Opinión
VISTO Y OIDO

Ay, Cornejo

Dicen quienes lo conocen que Mauricio Macri no tiene un muy alto concepto intelectual del líder radical y gobernador Alfredo Cornejo. Cuando fue a quejarse por el aumento de tarifas, el presidente le dijo: "Si no quieren que aumente el gas, tengo tres opciones: recorto planes sociales, recorto obra pública, lo que perjudica a los gobernadores o tomo más deuda para subsidiar el sobreconsumo. ¿Ustedes que prefieren?". Testigos del intercambio dicen que el radical hizo un largo silencio y después intentó una respuesta que el presidente no alcanzó a entender plenamente.

Ay, Cornejo II 

El jefe de Gabinete Marcos Peña sigue con mucha atención las expresiones públicas de Cornejo desde que declaró a la prensa que Mauricio Macri era a su entender un "presidente de transición". Desde la Casa Rosada se comenzó un acercamiento a los demócratas mendocinos y a sectores radicales de la provincia que están enfrentados con Cornejo. El gobernador no tiene reelección y hay lucha por la candidatura para el año que viene. Tiene un acuerdo con Julio Cobos, pero la interna oficialista es muy compleja. Una imprudencia y el que pagará los platos rotos será Cobos.

Ecologistas y borrachos

La senadora Magdalena Odarda ("progre") planteó en la Cámara una cuestión de privilegio contra Lino Barañao, porque había criticado el ambientalismo militante diciendo: "La diferencia entre un ecólogo y un ecologista es la misma que entre un enólogo y un borracho". Miguel Pichetto la cruzó cargando contra los que tienen una "visión pastoril" de la Argentina y no quieren desarrollo económico: "Hay muchos curitas a los que también les ha agarrado la veta ambientalista en este país. Lo que quieren es que siga habiendo pobres porque cuanto más pobres hay, ellos van y los bendicen".

Dólar turista

Sabido es que el líder del bloque peronista del Senado es un raro caso de político que dice lo que piensa sin pelos en la lengua. El jueves pasado volvió a hacerlo cuando le tocó hablar sobre la situación económica y estalló porque se fueron 10 mil millones de dólares el año pasado por gastos de turismo al exterior. Reconoció que este "comportamiento alegre" venía de "su" gobierno, el kirchnerista, y propuso ponerle fin. ¿Cómo? Poniendo un dólar "turista" para los viajeros a Europa y Miami, más caro que el comercial. Todo vuelve cíclicamente con el peronismo. Hasta el cepo.