Aspectos poco conocidos del impulso a las relaciones diplomáticas con la Unión Soviética en los ´50.

Eva Perón: entre la URSS y Stalin

Un nuevo aniversario del fallecimiento de Eva Perón, acaecido el 26 de julio de 1952, sirve como excusa para revisar aspectos de su vida poco estudiados, en especial su cercanía con el impulso que el presidente Juan Perón dio al inicio de relaciones diplomáticas con la Unión Soviética y del interés que por ella tuvo el Mariscal Iósif Stalin.

El restablecimiento de relaciones con la URSS, tras el corte que nuestro país efectuó con Rusia luego del estallido revolucionario de 1917, tuvo una serie de pasos extraoficiales. Desde finales de 1945 hubo contactos oficiosos para lograr encuentros entre representantes argentinos y soviéticos.

Reuniones en Montevideo y Buenos Aires mediante, el gobierno del general Farrell acordó, como primera media, no obstaculizaría acciones comerciales de la URSS en Argentina y permitió el arribo de representantes rusos, dándose el 8 de febrero de 1946 el visado a un representante de TASS y a un agente comercial.

PRIMER PASO

Tras su triunfo en las elecciones, Perón dio el primer paso, al entablar negociaciones secretas con la embajada soviética en Uruguay, a través de Yuri Daschkevich (periodista de TASS, diplomático y agente de inteligencia) para reestablecer contactos con la URSS y anunciarlo al mes de la asunción formal como presidente. Según Isidoro Gilbert en `El oro de Moscú' (1994), en una entrevista con el citado Daschkevich, éste le refirió su primer encuentro con Perón y Evita: "La primera cita se prolongó por más de una hora y fue un estudio recíproco. Perón quería conocer nuestras intenciones, si realmente estábamos listos para normalizar las relaciones diplomáticas y en qué magnitud. Interesado en mantener el secreto, Perón propuso una nueva reunión, pero esta vez en su casa. Allí fuimos llevados al otro día desde el City Hotel, donde nos alojamos Shevelev (el representante comercial) y yo. Juan Duarte nos condujo en su automóvil. Dio un paseo -como para simular posibles seguimientos- y nos llevó a un edificio de dios plantas con elevador donde vivía Perón y Eva. El propio coronel salió a recibirnos y en tono amistoso nos dijo que estábamos en nuestra casa. Nos llevó a su despacho y nos dejó en compañía de Eva mientras él cerraba una reunión con el equipo de colaboradores, tal vez sus ministros. La mujer de Perón fue muy afectuosa para nuestro país `lejano y misterioso'. Era ella quien insistía en la necesidad de relaciones de amistad entre la Argentina y la URSS. Desde que habíamos llegado a la Argentina, varias personas que decían venir en nombre de Evita llegaron al hotel. Ella se rió: `Es que tenemos muchos amigos', con lo que trató de no darle importancia a los falsos influyentes. Los periódicos de esos días escribían que se estaban discutiendo negocios entre los dos países; nadie pensaba que ya habíamos comenzado a tratar sobre cuestiones diplomáticas, salvo, claro está, Perón, Eva y Bramuglia. Cuando Perón retornó, pidió hablara de cosas concretas".

DELEGACION SOVIETICA

Benito Llambí escribió, en sus memorias de 1997, que Perón le pidió privilegiar a la delegación soviética en los actos de la asunción presidencial del 4 de junio de 1946, a la vez que afirmó: "Stalin concedió gran importancia a la normalización de relaciones con la Argentina, y procuró basar su crecimiento en el desarrollo de las relaciones comerciales. No obstante, en nuestro país, el partido comunista, bajo la férrea línea de Vitorio Codovilla, no cesaba de actuar contra el peronismo y usaba toda su influencia para entorpecer los planes de un entendimiento Stalin-Perón (...) Pocos días después del anuncio de Perón, el Daily Express comunicó la novedad bajo el título Stalin y Perón se hacen amigos".

Mijail Sergheev, primer embajador soviético en nuestro país, según Gilbert, detalló en sus memorias que "Stalin había recibido informes de los negociadores en Buenos Aires sobre la buena disposición de Perón respecto de la URSS. Es Sergheev quien también resalta el papel de Eva Perón en las negociaciones secretas". Aunque también señaló el disgusto ruso por la protección a refugiados alemanes, el envío de un embajador argentino a Madrid, pese a la condena de la ONU del gobierno de Franco, y al viaje de Eva Perón a España.

Los Estados Unidos, en tanto, miraron con preocupación dichas relaciones, al punto que en informes de la embajada refirieron, en tono exagerado, el 21 de marzo de 1952, que Perón podría ser asesorado por comunistas para sus proyectos agrícolas, y, al denunciar los intereses soviéticos en la región, plantean que "el objetivo de Moscú en la Argentina es asegurar que ésta se mantenga neutral ante eventuales hostilidades" y que "este objetivo está siendo perseguido por la CGT `comunista' (sic), dirigida por el anarcosindicalista Santín, que podría tener un apoyo clandestino de Evita Perón, "cuya pasada petición de asociación al Partido Comunista nunca le ha sido negada (sic)". 

Igual tenor poseyó el informe del 10 de abril del mismo año, sobre la influencia comunista en el justicialismo, al ser "Rodolfo Puiggrós uno de los consejeros económicos más cercanos a Perón", y que "Torre Isaac Liberson dijo haber aconsejado a Cárdenas sobre la reforma agraria en México" y "es el autor de un plan de desarrollo agrícola entregado la semana pasada por la CGT a Perón, llamado el Plan Evita Perón".

IDAS Y VUELTAS

Con idas y vueltas, las actividades entre ambas naciones tuvieron altibajos, hasta que al inicio del segundo gobierno justicialista tuvo un nuevo impulso. La designación de Leopoldo Bravo, político sanjuanino del bloquismo, le daría a Perón un nuevo rostro para estrechar lazos con la URSS. Así también lo consideró Moscú, al punto de concederle una entrevista con Stalin el 7 de febrero de 1953, siendo el último embajador que vio en vida al Mariscal.

Con la experiencia de la misión diplomática de Federico Cantoni y el no repetir algunos desaciertos de Otero en la URSS, Bravo fue con la premisa de Perón de lograr un mayor flujo comercial con Rusia y establecer un convenio bilateral. La situación política argentina era compleja, tras el fallecimiento de Evita y la crisis económica que no cedía.

"Bravo había dejado la Argentina poco después de la muerte de Eva Perón, y -según Gilbert- participó de las exequias masivas que más tarde compararía con las que le ofrecieron a Stalin sus compatriotas". Ni bien llegó a Moscú negoció con Molotov y Nicolaian el ansiado convenio y se anotició de su entrevista con el líder supremo de la URSS.

"Stalin le preguntó al argentino cómo se sentía después de tres años de ausencia...se veía en su rostro cierta ansiedad. Quería escuchar cómo encontraba Bravo a Moscú. después de trasmitirle los saludos de Perón, el viejo enemigo a la distancia de ocho años atrás, Bravo orientó la charla hacia el campo económico".

Al rato Stalin le refirió: "En el Cáucaso existen dos pueblos denominados "Bramuglia", igual que su ex canciller". Bravo se sorprendió y recordó para sí la desinteligencia existente entre Atilio Bramuglia y Evita, y al momento el propio Stalin preguntó por la situación local tras el deceso de la esposa del presidente. "Señor embajador, ¿la trascendencia de Eva Perón se debía a su propia personalidad o al hecho de ser la esposa del Presidente? "Evita, -respondió Bravo- tuvo la oportunidad de hacerse conocer por ser, desde la primera hora la más estrecha colaboradora del general Perón. El hecho de haberse convertido en esposa del abanderado de un gran movimiento aumentó, por cierto, sus posibilidades. Pero a partir de allí su fervor, su apasionamiento por las causas de los humildes, su trabajo constante en favor de los necesitados la convirtieron por derecho propio, en una de las dos figuras más importantes del peronismo y de las que más influencia han tenido en la política nacional de los últimos años".

Finalmente, en cuanto a política argentina, el Mariscal le preguntó sobre los objetivos estratégicos del peronismo y su desarrollo económico, sentenciando que "El único camino que les queda a las naciones de América Latina es unirse en una federación para resistir con más probabilidades de éxito los embates de las potencias capitalistas".

* Licenciado en Ciencia Política. Miembro de los Institutos Nacionales Eva Perón, Newberiano y Nacional Juan Manuel de Rosas.