"Hay un contexto de grieta absurda"

Si el peronismo es territorial, la oposición es societista y virtual, señaló el destacado politólogo. En diálogo con La Prensa, el analista político manifestó que la mejor herramienta contra la pobreza es el crecimiento sostenido. Si no se logra eso, entonces sobrevienen el clientelismo y la exclusión social.

Ante la proximidad de las elecciones generales del 14 de noviembre, vuelve a suscitarse, en un escenario complejo -y no exento de turbulencias en el plano político, económico y social-, la expectativa de la ciudadanía con deseos de imprimir, mediante el sufragio, un giro distinto a la gestión de Gobierno. El reclamo en las urnas buscará, voto a voto, reafirmar la vida institucional y democrática.­

Para conocer aspectos de la realidad del país -inmerso en las luchas de poder, gasto público desmedido, y desempleo-, así como el rol de otras alternativas ideológicas, La Prensa requirió la opinión del Licenciado Luis Tonelli, director de la carrera de Ciencia Política de la UBA, egresado de la Universidad del Salvador y con estudios realizados en la Universidad de Oxford (Inglaterra).­

­CRISIS SISTEMICAS­

-¿Cuál es el panorama político que avizora, tras la derrota electoral del Frente de Todos durante las PASO en distritos ostensiblemente estratégicos, como por ejemplo la provincia de Buenos Aires? ¿Piensa que el oficialismo permanecerá unido hasta concluir el mandato de Alberto Fernández, o por el contrario, se agudizará aún más la crisis en caso de no poder revertir el resultado?­

-Las crisis sistémicas en la Argentina, 1989 ó 2001, han estado siempre precedidas de un elemento que funciona de coordinador de las decisiones. Por ejemplo, una crisis financiera aguda, la hiperinflación de Ricardo Alfonsín y el corralito de Fernando de la Rúa. La crisis actual es pavorosa en sus consecuencias sociales y económicas, pero no es una crisis aguda. Y, por otro lado, no fue inicialmente generada por el Gobierno. Los márgenes de acción son muy estrechos, pero dependen de que la economía no demande demasiados dólares. El Gobierno se juega su suerte en que los billetes que imprima, no se vayan al dólar y generen una corrida imparable. Cuenta a su favor que la sociedad siga en el letargo. Cuando uno está internado en coma farmacológico no compra celulares, no se va Europa ni compra motos importadas.­

­USO POLITICO DE LA POBREZA­

-¿Qué aspectos revelan la impericia de la actual gestión? ¿Existe un uso político de la pobreza?­

-La mejor política contra la pobreza es el crecimiento sostenido. Si no se logra eso, entonces hay dos calamidades políticas. Una, la del "clientelismo". Y otra, la de la "exclusión social". La Argentina , posee un Excel (programa computacional) del conflicto social, y por lo tanto tiene una red de políticas clientelares muy aceitada. Nuestro problema es que toda cuestión que amenaza con convertirse en conflicto, se convierte en un renglón de alguno de los Presupuestos gubernativos. Los conflictos distributivos sin mediación enfrentan a los actores de la sociedad entre ellos. En la Argentina , el Estado "endogeniza" (atrapa) esos conflictos, y los satisface con gasto social. El desempleo lo convierte en empleo público. La falta de rentabilidad se resuelve con subsidios. La pobreza extrema se convierte en "planes". La falta de competitividad, se resuelve con contratos del Estado. Así el "estado de naturaleza" (condición) del todos contra todos, se convierte en el gasto estatal. ­

­-¿Son positivos los recientes cambios de Gabinete, o le harán -funcionalmente- peor al Gobierno? ­

-Los cambios de gabinete están asociados al diagnóstico (en lo correcto o equivocado) que el Gobierno hizo de la derrota. El voto tradicionalmente peronista, el voto más popular, ligado a los intendentes, se dispersó en "pymes políticas" que no alcanzaron el piso de 1,5 del padrón electoral. Por eso entraron dos "disciplinadores": Aníbal Fernández, con más mazo (para golpear) que billetera, y Juan Manzur, reasignando partidas para premiar o castigar de acuerdo con su involucramiento en las elecciones que vienen. Una señal de debilidad del kirchnerismo, porque los intendentes se rebelaron contra los intentos de desembarco de La Cámpora en territorios municipales, y entonces CFK retrocediendo en chancletas (marca Louis Vuitton, obvio) rompió el vidrio para que ingresaran estos pesos pesados de la política peronista. Claro que también, lo que es bueno por un lado puede no serlo para el otro. Aníbal es intenso siempre, el tema es contra quien la emprende.­

­ROL ACTUAL DE LA OPOSICION­

-¿Cómo evalúa Usted el rol actual de la oposición, y cuáles son las fallas de la clase dirigente o clase política en la Argentina?­

-Si el peronismo es territorial, la oposición es "societista" y virtual. La oposición no tiene posiciones de poder establecidas como "fierros", salvo su aliado -y a veces circunstancial- que son algunos medios importantes, con sede en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Su verdadero aliado es gaseoso: es la opinión pública (que a veces de pública tiene poco y tiene más de publicidad interesada). Con el adjetivo "societista" quiero acentuar el hecho que la oposición va detrás de la sociedad civil. Es como dijo Benjamín Disraeli (ex primer ministro del Reino Unido), "soy su líder, los sigo". Por eso, en épocas de crisis, se vive como si hubiera ausencia de liderazgo. Surge entonces la división entre los "halcones" que expresan la indignación y les encanta ganarle la calle al peronismo, y las "palomas", las cuales se cansaron de estar picando maíz en la plaza de la mano de un jubilado, y ahora abrazan la moderación. O sea, la forma en que se han ganado siempre las elecciones presidenciales en la Argentina. En síntesis, la oposición no tiene poder institucional para bloquear al Gobierno. El Gobierno se bloquea solo en sus internas. Es un "hipervicepresidencialismo" retórico, pero impotente. ­

­QUORUM EN EL SENADO­

-Si los resultados de las PASO se repiten en las elecciones generales, el Frente de Todos perderá el quórum en el Senado. Tampoco contará con mayoría propia en Diputados. ¿Cuál es el grado de incidencia de ese hecho en la sanción de las futuras leyes?­

-Las instituciones argentinas están diseñadas para que los líderes de las fuerzas políticas se sienten a negociar. Pero el carácter central del Presidente, y su relación estrecha con los gobernadores, van en la dirección contraria al consenso. Esto tiene que ver con el "centralismo" y el "decisionismo". Me parece que dependerá, si Alberto Fernández es derrotado nuevamente, de la magnitud de la derrota. Cuanto más fuerte el castigo en las urnas, más probabilidad de que algunos capitanes salten del barco. Eso desataría una oleada de ingobernabilidad, con presión directa sobre el refugio natural de los argentinos que se llama dólar. Si algo de eso empieza a darse, hay que ponerse el casco porque la situación vendrá brava.­

­RENUNCIA DE HIGHTON EN LA CORTE­

-La renuncia de Elena Highton como jueza de la Corte Suprema, ¿obligará al presidente Alberto Fernández a negociar con la oposición la designación de su reemplazante (pues hacen falta los dos tercios de los miembros presentes en el Senado), o por el contrario podría reiterarse la falta de acuerdo entre el oficialismo y la oposición, tal como ocurrió para nombrar a un nuevo Procurador general de la Nación?­

-En este contexto de grieta malsana y absurda, pero aún menos con el oficialismo escupiendo sangre, no hay incentivos para negociar. Si algo más sencillo como el Procurador no ha sido posible nombrarlo, entonces un miembro de la Corte Suprema menos. Al ser uno, es indivisible. Otro cantar sería ampliar el número de miembros del alto tribunal. Pero, ¿está el horno hoy para ese tipo de bollos? ­

­ATROPELLO CONTRA LAS INSTITUCIONES ­

-Nadie desconoce el impacto político, económico y social de la pandemia. No obstante, ¿es ético justificar la ilegalidad, o el atropello contra las instituciones, la independencia judicial y los valores republicanos, al amparo de esa emergencia? (En palabras de la ex canciller germana Angela Merkel, la pandemia no se puede usar para "erosionar" los principios democráticos) ­

-En la Argentina , más que el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo (según la célebre definición de Abraham Lincoln en Gettysburg, Pensilvania), tenemos el gobierno de la crisis, por la crisis y para la crisis. Paradójicamente, el problema se vuelve un instrumento de poder, de arbitrariedad. Finalmente, el sistema político-social-económico no solo promueve las crisis, sino que las usa como recurso de poder. Lo dijo claramente el jurista de (Adolf) Hitler, Carl Schmitt: "soberano es quien impone el estado de emergencia". Aquí Alberto Fernández lo tradujo como "soberano es quien impone la cuar-eterna", pero la legitimidad frente a una crisis es siempre de ejercicio, y pronto la opinión pública empezó a darse cuenta de los problemas de gestión del Gobierno frente a una situación tan complicada.­

­­DESINTEGRACION Y DECADENCIA­

-Se habla, en forma cíclica, de la necesidad de "revertir" nuestra decadencia: Desde esa mirada (en la cual coinciden escritores, juristas o pensadores de renombre), ¿qué factores son los causantes de la desintegración social y decadencia moral en la Argentina?­

-Argentina es un país que desde el vamos utilizó la redistribución como medio para "endogenizar" (atrapar) el conflicto social. El Estado fue inventado para arbitrar el conflicto, no para convertirlo en una erogación fiscal, porque tarde o temprano, la sociedad entera comienza a jugar ese juego. Al conflicto se lo deja que explote entre privados. O se reprime a una de las partes o a todos. O bien, el Estado se hace cargo de las demandas y lo neutraliza. Hoy los sindicatos cortan la Panamericana, para que el Gobierno nacional actúe. No le hacen huelga a los empresarios. El Estado tiene el "sí" más fácil. Hay piquetes que cortan la 9 de Julio, y hay piqueteros, de lujo, y carísimos, que fuman habanos en el Hotel Duhau. Sin embargo, su llamada por celular cuesta muchísimos millones más que los "planes". El problema argentino es el de una clase política, también integrada por lo que debería ser la dirigencia social -que es la gran ausente-, la que tendría que ser su contraparte. La democracia está para darle poder a los que no tienen poder, a los que solo tienen su voto. En un sistema híbrido, por un lado están los intereses de los poderosos que se pesan, y por el otro lado los ciudadanos, cuyos votos se cuentan. Por definición, la política se mueve en los andariveles que impone un consenso social. Acá, se ha invertido y la clase política por definición tiene como su trabajo diario decir que "sí" (antes que expresar el "no"). La dirigencia saca pecho en la reunión en IDEA (Instituto para el desarrollo empresarial de la Argentina), y después deambula en forma rastrera por las diferentes mesas de entrada buscado pliegos licitatorios. Es más fácil pedirle al Estado que imprima dinero y que uno caiga en la gran repartija, que la tarea de redefinir el perfil productivo de la Argentina en este mundo tan difícil que nos ha tocado vivir.­

EL VOTO DE MILEI Y LOS K

-¿A qué adjudica el crecimiento y la cantidad de votos obtenidos por Javier Milei (dirigente "libertario" de estilo confrontativo), quien -además de los jóvenes de clase media y alta- logró la adhesión de sectores de menores recursos, tradicionalmente identificados con el peronismo? ¿Hay una reaparición del apoliticismo ("Que se vayan todos") como efecto multiplicador del descreimiento o la indignación de la ciudadanía?­

-No creo que los párrafos glosados de (Friedrich) Hayek y (Ludwig) Von Mises, o el teorema de (Kenneth) Arrow, base lógico matemática para sostener la eticidad de un Estado Mínimo, estén en la base del voto a favor de ese señor que insulta y se peina a lo Dragon Ball Z. En toda crisis, surgen personajes caricaturescos como forma de propaganda. Cuando veo que mucho del voto de Milei se compone de kirchneristas, me hace pensar que Milei tiene más de la Cicciolina que de un apóstol del anarco liberalismo de probeta.­