La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) recibió con tristeza el fallecimiento de monseñor Adriano Bernardini, arzobispo titular de Faleri y nuncio apostólico en Argentina entre 2003 y 2011.
El arzobispo italiano, de 83 años, falleció el 11 de septiembre pasado en Roma. En un comunicado, los obispos argentinos recordaron que el papa San Juan Pablo II lo nombró nuncio apostólico el 26 de abril de 2003, servicio que desempeñó hasta el 12 de diciembre de 2011, cuando Benedicto XVI lo designó nuncio en Italia y San Marino.
UNA VIDA DE SERVICIO
Bernardini nació el 13 de agosto de 1942 en Piandimeleto, Italia. Estudió en el Seminario Romano Mayor Pontificio y en la Universidad Pontificia Lateranense, donde obtuvo el doctorado en Derecho Canónico, antes de completar su formación en la Academia Eclesiástica Pontificia. Fue ordenado sacerdote en 1968, ingresando casi de forma inmediata en el cuerpo diplomático vaticano.
Sus primeros destinos lo llevaron a Pakistán, Angola, Japón, Venezuela, España y Taiwán. En 1992, San Juan Pablo II lo nombró arzobispo titular de Faleri y nuncio apostólico en Bangladesh.
Su carrera posterior lo llevó a representar a la Santa Sede en toda Asia y el Océano Índico, con responsabilidades en Madagascar, Mauricio, Seychelles, Tailandia, Singapur y Camboya, junto con numerosas otras delegaciones apostólicas. Durante su misión diplomática en la Argentina, monseñor Bernardini recorrió todo el país, visitando las casi 70 diócesis.