Engaña y finalmente cautiva, 'Solo las bestias', de Dominik Moll­

Un golpe al ego del cinéfilo­


`Solo las bestias' (`Seules les bêtes', Francia, 2019). Dirección: Dominik Moll. Guion: Dominik Moll, Gilles Marchand, Colin Niel. Actores: Denis Ménochet, Valeria Bruni Tedeschi, Laure Calamy, Damien Bonnard, Nadia Tereszkiewicz, Guy Roger `Bibisse' N'Drin. Duración: 117 minutos. Clasificación: apta para mayores de 16 años.­


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En plena era de las plataformas y del streaming, muchas veces uno se pregunta qué puede motivar a un espectador a ir al cine a ver una película francesa donde no hay actores convocantes, premios incentivadores ni un aparato de marketing que guie hacia la boletería. Entonces toma fuerza la figura de la crítica, que tantas veces pareciera pretenciosa al decir que tal o cual película es mala o regular. Aquí su efecto es motorizante. Porque `Solo las bestias' es un gran y original filme que debe verse. Para los amantes del buen cine -frase más que remanida- es cita obligada.­

Durante sus primeros cinco minutos, `Solo las bestias' pareciera ser el paradigma de esa etiqueta que tanto daño le hizo al cine francés en las últimas décadas acusándolo de ``soso, lento y aburrido''; pero resulta ser casi una trampa, un evidente engaño para dejarnos en ridículo si la dejáramos en el arcón de los fallidos que no se terminaron de ver. Porque toma un giro que no solo despabila sino que envuelve.­

Basado en la novela del francés Colin Niel `Seules les bêtes', el autor no nos cuenta el momento en que diversos personajes se entrecruzan sino la historia de cada uno de ellos durante esa interacción. Entonces, como mosaicos que se van corriendo hasta ver la fotografía entera, el espectador va entendiendo todo. Algunas situaciones son esperables pero la mayoría nos dejan ver como espectadores inexpertos. Por momentos `Solo las bestias' es un golpe al ego de los cinéfilos.­

­PAISAJE­

La trama tiene varios inicios, coincidiendo con la cantidad de protagonistas. La desaparición de una mujer es el disparador y a medida que progresa la cinta emerge una nueva instancia que a su vez le da cuerpo a un nuevo misterio. Los paisajes helados de una zona rural ignota de Francia hacen que todo se vuelva más cerrado y confuso.­

Gran parte del valor del filme se debe al trazado maquiavélico que su director, Dominik Moll, nos ofrece como lectura. Un intermitente camino de migas de pan que seguimos atentamente hasta toparnos con un nuevo protagonista, y todo vuelve a comenzar como una microhistoria dentro del relato mayor. Denis Ménochet, tal vez la cara más conocida junto a Valeria Bruni Tedeschi, encarna esos faros a los que siempre se recurre para no perderse. Nadia Tereszkiewicz con su juventud regala frescura, mientras Guy Roger `Bibisse' N'Drin con su naturalidad es lo urticante. Los demás personajes, todos logrados hasta el mínimo detalle, terminan por construir este gran filme que nos regala el país galo.­

­Calificación: Muy buena­