Dos ex jefes de la Policía Federal Argentina fueron detenidos luego de que la Corte Suprema de la Justicia de la Nación dejara firme sus condenas a 4 años y 8 meses de prisión por intento de contrabando durante la cuarentena por la pandemia de Coronavirus al intentar pasar a Bolivia, cuando las fronteras estaban cerradas, un camión con insumos sanitarios y otras mercaderías en abril de 2020.
El Tribunal Oral Federal de Jujuy ordenó la detención del ex jefe y del ex subjefe de la Subdelegación La Quiaca de la Policía Federal, Cristián Bejarano y Milton Cano, luego de que se haya confirmado su sentencia, la cual fue dictaminada en marzo de 2022 acusados de ser coautores del delito de contrabando de exportación agravado por el número de intervinientes y por ser integrantes de una fuerza de seguridad, en grado de tentativa.
Los recursos presentados por las defensas d ellos implicados ante el máximo tribunal fueron rechazados el 20 de agosto pasado y al día siguiente se concretaron las detenciones. Desde entonces, permanecen alojados en el Escuadrón de La Quiaca de la Gendarmería Nacional, a la espera de su traslado al Complejo Penitenciario Federal NOA III.
En el caso también fueron condenados otros cuatro cómplices: los hermanos Luis, Paul y Fabián Saiquita, quienes recibieron 4 años y 3 meses de prisión como coautores del mismo delito que los policías, y Eduardo Laime, chofer del camión, fue sentenciado a 2 años de cárcel en suspenso, como partícipe necesario.
El hecho ocurrió el 22 de abril del 2020, cuando Laime y los hermanos Saiquita fueron detenidos en el paraje “Ojo de Agua” por la madrugada por personal del Escuadrón 21 de La Quiaca, que interceptó un camión cargado con mercadería e insumos sanitarios que se dirigía a Bolivia con las luces apagadas.
El transporte, que estuvo a 500 metros de traspasar la frontera, fue detenido y se constató que, en su interior, llevaba mercadería por un valor superior a $900 mil.
Desde el Ministerio Público Fiscal informaron que gran parte de la carga eran insumos sanitarios para la prevención del coronavirus.
Durante la investigación el fiscal federal Federico Zurueta presentó testigos y otras pruebas, como las comunicaciones previas mantenidas por los acusados, para demostrar la responsabilidad de los dos jefes policiales y de sus cómplices.