EL COREOGRAFO LEONARDO CUELLO ESTRENO CUATRO OBRAS BREVES DE UNA MARCADA CARGA POETICA

El tango, clásico y contemporáneo

Ficha técnica: Quintaesencia. Coreografía y dirección general: Leonardo Cuello. Diseño de iluminación: Dana Barber. Diseño de vestuario: Nora Churquina. Intérpretes: Rocío Leguizamón, Germán Filipelli, Teli Ortíz, Ollantay Rojas, Paola Camacho, Gustavo Vargas, Ayelén Sánchez, Walter Suquía, Milagros Rolandelli y Lisandro Eberle. En el Centro Cultural Borges.

Leonardo Cuello inició su vínculo con la danza a través del folclore pero con el tiempo, como muchos otros artistas de su generación, plantó bandera en el tango dedicándose a investigar nuevas formas que rompen con las estructuras del género sin por eso hacer mella en su esencia. Fue así que integró la compañía "Tangokinesis", de Ana María Stekelman; personificó a Juan Perón en "La Duarte", junto a Eleonora Cassano, y cumplió un rol protagónico en la escala europea de "Tanguera", a las órdenes de Mora Godoy, entre otros desempeños destacados. En el doble rol de coreógrafo y director pone a consideración ahora cuatro piezas breves interpretadas por su propia compañía, que si bien difieren en la profundidad que alcanzan dentro del lenguaje que Cuello eligió para expresarse, revelan puntos de contacto en la armonía visual y la interesante dinámica de las evoluciones. "Diamante" se presenta como un torbellino de piernas entrelazadas, delgados cuerpos femeninos que se elevan en acrobático despliegue, y recios varones demostrando a cada paso que son ellos quienes marcan el rumbo dentro de la pista. Lo que podría haber sido un ejercicio rutinario y hasta monótono (un puñado de solos sin hilación aparente) deviene en atrayente conjunto gracias a la compaginación sonora que realizó Sebastián Verea a partir de temas de la orquesta Color Tango. LOS SENTIMIENTOS En "Melancólico", sin renunciar por completo al abrazo, Cuello coquetea con la danza contemporánea. Lo hace para hablar del dolor que provocan las partidas, las más trágicas e irremediables, y aquellas otras que, aunque lacerantes, terminan por aceptarse y fortalecen nuestro ser interior. También en "Urbano" el director se aboca a descorrer los velos que ocultan los sentimientos. Tal vez sea ésta la obra más interesante de las cuatro que conforman el programa, con una bella construcción de imágenes en las que Cuello ha trabajado con la meticulosidad de un orfebre. Con "Spiritual" el espectáculo recupera el pulso inicial, un cuño más tanguero, y se deja llevar por los "ángeles" que forjaron la historia del género. En este caso es Sergio Vainicoff el artífice de una banda sonora de gran potencia, que abreva en grabaciones originales de Color Tango y el Sexteto Mayor. El elenco todo revela una preparación adecuada a los requerimiento del coreógrafo pero es inevitable mencionar el loable desempeño de Teli Ortíz y Ollantay Rojas en las dos obras de las que participan. Vestuario e iluminación, sobrios y sumamente expresivos, colaboran en subrayar los méritos de esta interesante búsqueda que ha iniciado el director. Daniel E. Sousa