Espectáculos
‘La infiltrada’

Alta tensión en un filme sobre un topo de la ETA


‘La infiltrada’ (España, 2024). Dirección: Arantxa Echevarría. Guion: A. Echevarría, Amèlia Mora. Actores: Carolina Yuste, Luis Tosar, Diego Anido, Pedro Casablanc. Duración: 118 minutos. Clasificación: apta para mayores de 13 años.



La mejor forma de contar la historia es con el cine. Y si no es a través del documental, el thriller es el género que mejor transmite la tensión vivida. Así lo entendió la directora Arantxa Echevarría al encontrarse con el atrapante testimonio de Arantxa Berradre, la primera y única mujer española que logró infiltrarse en la organización ETA y desde adentro informar con precisión cartográfica los movimientos de sus pares al comando de investigación de la Policía Nacional.

‘La infiltrada’ relata la asfixia que siente la joven Mónica Marín (nombre de ficción elegido en el filme para contar la aventura de la auténtica Elena Tejada) desde el preciso momento en que acepta el reto de involucrarse en la peligrosa organización vasca, incluso sabiendo la diferencia entre ser una policía infiltrada y una encubierta. Pero si de algo no conoce ella es del miedo y el riesgo. Corre en plenitud la década del ‘90 en la Península Ibérica y la guerra entre el Gobierno español y los del Comando Donosti se agudiza.

El nexo entre su nueva vida y las fuerzas policiales es Angel (Luis Tosar), un supuesto tío, alto mando de la Seguridad Nacional que, a través de la información recibida, comienza un latente operativo paralelo a la espera de impedir un atentado o proteger a los políticos elegidos para ser asesinados. Y si bien al principio le advierten la posibilidad de que lleve tiempo ganarse la confianza de los líderes etarras, año tras año, el ánimo de Arantxa se va erosionando, aunque continúa su misión, estoica ella.

CLIMAX

En ‘La infiltrada’, Echevarría logra momentos de máxima tensión. Escenas que dan urticaria cuando confluyen la música, la acción y la encerrona de los personajes. El tándem Carolina Yuste, Luis Tosar y Pedro Casablanc inquieta por su estética, registro y poca empatía, a una pantalla que entra en clímax cuando aparece el irascible Sergio Polo, impecable actuación de Diego Anido, que gangrena el relato con su despreciable accionar.

Sí, es cierto que el duelo entre ETA y el gobierno español no es un conflicto que cale hondo en el sentir argentino, pero ‘La infiltrada’ logra transmitir con creces ese miedo y nerviosismo vivido en los años más álgidos de la lucha terrorista y la desarticulación de la misma, que duró un total de 59 años y causó más de 850 muertes. Todo esto sostenido por actuaciones firmes y contundentes, como el cine español nos tiene acostumbrado desde hace décadas y por una directora que le pone su mirada femenina para contar la historia de una heroína que, al día de hoy, continúa haciendo su trabajo desde el más puro anonimato.

Calificación: Muy buena