SE REEDITO "VIDA DE ESTE CHICO", EL LIBRO QUE ES UN TESORO DE LA LITERATURA NORTEAMERICANA

Redención en primera persona

Debido a la visita de Tobias Wolff para participar en el Filba, volvió a las librerías, a través de Alfaguara, su admirada obra autobiográfica. Fue llevada al cine en 1993 con Leonardo Di Caprio y Robert De Niro como protagonistas.

La escuela no le interesaba, se emborrachaba con frecuencia y no dejaba de meterse en problemas: a comienzos de la década del "60, Tobias Wolff era un adolescente desorientado tratando de escapar de una familia disfuncional en un pequeño pueblo norteamericano.

Autor de varios libros de relatos ("La noche en cuestión", "Cazadores en la nieve"), novelas ("Vieja escuela", "Ladrón de cuarteles") y libros autobiográficos ("En el ejército del faraón", "Vida de ese chico"), el escritor nacido en Alabama en 1945 es uno de los más dignos exponentes de la nueva narrativa de la región, un hombre que supo reinterpretar con sutileza el legado de sus escritores predilectos, Scott Fitzgerald y Ernest Hemingway.

"Era el año 1955 y viajábamos en coche desde Florida a Utah para escapar de un hombre al que mi madre temía y para hacernos ricos con el uranio. Ibamos a cambiar nuestra suerte". Así inicia Wolff el relato de uno de los períodos más sombríos de su vida, cuando tenía diez años y aceptaba a regañadientes la vida itinerante que había dejado como marca el divorcio de sus padres.

El escritor presenta un relato potente centrado en esos años de inestabilidad, cuando su madre lo llevó a Salt Lake City para huir de un ex novio, Roy. Más adelante, el hombre los encuentra y ellos vuelven a escaparse, esta vez a Seattle, para acabar viviendo en un pequeño poblado rural con Dwight -el nuevo padrastro- y Pearl, Skipper y Norma, sus hijos.

EL DESAMPARO

A pesar de que las dificultades y el desamparo que campean en este itinerario errabundo que describe en "Vida de este chico" -flamante relanzamiento de Alfaguara-, el autor no se conforma con una visión atormentada de la vida y opta por cruzar el tono de crónica desolada con un humor recurrente con el que recrea anécdotas y situaciones que desafían el pesimismo de una autobiografía cruda.

Toby o Jack -como le gusta llamarse a sí mismo a Wolff en homenaje a Jack London- recrea entre mapas, whiskies, peleas, amistades y traiciones la esencia de la América de los años "50, que marcará decididamente su juventud y prefigurará un futuro ligado a la literatura.

Y lejos de mostrarse indulgente, el escritor testimonia con una mirada sin piedad los errores del chico que alguna vez fue, con la exagerada noción de su culpabilidad y la aceptación de su incapacidad para ser mejor, pese a sus muchos intentos.

CERCA DEL ABISMO

"No necesitaba ver las lágrimas en los ojos del señor Welch para saber que había hecho algo vergonzoso. Lo supe cuando entramos en el patio de la granja y vi el lugar a la luz del día. Todo lo que vi después hizo más profundo mi convencimiento. Esta gente no lograba salir adelante. Estaban cerca del abismo y yo les había empujado un poco más aún", cuenta Wolff en primera persona.

Toby da a entender que desea cambiar de vida y ascender en la escala social y, según confiesa él mismo en varias ocasiones, desea ser un buen estudiante, ir a la universidad y vivir una vida convencional, pero en vista de que no logra destacarse en los estudios -primer paso para alcanzar lo que busca- opta por disimular esta incapacidad revistiéndose de un aire rebelde y acabará mintiendo, robando y viviendo, en definitiva, en una impostura.

"Mientras yo continuaba con mis amigos Taylor y Silver haciendo todo tipo de fechorías, rompíamos los cristales de la escuela, abríamos los coches que estaban aparcados para quitarles el freno de mano y que se estrellaran, y el que la policía se preocupara de estas cosas nos daba aún más ganas de hacerlas. Pero lo que más hacíamos era robar, yo creía que era un ladrón profesional, robaba todo lo que podía, incluso cosas que no me interesaban, por el simple placer de robar", narra el personaje.

LA SALVACION

Por fin, un día el joven consigue la oportunidad de dejar el pequeño poblado donde vive cuando es aceptado en una prestigiosa escuela, que marcará el principio de su reinserción social.

Wolff forma parte de una interesante generación de autores que junto a Raymond Carver y Richard Ford actualizó a partir de los "80 el realismo de Hemingway y Cheever, a partir de historias pequeñas construidas de silencios inquietantes.

Su singularidad es que logró imponer un estilo propio a partir de la resignificación de su biografía, ya que además de publicar en 1989 "Vida de este chico" (llevada al cine en 1993 por Michael Caton-Jones como "Mi vida como hijo", con Robert De Niro y Leonardo Di Caprio), escribió "En el ejército del Faraón" (1994), sobre su experiencia en la guerra de Vietnam.

Docente en la Universidad de Stanford desde 1997 y ganador del Premio Pen/Faulkner, sus mejores cuentos están en la antología "Aquí comienza nuestra historia (2008)", que reúne veintiún relatos publicados más diez inéditos.

"Es muy difícil escribir la novela perfecta, pero con los cuentos uno piensa que quizás sí puede hacerlo. Es un sueño. Quizás sí puedo hacer algo perfecto en este mundo", aseguró alguna vez este hombre que llegará a la Argentina para participar en el Quinto Festival Internacional de Literatura de Buenos Aires (Filba), el tradicional encuentro que este año tendrá lugar en dos ciudades: Buenos Aires y Santiago de Chile.

El Filba 2013 -con Colombia como país invitado- se celebrará en Buenos Aires del 25 al 29 del actual, y en Santiago de Chile del 28 de este mes al 1º de octubre.

Tobias Wolff y el crítico musical británico Simon Reynolds son los invitados estrella del festival, que contará también con el danés Carsten Jensen, el mexicano Emiliano Monge y el brasileño Sergio Sant"Anna, entre otros intelectuales extranjeros.