Opinión
DESDE MI PUNTO DE VISTA

Brevísima reflexión sobre la guerra entre las universidades públicas y el Gobierno

1 - Todas las encuestas son falaces. La candidata Lula Levy, cuyo emblema es la UBA, en su distrito no ganó nada. Toda la representación política de la causa UBA es insignificante. A la sociedad le importa un pito.

2 - La marcha del miércoles fue otra patraña. Una marcha de aparato, ayudada por otros aparatos que están en modo helicóptero. Los medios lo cubrieron mucho, hicieron un poco de ruido y listo. A la sociedad le importa un pito.

3 - El deterioro institucional y académico de las universidades públicas es terminal -cuando digo terminal no exagero, se trata de una estructura fallida que demanda una reorganización muy profunda-. Pero el peor deterioro es moral. Estamos hablando de espacios cooptados por el antisemitismo y el comunismo más anacrónico. Reinan personajes que nada tienen que ver con la academia, que no estudian ni trabajan, que viven del dinero que el Estado le extrae a todos los ciudadanos para beneficio de una mafia. No hay reglas ni planes medianamente serios, no se condice la cantidad de docentes con la cantidad de alumnos.

4 - La cantidad de alumnos es otra estafa, deberían perder la regularidad más del 50%. Ni que hablar que el personal no docente es un aguantadero de ñoquis. Si se reciben, si estudian, si se van o se quedan a la sociedad le importa un pito.

5 - Un enclave tan refractario a la transparencia, que no puede vivir por fuera de este ecosistema putrefacto, tiene mil resortes legales y políticos para subsistir, ¿cuál es el plan de acción para sortear esos resortes? ¿Cuánto se ejecutó en estos dos años? ¿Qué éxito tuvieron los funcionarios de Milei en desmontar esta mafia enquistada? Ese es el punto clave, porque si todo se resume a tuitear domando la verdad es que no sirve para nada. Si se hacen los machitos en un panel o en una RRSS y después todo sigue igual, entonces van a obtener una desmoralización contraproducente. Y sus tuits domadores a la sociedad no le van a importar nada.

6 - Los defensores de la causa UBA son impresentables, generan estupor. Tienen tanto apoyo cívico como un barrabrava o un piquetero. Apelan a una sensiblería que no es popular y que no le importa a nadie más que a los medios y a un minisector que odia a Milei hagan lo que hagan. Increíble que teniendo gente tan horrenda en la vereda de enfrente, no puedan presentar un interlocutor oficial que los destroce en el debate.

7 - Lo anterior nos trae al pésimo plan de comunicación del Gobierno. Como con el resto de las causas, tiene la razón pero no saben explicarlo. O matonean o se contradicen. Si van a decir a través de altos funcionarios que quienes dirigen la UBA cobran un dineral y que hay una malversación garrafal: ¿por qué el Presidente anuncia un aumento para estas estructuras? ¿Para quiénes gobierna? ¿Más dinero a la cloaca? ¿Se supone que en octubre tenemos que apoyar eso? ¿Por qué usan la cadena nacional para mensajes seudoelectorales y no para dar un panorama completo del estado de las universidades, de las irregularidades y de las denuncias presentadas? Eso sí le importaría a la sociedad, en lugar del llantito “que malo es Emiliano Yacobitti pero no se puede hacer nada, ¡uh qué barbaridad!, ¡ufa!, casta, mandriles”.

8 - Ahora sí: es necesario poner luz sobre todo a lo anterior para hacer dos cosas urgentes: implementar el exámen de ingreso con estándares muy altos (se supone que hablamos de universidades prestigiosas) y arancelar con un plan de becas al mérito que contemplen estrictas normas de regularidad.

9 - ¿Qué se hizo en estos dos años en torno a exponer y combatir todo esto? La parálisis ante las marchitas de Yacobitti muestra que no hemos avanzado nada. Y es un enorme problema, porque si siguen así va a seguir la mafia enquistada. Y la sociedad va a pensar que es un mal incurable, y entonces no le va a importar nada la política.