Concierto de despedida de José Carreras. Con: Verónica Cangemi (soprano). Dirección musical: David Giménez Carreras. El 31 de mayo en el estadio Arena de Villa Crespo.
Con numeroso público presente, que llenó gran parte de la amplia capacidad del estadio Arena de Villa Crespo, escenario inaugurado en 2019 y siempre activo en grandes eventos populares, esta vez lo clásico fue su rumbo al producir el concierto anunciado de despedida del siempre recordado tenor español José Carreras, nacido en Barcelona hace setenta y ocho años. Protagonista de una trayectoria extensa y trascendente en la lírica internacional, que debutara en nuestro medio a los veintiséis años con ‘La traviata’ verdiana en la temporada del Colón de 1973.
GRAN TRAYECTORIA
De aquel recuerdo en más, su trayectoria artística estuvo en crecimiento a nivel internacional, y bien conocidos son los perfiles de la misma, en los grandes teatros líricos europeos y americanos, los numerosos roles y grabaciones efectuadas, hasta que por circunstancias de su salud, afectada por la leucemia, suspendió varios meses su labor.
Pero fue retomando la actividad (creando a la vez una Fundación al efecto) y también recordamos que al año siguiente de su restablecimiento, en 1978, lo escuchamos en el Colón en un concierto compartido con la mezzosoprano griega Agnes Baltsa. De ahí en más, su incorporación al famoso trío de tenores integrado con Luciano Pavarotti y Plácido Domingo, que motivó una circulación por todo el mundo difundiendo, si cabe, la popularidad del género.
Ahora, en su gira de despedida, muy cercano a los ochenta años, incluyó nuestra ciudad con el presente concierto en esa singular sala donde el escenario, flanqueado por dos gigantescas pantallas de video a cada lado y una abundante amplificación, daban un marco colosal.
La nutrida orquesta, creada en su momento por el recientemente fallecido Angel Mahler, fue dirigida por David Giménez Carreras, sobrino del tenor, quien estuvo acompañado, además, en este concierto por la soprano Verónica Cangemi, de conocida y destacada trayectoria artística y vinculada también al Colón.
A partir de la obertura del ‘Nabucco’ verdiano la sesión se fue desarrollando con ambas intervenciones, la de Carreras de inicio fue el celebre ‘Lamento de Federico’ de la ópera ‘La arlesiana’, del calabrés Francesco Cilea, y así se fueron sucediendo las páginas alternando ambas voces (la soprano compatriota se lució a partir del ‘Aria de las joyas’ de ‘Faust’, de Charles Gounod), de manera de abarcar un repertorio donde alternaron las escenas, con ejemplos también de zarzuela y canzonetas.
MOMENTOS LLAMATIVOS
Lógicamente, el micrófono mostraba una gran proyección de las voces. Allí se notaba, en el caso del célebre tenor, una voz bastante conservada a su edad y con escaso vibrato, condiciones de su sapiencia en el manejo de cada emisión.
Momentos llamativos del concierto fueron también las escenas de zarzuela, como el ‘No puede ser’ de ‘La tabernera del puerto’, de Gerónimo Giménez, que tiene su exigencia naturalmente. En el comienzo de la segunda parte cabe destacar el homenaje que se le hizo al recientemente fallecido Angel Mahler, con palabras de Cangemi y enseguida el hijo del gran compositor de musicales (Damián) evocó al frente de la orquesta el tema del musical ‘Drácula’, creado por su padre y sostenido por muchos años.
Pero volviendo la batuta al sobrino del cantante, de activa labor también, otra vez hizo estallar al público con el celebrado intermedio de ‘La boda de Luis Alonso’, de Giménez, el difundido sainete lírico en un acto. Allí, los aplausos también brotaron para los músicos.
Lo dilatado del programa preparado también comprendió fragmentos de zarzuela como ‘El barbero de Sevilla’, de Giménez y Nieto, con la romanza ‘Me llaman la primorosa’, bien animada por Cangemi, y páginas también provenientes de boleros del mexicano Armando Manzanero.
Siguiendo adelante con el repertorio trazado llegaron hacia el final con ‘Torna a Surriento’, de De Curtis, y naturalmente, ‘Granada’, de Agustín Lara, por parte del tenor homenajeado, siendo muy festejado su recuerdo del ‘My Way’ (‘A mi manera’), tan popularizado por Frank Sinatra. En tanto, Cangemi abordó ‘El día que me quieras’, de Gardel y Le Pera, cerrando con ‘O mio babbino caro’, de Gianni Schicchi. Para luego, como es costumbre, despedirse ambos con el ‘Brindis’ de ‘La traviata’.
Fue así una grata y emotiva jornada de despedida y reconocimiento del público. Cabe acotar también que previamente se le había entregado a Carreras una distinción en el Senado.
Calificación: Muy bueno
FOTO: GENTILEZA @LA.TEAM_AGENCY