Suplemento Económico

El ahorro debe ser igual a la inversión (si no, las cosas no funcionan)

Por Fernando Salón

Aún no sabemos para que fin quiere nuestro Presidente tanto dinero de Estados Unidos. Es un tema tan importante que ciertamente debería pasar por los tres poderes del Estado Argentino.

No escuché planes de utilizarlo para desarrollo, infraestructura, salud, ni educación. Por lo que supongo que “para sostener la demanda” significa para guardarlos en cajas de seguridad o cuentas en el exterior, o para turismo emisivo como es actualmente.

Si así fuera es mejor no recibir nada, pues será deuda sin uso productivo, y un serio y multimillonario problema para el país, por generaciones. No habrá perdón histórico.

La Argentina está pasando por una crisis desencadenada por la falta de reservas internacionales (confundida con crisis política intencionalmente), y la posible cobertura por un salvataje inusual (nuevamente, solo por empatía de ambos presidentes), que se suma a los dólares del blanqueo, a los del préstamo del FMI, y a los de la liberación transitoria de retenciones a la exportación. Es decir, todas medidas puntuales, extraordinarias, e innecesarias, y no del habitual ciclo de los ingresos de dólares por exportaciones o producción genuina. Así, a los saltos, no es posible mantener a un país.

La enorme cantidad de divisas que entra regularmente por exportaciones debería ser más que suficiente para incrementar reservas propias y desarrollar al país, pero no se han acumulado ni invertido. Se han gastado meramente en rubros improductivos: venta de dólares a empresas y particulares para guardar en cajas de seguridad o transferir a cuentas del exterior, para millones de viajes internacionales, y para pagos de la enormísima cantidad de importaciones muchas veces redundantes e inútiles.

Con o sin dinero de otro país, ahora es tiempo de reducir esos gastos con medidas restrictivas como limitación a la venta de dólares y un serio impuesto al turismo emisivo.

De lo contrario, cualquier ayuda milagrosa externa acabará en los mismos destinos. Infelizmente, me temo que así sea, y entonces el Gobierno habrá desperdiciado la gran oportunidad que el mandato democrático le ha dado.

FUNDAMENTOS

Recuerdo que en el primer año de la universidad en ciencias económicas estudiábamos a Keynes y Samuelson y su focalización en que el ahorro debe ser igual a la inversión. Era Economía I.

La afirmación "ahorro igual a inversión" es un concepto macroeconómico fundamental desde comienzos del siglo XX, y establece que en una economía el ingreso se consume o se ahorra; y lo que se ahorra se debe transformar en inversión para crecer y que todo funcione bien. Si una parte del ahorro se queda en el camino, ya no hay ecuación. Si todo se gasta, no hay ecuación. Y aquí viene el problema…

Vale aclarar que inversión es un activo o propiedad adquirido para generar ingresos u obtener una plusvalía. Requiere la inversión de recursos hoy (dinero, tiempo, esfuerzo) para obtener ganancias futuras, mayor rentabilidad, crear valor, crear nuevos activos, o para el Estado crear Producto Bruto Interno. Invertir no es comprar un auto ni una casa, a no ser que con el automóvil se gane dinero, por ejemplo el caso de un taxista que con el genera ganancias, o que el comprador-vendedor de casas sea un agente inmobiliario. Un gasto tampoco es inversión.

Con los años me di cuenta de que este es el problema crónico de Argentina, que afecta los cimientos de la economía, y hoy se ve más que nunca: Esa ecuación no existe, puesto que el ahorro no va a la inversión, sino que (mayormente) sale del circuito económico nacional y va a cajas de seguridad y cuentas en el exterior.

O sea que hay una brecha o gap por la cual la economía no funciona y está siempre en crisis de falta de reservas internacionales, sea quien fuera el Gobierno Nacional. Esa brecha esta identificada por el Indec (u$s 270.000 millones de dólares) pero no como desequilibrante de ahorro igual a inversión, sino simplemente como dato. No se le da buen uso a esa información.

Es dinero que no está, que está parado, sin funcionar, sin crear inversión, sin generar negocios ni ganancia, o bien esta fuera de Argentina creando inversión para otro país.

El Presidente es un teórico de la economía, y entonces no ignora esto. Ahora debe aprenderlo en forma práctica. El problema es que no se toman medidas para achicar esa brecha, quien sabe por cuales razones o poderes. Por otro lado, solo reduciendo el gasto en dólares se incrementarán las reservas satisfactoriamente.

De recibir 20.000 o 40.000 millones de dólares en forma casi milagrosa, el Gobierno debe saber qué hacer con ellos y tener un plan completo, y tal destino debe ser aprobado con todas las formalidades por los tres poderes del Estado Argentino. El destino debería ser la inversión, no el gasto.