‘La noche sin mí’ (Argentina, 2025). Dirección: María Laura Berch, Laura Chiabrando. Guion: L. Chiabrando. Actores: Natalia Oreiro, Pablo Cura, Matilde Creimer Chiabrando, Teo Inama Chiabrando. Duración: 68 minutos. Calificación: apta para mayores de 16 años.
‘La noche sin mí’ es esa clase de películas que terminan gustando una vez finalizada, con el transcurso de las horas. No es un filme que llene los ojos, que se disfrute minuto a minuto, ni que genere esa presión corporal del espectador contra la butaca esperando que no pase lo que sospecha; sin embargo, el mensaje es tan potente y superador que la calidad y sentido de la cinta van decantando como espasmos, luego, al recordar gestos, situaciones, escenas.
Las directoras María Laura Berch y Laura Chiabrando, en su ópera prima, recrean a la perfección ese hastío, agobio y obligación de la protagonista por sostener una homogeneidad familiar que, evidentemente, se le escurre entre las manos. Claro que su técnica por momentos va en detrimento del cine espectáculo, con escenas aletargadas, primeros planos condensados y acciones vacías, pero que hacen a ese sentir de Eva (Natalia Oreiro), madre de una familia tipo que no acepta, o parece no ver, que ese vínculo y esa configuración están agotada hace rato.
El filme comienza con un conflicto basal que deja dudas y hace que todo lo que sigue penda de ese interrogante, que se termina descifrando, no solo en la mejor escena del filme sino en uno de los grandes momentos cinematográficos de Natalia Oreiro.
Su rostro, sin emitir una sola palabra, dice todo lo que una mujer agotada por su realidad desearía gritar. Angustia, opresión, desconsuelo y abatimiento, en solo una mirada que implora odio y clemencia. Y ahí también se explica toda la historia. Lo que era anodino hasta ese momento en cuanto a narración, fotografía, diseño de vestuario, arte y actuación, termina siendo un puñal en la moral de ese vouyerista que se deleitaba con el padecimiento de su protagonista. Y la taba se invierte. Se eleva el hándicap de las directoras y se reducen las ínfulas del espectador.
EQUILIBRIO
A lo largo de los sesenta minutos de ‘La noche sin mí’, el mundo de Eva se limita a equilibrar ese endeble plano configurado por su marido músico (Pablo Cura) y dos hijos (Matilde Creimer Chiabrando y Teo Inama Chiabrando), que parece romperse con el correr de las horas. Y con una Oreiro en su esplendor actoral, Berch y Chiabrando cumplen con su objetivo germinal. Así de definitivo y fiel a este cine de culto, que sirve como referencia a futuro.
Calificación: Buena