Política

ARA San Juan: descartó Faurie un conflicto con Gran Bretaña

Según el canciller, nada implica que el submarino se haya aproximado a las islas Malvinas. El ministro respondió preguntas sobre la explotación petrolera y los vuelos al archipiélago. Respecto del Mercosur, dijo que es un espacio "muy cerrado" que debe abrirse.

El canciller Jorge Faurie descartó ayer cualquier "hecho de connotaciones internacionales" respecto del submarino ARA San Juan que, de acuerdo con documentos confidenciales conocidos en los últimos días, habría navegado en la zona de Malvinas, poco antes de desaparecer.

En respuesta a una pregunta del senador ultra "K" Marcelo Fuentes, el funcionario tomó distancia del entredicho sobre el derrotero del submarino. Aclaró que ese dato debía ser recabado en el Ministerio de Defensa, pero que para Cancillería ""nada indica"" que la nave hubiera estado en la zona en disputa y que, por lo tanto, "no presuponemos ningún hecho de connotaciones internacionales".

Faurie salió airoso de su primer examen ante la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta, que había generado expectativa en la oposición peronista. Expuso sobre los lineamientos generales de la política exterior y, a la hora de responder preguntas, sorteó cuestiones complejas, como la desaparición del submarino, los vuelos a Malvinas y el acuerdo con la Unión Europea.

Un ejemplo del ánimo con el que se lo esperaba fue la comparación que intentó establecer Fuentes entre la desaparición del ARA San Juan y el hundimiento con el ARA General Belgrano, lo que fue rechazado de plano por el ministro.

Faurie aclaró también la estrategia mantenida en el caso Malvinas ante las veladas insinuaciones de un supuesto debilitamiento de la posición argentina. Aclaró que la denominada "hoja de ruta", una declaración entre vicecancilleres firmada en septiembre de 2016, constituye un "repaso de temas de la agenda" y expresión de voluntad de dónde se debería trabajar "sin atenuar la disputa de soberanía".

También desactivó las sospechas planteadas por Fuentes sobre la explotación de hidrocarburos en las Islas. Explicó que la actividad petrolera está afectada por la caída de precios vigentes y que los temores "de comienzo de 2000 quedaron cuestionados por falta de rentabilidad".

En cuanto a la cuestión de los vuelos a Malvinas, rechazó cualquier comparación con la política del menemismo. "Obviamente, el camino de la "seducción" no es el que nosotros estamos usando, explicó. Nos ocupamos de los intereses de los isleños". Los kelpers exigen a la Argentina que sean tomados en cuenta sus "deseos".

Informó, además, que la Argentina "sondeó" compañías aéreas para que vuelen a las Islas y que siete manifestaron "interés": dos, de Chile; tres, de Brasil, y otras dos, de Uruguay. En todos los casos, con una escala en la Argentina.

En relación a la política comercial, se extendió en la primera parte de su exposición en defensa de la idea de la reinserción del país después de un período de aislamiento. Aseguró que no es una posición ingenua o voluntarista, sino pragmática. "No ser tan ideologizados, resumió, no quiere decir que no tengamos ideas". Agregó que en una eventual integración con la Unión Europea se tiene en cuenta la situación de los productores locales. Pero remarcó: "El Mercosur se convirtió en un espacio muy cerrado que tiene que abrirse".