El Gran Circo levanta sus carpas. No hay animales, eso es de otras épocas y de otro tipo de espectáculos. Pero sí hay fieras. Son 20 los pilotos que animan el show que se pondrá en marcha esta madrugada (la carrera comenzará a la 1 del domingo argentino) en el Gran Premio de Australia. El inicio de una nueva temporada de la Fórmula 1 será en el Circuito de Albert Park, en Melbourne. No estará Franco Colapinto en esta primera instancia pero tal vez aparezca en el corto plazo. Ahí la enorme ilusión de los hinchas argentinos.
El tema dio para todo desde que terminó la temporada 2024, a partir de la estela que dejó en el aire el chico carismático nacido en Pilar con sus notables actuaciones desde su debut en la Máxima, corriendo para Williams. Fue esa la escudería que lo tenía como piloto de pruebas, sentado en el banco de suplentes y la que le dio la chance de mostrarse al mundo en las últimas nueve carreras del año pasado. La historia es reciente y harto conocida por sus fanas: en la semana del GP de Italia, su equipo decidió reemplazar a Logan Sargeant por Colapinto, hasta el final de la temporada. Fue el regreso de un piloto argentino a la categoría después de 23 años y ese día finalizó en la duodécima posición.
De allí en más, con su manejo atrevido y profesional, el chico llamó la atención de los expertos, los sponsors, los hinchas y el planeta entero. Pero su contrato como uno de los dos pilotos principales de Williams tenía fecha de vencimiento. El trato era claro. Colapinto tenía garantizadas solo esas últimas nueve carreras del año y, después, debía cederle su butaca a Carlos Sainz Jr., quien ya tenía acordado su llegada a la escudería en 2025. El español había puesto la firma antes del estreno de Colapinto y su explosión en la F1.
El gran pase se hizo en los primeros días del año. Colapinto dejó Williams para sumarse al equipo BWT Alpine Fórmula 1 Team, a cambio de 20 millones de dólares. Eso, dicen, pagó la marca francesa para tenerlo simplemente como suplente, como hombre para las pruebas del equipo. Sin embargo, existe un pequeño detalle del cual se agarran sus seguidores: Jack Doohan, uno de los pilotos titulares (el otro es Pierre Gasly, el actor principal de la escudería), tiene aseguradas tan solo las primeras cinco competencias, con la opción de continuar pero de acuerdo a su rendimiento. La presión para el australiano promete ser enorme.
El bueno de Doohan tiene 22 años, apenas uno más que Colapinto y se deberá someter a un riguroso examen cada vez que gire con su monoplaza. Pocos querrían estar en sus zapatos. Ya antes de salir a escena (como local en la primera fecha) pesaban fuertes rumores sobre el inminente ascenso de Colapinto para desplazar a su compañero. Incluso, los medios australianos dan por hecho que eso eso ocurrirá más temprano que tarde.
El Sydney Morning Herald publicó un artículo en la previa del primer GP explicando porqué el argentino podría ocupar el segundo asiento de Alpine en cualquier momento para acompañar al francés Gasly. “Jack Doohan tendrá como banda sonora el tictac de un reloj, un debut en Albert Park bajo la imponente sombra del diminuto nuevo piloto reserva de Alpine, Franco Colapinto", escribió el periódico.
La publicación también destacó el impacto comercial que Colapinto generó en Alpine. Y ese es el punto, parece. El que podría ser determinante para su ingreso como titular. Business are business. "La popularidad de Colapinto en un país falto de pilotos de Fórmula 1 (y sin un gran premio desde 1998) generó un interés comercial significativo", recordó el Sydney Morning sobre la larga ausencia de argentinos.
Y mencionó un dato clave sobre el aporte económico de los patrocinadores albicelestes que apoyan a Colapinto: "El año pasado, personas con información privilegiada del paddock, sugirieron que los patrocinadores comerciales de Colapinto estaban aportando 500 mil dólares por carrera durante su breve paso por Williams"...
"La publicación italiana Gazzetta dello Sport, que tiene buenas conexiones, informó que Williams recibió 34,4 millones de dólares de Alpine por ese acuerdo de varios años. El grupo de patrocinadores argentinos de Alpine aumentó", replicó el diario australiano.
Por ahora son todas especulaciones. Pero que la propia prensa australiana (justamente del país de origen de Doohan y casualmente sede del primer GP de año) ya hable de un reemplazo inminente, muestra la debilidad del futuro de Doohan en Alpine como titular. No hay manera de que el fantasma de Colapinto no le genere algún temor.
Un mínimo error podría sacarlo de las pistas antes de lo previsto. El GP de Australia empezará a tomarle el pulso a Doohan y al resto de los 19 elegidos para el Gran Circo. Quizá Colapinto pase rápidamente del puesto 21 al 10. El tiempo dirá.