Juan Domingo Perón. Maestro Masón
Por Antonio Las Heras
Ediciones Desiderata. 110 páginas
“Nuestra información, obtenida verbalmente de fuentes masónicas confiables y por datos cruzados entre varias personas que no se conocían entre sí es que Perón ingresó a la Masonería durante 1936, en Chile, donde era Agregado Militar en la Embajada Argentina en el país transandino. Por entonces tenía el grado de mayor y ascendería enseguida a teniente coronel”, asegura Antonio Las Heras en esta nueva investigación presentada recientemente.
Las Heras -doctor en Psicología Social, filósofo, historiador y designado “Personalidad destacada en el ámbito de la cultura por la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires”- sostiene que la condición de “Hermano Masón” del tres veces presidente de los argentinos “está aceptada”. Por lo cual se encarga de dilucidar en que época, de qué manera y quien lo habría iniciado en esa orden universal.
En ese proceso descarta que haya sido Licio Gelli -miembro de la logia masónica italiana Propaganda Due y condecorado por Perón en 1973 con la Orden del Libertador General San Martín, en grado de Gran Cruz- y también que haya ocurrido en su estadía en España durante el exilio europeo.
Las Heras respalda la teoría de que Perón fue iniciado durante su destino militar en Chile y que, siempre de acuerdo a sus “indagaciones”, llegó a segundo grado, es decir, “Compañero”. Luego, en 1939 cuando formó parte de la misión de estudios en Italia, enviado por el Ejército Argentino, fue elevado al “sublime grado de Maestro” también llamado “tercer grado”.
El autor analiza el GOU, el Grupo de Oficiales Unidos creado por Perón en 1943 en los meses previos al Golpe de Estado de ese año. Y propone que las siglas GOU también podrían significar “Gran Oriente Unido” o “Gran Oriente Universal” que son expresiones frecuentes en la Masonería.
Asimismo aborda los diferentes ministros masones que tuvo Perón en su gabinete durante sus dos primeras presidencia, como Alfredo Gómez Morales, Roberto Ares y José Constantino Barros (Economía), Angel Borlengui (Interior), Enrique García (Marina) y Eduardo Teissaire (vicepresidente). Dedica un capítulo especial a demostrar que José López Rega no era masón.
La Masonería, según Las Heras, también tuvo una importante labor, participación y/o relación con el regreso de Perón a la Argentina en 1972, con la restitución de los restos mortales de Eva Perón y con la mutilación de su cadáver en 1987.
Una obra que presenta y desarrolla, de manera amena y accesible, uno de los temas más controvertidos acerca de la personalidad e historia del fundador del Justicialismo.
Ignacio Morales