniestros viales corresponde a motociclistas. De ese total, el 65% está asociado a traumatismos craneoencefálicos graves, una estadística alarmante que podría reducirse notablemente con el uso correcto de cascos homologados y bien ajustados.

Al respecto, el múltiple campeón de motociclismo y embajador de Seguridad Vial de ATM Seguros, Sebastián Porto, afirma: “La mayoría de los accidentes fatales no ocurren en rutas ni a alta velocidad, sino a pocas cuadras de casa. Subirse a una moto sin casco, incluso por trayectos cortos, es un error que puede cambiar una vida en segundos.

“Yo recorrí cientos de kilómetros en moto, y si hay algo que aprendí es que ningún viaje es demasiado corto cuando se trata de proteger tu cabeza”, detalla el deportista.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que un casco bien colocado puede reducir el riesgo de muerte en un 70% y el de sufrir lesiones graves en un 40%. Sin embargo, 1 de cada 3 motociclistas admite usarlo solo ante controles policiales o en avenidas, lo que revela una preocupante cultura del “uso condicionado”, más que una conciencia real de seguridad.

Además del mal uso, preocupa el aumento de cascos no homologados, vendidos en ferias o comercios informales, que no cumplen con normas básicas de protección. Por eso, ATM Seguros recuerda que deben contar con la certificación y homologación del fabricante, cubrir completamente la cabeza, calzar firme y tener un sistema de sujeción confiable. Un casco suelto o decorativo no salva vidas: es una falsa sensación de seguridad.

“El cerebro humano no cicatriza ni se reemplaza. Un golpe puede destruirlo en segundos, dejando secuelas irreversibles o quitando la vida de forma brutal”, advierte Fernando Rodríguez, Gerente de Siniestros de ATM Seguros. “El casco no es un trámite para evitar una multa: es la única frontera real entre una vida que sigue y una muerte que se podría haber evitado”.