Libros

Cálido retrato de familia

"La niña que no vio los besos"

Por Gigliola Zecchin (Canela)

Edhasa. 176 páginas

 

La popular conductora de televisión y escritora Gigliola Zecchin, conocida como 'Canela', regresa con una serie de relatos autobiográficos de su niñez en el norte de Italia, donde se refleja la vida cotidiana que llevó junto a su numerosa familia entre la escasez y el hambre de una guerra que aparece como telón de fondo, entre el amor fraterno y las esperanzas, hasta que embarcan rumbo a la Argentina.

El esfuerzo por recuperar la propia historia se traduce en un mosaico de estampas que surgen de lo profundo de su corazón. Están ordenadas en su mayoría en forma cronológica y en ellas cobran protagonismo de forma alterna sus abuelos, padres y hermanos, ofreciendo en conjunto un cálido retrato familiar que gana en atractivo conforme avanza la narración.

Una parte de ese atractivo viene dado, claro está, por el interés que despierta la propia autora, una figura reconocida y muy querida. Zecchin (Vicenza, 1942) cuenta, de hecho, que la idea de escribir estas historias no surgió de ella, en principio, sino del insistente pedido que recibía desde hace mucho tiempo para contar lo que recordaba de su Italia natal, donde vivió hasta los diez años.

Las peripecias de ese traumático primer tramo de su vida, una época irrepetible e inolvidable para cualquier persona, aportan el resto del interés, también por el contexto bélico en que se produjo.

Zecchin narra esos claroscuros sin recargar las tintas, con una sutileza que, de todos modos, permite dimensionar el drama. La guerra, “esa marea violenta que arrasó con aquella infancia”, como afirma en "Venecia estaba lejos", es sobre todo un eco lejano, salvo en algunos relatos.

"Dei bucchi" es una de esas excepciones, donde a la autora que entonces era niña se la ve refugiada con algunos hermanos en una granja vacía, hasta donde acude en bicicleta cada día su madre para ver cómo se encuentran, esquivando en el camino los pozos dejados por los bombardeos.

La otra es "Un cielo de papel", bellísimo texto que se desliza de la amorosa construcción del pesebre, los rituales y cantos navideños, a la sirena de los aviones, el bombardeo y la desesperación.

De soslayo aparece también el combate en el frente en "El pacifista", un escrito sobre su padre.

En cuanto al resto, lo que conmueve son las penurias y la escasez causada por esa guerra que obliga por ejemplo a esa familia a darle a sus hijos un pan embebido en una leche ya aguada para ocho hermanos, o bien a cocinar al fuego de cuatro velas. Pero estas escenas no están en primer plano, sino puestas allí como un rasgo más de esa vida cotidiana, donde hay dolores y alegrías.

Las estampas recorren el dolor de una hermana que ve alejarse a su enamorado, un soldado estadounidense; la primera comunión de la escritora; sus comienzos en la lectura ("La enciclopedia"); la llegada de un circo o el ingreso de un hermano al seminario.

En muchos casos, los relatos, que intercalan voces en italiano, están contados desde la mirada de la niña y rematan con una breve observación hecha desde el presente por la escritora.

El recuerdo de los hechos remotos es, claro, siempre esquivo, escurridizo, y obliga a la brevedad. Los límites de la memoria se imponen, como en "Va pensiero", una tierna pero fugaz evocación de la sonrisa de su padre durante una sesión de fotos, o bien se prestan a la duda de la propia autora, que llega a desconfiar sobre cuánto hay de verdad o de ficción en lo que está contando.

"La memoria se construye con imágenes confusas que crecen con la escritura", reconoce Zecchin. "Es un tejido de frágiles momentos, recuerdos jubilosos y heridas que no siempre cierran", dice la autora. Y una de esas heridas emocionales, sufrida por la propia autora, está contada aquí por primera vez en "La niña sucia" y causa estupor.

Entre los 39 relatos, escritos con cariño, y donde no faltan algunos del viaje en barco y su llegada a nuestro país, sobresale la belleza de "Capra capretta", que muestra las tareas de campo en la casa de unos hacendados y "El cuento que la niña no escuchó", sobre un fantasma.

Gigliola Zecchin, periodista cultural, reconocida por programas de televisión y de radio de vasto alcance, es autora de más de cuarenta títulos, entre ellos la novela breve La Hoguera y Poesía reunida 2000-2020.