Las cámaras de seguridad de la casa de la modelo Valeria Mazza, que en las últimas horas sufrió un robo en su domicilio en el partido bonaerense de San Isidro, muestran que cinco delincuentes se acercaron hasta el lugar, aunque solo tres saltaron el portón de ingreso.
Conforme a las imágenes captadas por las cámaras, los implicados simularon ser pileteros para entrar a la vivienda, al tiempo que luego sorprenden a la hija del famoso matrimonio, a una amiga y a dos empleadas domésticas.
Además, la joven gritó, lo que generó que los malvivientes sustraigan solo una mochila, la cual fue abandonada a “escasos metros de la vivienda” y se escaparon, sin concretar el ilícito.
“Se trabaja con material fílmico de la vivienda de los damnificados; casas linderas y municipales como con resultados de pericias de rastros”, destacaron las autoridades.
La modelo sufrió un robo en su mansión ubicada en el partido bonaerense de San Isidro durante la tarde del miércoles, cuando los delincuentes entraron a la casa situada en el barrio de Acasusso, saltando el paredón que cubre la vivienda.
Los ladrones planeaban cometer el asalto utilizando la modalidad escruche, un tipo de robo que se caracteriza por la falta de moradores dentro de la vivienda, ya que, actualmente, Mazza y algunos miembros de su familia están de vacaciones en Europa.
En tanto, según indicaron en Arriba América (América TV), uno de los delincuentes se hizo pasar por jardinero, ofreciendo sus servicios al cuidador de la casa y, mientras ocurría la conversación, sus cómplices ingresaban a la vivienda.
Según explico la periodista Verónica Rosales, dentro de la mansión se encontraba la hija de Valeria Mazza, quien comenzó a gritar cuando vio ingresar a los delincuentes, logrando ahuyentarlos y frustrar el robo.
“La hija de Valeria Mazza empezó a los gritos. Tanto es así que esos gritos hicieron que los delincuentes se fuguen, desistan y depongan la actitud”, señaló, a la vez que dijo: “Así como entraron, se fueron, se llevaron una mochila negra, es lo que alcanzaron a levantar, y la dejaron en la puerta de la casa porque los gritos hicieron que salgan pero corriendo de una manera tremenda”.
La movilera Florencia Ghio, presente en el lugar de los hechos, relató cómo fue la situación: “Aparentemente, la persona que trabaja aquí como cuidadora de la casa, que se llama Darío Gabriel Rodríguez, atiende el timbre. Aparece una persona, un hombre joven, ofrece servicios de jardinería. Él le dice que no, que le agradece, pero que no necesita en este momento y, cuando cierra la puerta, se da cuenta de que por detrás de este terreno, habían entrado cuatro delincuentes más. Allí empiezan a escucharse los gritos de la hija de Valeria Mazza, que estaba con una amiga y con dos empleadas”.