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Cuatro de cada cinco trabajadores considera clave aprender nuevas habilidades

El 79% de los trabajadores argentinos cree que el desarrollo de nuevas habilidades es un factor fundamental para su presente y su futuro laboral, según surge de un relevamiento global realizado por Randstad. La tendencia es especialmente fuerte entre los perfiles profesionales, donde el porcentaje asciende al 80%. La actualización permanente de conocimientos aparece como una de las prioridades a la hora de evaluar un empleo, en un contexto de transformación constante del mercado de trabajo.

El estudio también reveló que la importancia del reskilling varía según el género: un 81% de las mujeres consultadas considera prioritario el desarrollo de nuevas competencias, mientras que entre los hombres el porcentaje se reduce al 76%. Este dato pone en evidencia la necesidad de que las empresas diseñen programas de formación adaptados a las distintas realidades y desafíos de sus equipos de trabajo. También analiza la importancia del reskilling según el perfil profesional de los trabajadores. Los resultados muestran que este aspecto cobra más relevancia entre los perfiles profesionales en el 80% de los casos, mientras que entre perfiles operativos y los perfiles digitales tiene una valoración levemente menor (74% en ambos casos).

Sobre estos resultados, Andrea Avila, CEO de Randstad para Argentina, Chile y Uruguay, afirmó: “En un mercado laboral en transformación constante, donde los ciclos son más cortos y los conocimientos y habilidades pierden vigencia cada vez más rápido, las personas valoran especialmente a aquellas empresas que les brindan oportunidades de aprendizaje y desarrollo. La inversión en formación y desarrollo ayuda a las organizaciones a cerrar la brecha de habilidades y la escasez de talento, al tiempo que impacta en el compromiso de sus colaboradores”.

Intención de cambio, retención de talento y reskilling

De acuerdo al estudio, si bien la intención de cambio entre los trabajadores subió en el último semestre 3 puntos porcentuales, alcanzando el 34% vs el 31% del semestre anterior, los cambios de trabajo efectivamente concretados aumentaron solo 1 punto porcentual (12% vs 11%).

En este sentido, al analizar el comportamiento ante el cambio durante los últimos años, los resultados muestran que este comportamiento ha sido bastante estable. El contexto de incertidumbre, la inflación y otros componentes de la macroeconomía local explican en parte la actitud conservadora de los trabajadores donde, si bien hay más trabajadores que consideran la posibilidad de cambiar de empleo, muchos todavía no se animan a dar el paso, especialmente en un contexto donde la actividad económica y la demanda laboral no muestran señales de crecimiento sostenido.

Esta relativa estabilidad es una oportunidad para que las empresas refuercen las estrategias de fidelización y engagement de sus colaboradores para evitar que una mayor intención de cambio impacte en un aumento en la rotación.

“Los datos del Randstad Employer Brand Research muestran con claridad que si bien la intención de cambio crece, muchos trabajadores siguen adoptando una actitud conservadora frente a un contexto económico aún incierto. Esta relativa estabilidad es una oportunidad para que las organizaciones se anticipen y refuercen sus estrategias de formación y reskilling como un factor clave para consolidar el vínculo con el talento y reducir el riesgo de una rotación acelerada cuando el mercado laboral tome mayor dinamismo”, agregó Avila.