Sin miedo de mostrar costuras

Iván Haidar y una performance en la que siete artistas lo dirigen en vivo, sin guion. La propuesta forma parte de la Bienal de Performance y tendrá una última fecha este sábado en el Teatro San Martín. El bailarín se entrega a los `facilitadores', como los llama, sin consignas previas ni ensayo.

Advertencia al público: esta performance puede contener desnudos. Cuesta creer que hubiera algún desprevenido entre la poblada platea de la Sala Casacuberta del Teatro San Martín el sábado último a las 15.30; sin embargo, esa advertencia aparecía en el programa de la perfo. Dicho esto, sólo había que esperar que en las cinco horas y media siguientes alguien se desnudara mínimamente. ­

Y sucedió, claro. Lo importante, sin embargo, es que lo que se vio en ese escenario y que tiene como principal protagonista al joven director, coreógrafo y bailarín platense Iván Haidar, premiado acá y en el exterior, va mucho más allá de los ocasionales desnudos, que están muy bien puestos pero podrían no estar. ­

Lo importante en `Soy tu performer' es un artista que demuestra su enorme talento para sostener un espectáculo que no tiene miedo de mostrar costuras, más bien todo lo contrario: se nutre de ofrecer la cocina del `show' y resulta al final sencillamente encantador. ­

Haidar fue convocado para dos fechas de la Bienal de Performance -la segunda es este sábado-. Y para ver qué hacer recurrió a un ejercicio de pandemia, una movida mientras él estaba en Lisboa, donde es miembro de la compañía Re-Al de Joao Fiadeiro. Llamó a nueve amigos para que durante diez minutos cada uno lo dirigiera por zoom en vivo y en directo. Fue exitoso el experimento y ahora, ante la propuesta de Maricel Alvarez y Graciela Casabé -curadora y directora general de la Bienal, respectivamente-, Haidar decidió reflotar las cualidades del formato y llevarlo a un lugar "más radical'', lo que incluye expandirlo en el tiempo -de hora y media a nada menos que cinco horas- y sobre todo hacerlo presencial.­

A diferencia del embrión virtual del espectáculo, esta vez Haidar no se rodeó de amigos. Seleccionó un plantel heterogéneo de creadores: Ariel Farace, Antonio Villa, Camila Malenchini, Diego Velázquez, Gustavo Tarrío, Mayra Bonard y Nayla Pose. ­

"Con ellos tuve algún tipo de experiencia, pero es gente con la que no trabajé nunca'', señala en diálogo telefónico con La Prensa días antes de la primera función. "Hice la versión contraria, antes eran amigos y gente de la danza, ahora no; quiero que me propongan cosas con otros lenguajes, otras metodologías. Ellos serán los facilitadores''. ­

-¿Por qué esa palabra? ­

-La idea es crear algo juntos y evitar términos que se usan normalmente como dirección o guía. Eso delimitaba el rol en cuanto a la relación. Hay algo de facilitar, de proponer que me gusta más. ­

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CADA CUAL ­

Y lo que se ve en la performance -al menos lo que se vio el sábado pasado, ya que puede cambiar completamente el próximo (así de jugada y azarosa resulta la propuesta)- es a un artista -Haidar- en escena rodeado de objetos, y entre el público, a un `facilitador' que micrófono en mano empieza a intervenir. Por supuesto, algunos suben al escenario también, e incluso -oh- se desnudan (tal fue el caso de Farace que festejó su cumpleaños ese día con todo su cuerpo ``al aire'').­

"El eje es precisamente el cuerpo, su uso, las decisiones que se toman. Es una práctica sobre el encuentro, la comunicación y las maneras de componer con un otrx'', explica el programa. Pero para que se produzca ese encuentro no hay consignas previas ni ensayos. ­

"Yo no tengo información, no sé cómo va a ser. También será nuevo para los facilitadores porque no hay ensayo. Yo voy a estar de principio a fin y ellos se irán turnando. El estímulo o punto de partida es que actúen sobre mi cuerpo. Sin esos riesgos no hay performance. No sé qué me van a hacer'', advertía en la entrevista Haidar. ­

-¿Por qué tanto tiempo en escena? ­

-La idea es profundizar en algo, que haya un mínimo de desarrollo, un tiempo profundo con cada uno, mínimo media hora.­

También el público tiene carta blanca para entrar y salir de la sala, aunque no para subir al escenario -no están asegurados, recordó Haidar-. Igualmente, dos miembros de la platea subieron aparentemente sin permiso para ayudar a despejar algunos objetos. ­

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EL ESTIMULO ­

"Calculo que la palabra será el punto de partida de la mayoría, pero también puede activarse desde el cuerpo. Cualquier herramienta es válida para la comunicación, todo será bienvenido. No hay límites del modo y la forma'', decía Haidar. Y así fue. Así se formaron coreografías a partir de mínimas consignas. Hubo poesía, gestos y también humor: eso de imitar un video de la cantante Enya hizo descostillar a la platea -muy buena la propuesta de Villa-. Otras consignas resultaron más técnicas, menos lúdicas, pero siempre Haidar conseguía sacarle brillo, mostrar justeza y completa concentración en los movimientos.­

En `Soy tu performer' se ve el lado B, la cocina del proceso creativo, y con eso hace vibrar. Acá no hay nada armadito, se ve a un artista en carne viva, dispuesto, disponible, con algunos objetos, pero con toda la entrega. Si bien la `standing ovation' del final fue de mentirita -Tarrío la pidió- a esa altura, casi las 9 de la noche, luego de más de cinco horas de entrega absoluta, con bellas imágenes logradas y mucha imaginación poética, era más que merecida.­

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PROYECTOS­

Haidar trabaja en Tecnópolis en un programa de danza que se abrió el año pasado "pudimos crear un lugar inédito para la danza porque tiene un presupuesto para obra, programación y talleres''- y se encuentra preparando una obra para agosto en el Teatro Nacional Cervantes. Pronto dejará su La Plata natal y comenzará a centrar sus actividades en Buenos Aires. "Habrá un paréntesis este año, pero voy a volver, obvio. Mi casa siempre es un espacio de gestión y en Buenos Aires quiero repetir eso''.­