Sólo los paisajes salvan a una película mal concebida

'Una villa en la Toscana' (`Made in Italy', Reino Unido, 2020). Guion y dirección: James D'Arcy. Actores: Liam Neeson, Micheál Richardson, Valeria Bilello, Lindsay Duncan. Duración: 91 minutos. Clasificación: apta para mayores de 13 años.

En la industria de la música hay dos formas de hacer un dúo con artistas internacionales: o se juntan, previa organización de sus agendas, se conocen y van unificando el criterio artístico hasta crear una pieza homogénea, o cada uno graba su participación desde su ciudad de origen y después los técnicos y las computadoras las unen. La diferencia de resultados es abismal y difícilmente la segunda opción triunfe, porque se nota la disociación musical.­

'Una villa en la Toscana' pareciera haber sido filmada bajo el segundo método, porque los actores británicos nunca se conectan con los italianos. Y lo que debiera ser algo orgánico y tamizado por la calidez de los paisajes de la Toscana termina siendo exigido, arisco e incómodo. El personaje de Liam Neeson hablando con todos en inglés en pleno corazón del pueblo toscano roza lo absurdo.­

El filme escrito y dirigido por James D'Arcy cuenta la historia de un galerista inglés (Micheál Richardson, el hijo en la vida real de Liam) que al divorciarse debe comprarle la parte a su ex mujer para seguir en el negocio del arte. Sin un centavo decide poner en venta la casa que heredó de su madre ya fallecida y junto a su padre (Neeson) emprenden el regreso a Italia para cerrar el tema lo antes posible. Allí, obviamente, sino no habría película, las prioridades cambian y sus destinos mutan.­

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RECURSO­

'Una villa en la Toscana' tiene uno de los peores inicios de la historia del cine. Una mini y rápida introducción para contarnos que el personaje de Jack Foster se está divorciando y necesita dinero, que su padre Robert es un artista bohemio que no tiene relación con él, y que se sube obligado a un automóvil para así aparecer en plena Toscana frente a una casa derruida. Recurso que después se repite uniendo Inglaterra con Italia como si fuera por un pasillo. Otro logro negativo y casi capital del director es hacer actuar mal a una de las actrices más destacadas de su generación, la italiana Valeria Bilello. Nunca se ajusta al tono del filme y eso que su inglés es fluido. La escena donde conoce a Jack y lo saluda directamente en inglés sin que él diga nada nos anuncia que no habrá ninguna sutileza ni espacio al descubrimiento. Nadie en su país de origen saluda a otra persona en otro idioma.­

Obvia, acelerada, poco delicada, forzada y tocando insulsamente los géneros del cine turístico, romántico y dramático, 'Una villa en la Toscana' se vuelve poco disfrutable. Lo único bueno, además de los paisajes, es escuchar de fondo a Domenico Modugno y Andrea Bocelli.­

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Calificación: Mala­