Vacuna. ARCHIVO
En el comienzo del último mes del año nos encontramos un mercado alcista, al compás de las buenas noticias. Recordemos que la Bolsa estadounidense había caído casi un 30 por ciento por culpa del virus chino. Wall Street cerró ayer con un triple récord del Dow Jones (30.218 puntos), el S&P 500 (3.699) y el Nasdaq (12.464).
Así las cosas, el Dow acumula una suba del 5% en 2020. Parece poco pero piense, amigo lector, en el contexto pandémico. A mi juicio, la recuperación fue excelente y corona un largo ciclo alcista acicateado por las buenas políticas económicas tanto de Barack Obama como de Donald Trump. Y por los planes de estímulo monetario, por supuesto. El actual jefe de la Casa Rosada arrancó con un Dow en 18.000 puntos. Admirable creación de riqueza.
El mercado estadounidense ve con optimismo las noticias sobre las vacunas en ciernes. Y los expertos esperan que cierta debilidad del crecimiento económico sea largamente compensada con nuevas medidas de estímulo fiscal. Ayer, se informó que la economía de EE.UU. añadió 245.000 empleos en noviembre, muy por debajo de la cifra del mes anterior, de 638.000, y de los 440.000 que estimaban los analistas.
Veamos otros mercados. El oro acumuló este año una suba del 18 %. Cerró ayer en 1861,60 dólares. Sigo pensando que tiene aún recorrido alcista, dado que muchos inversores tienden a protegerse del festival de emisión monetaria que cunde por doquier. Su piso es 1.750 dólares. El año que viene lo espero en la zona de los u$s 2.100/2.200.
El petróleo de Texas subió hasta los 46,26 dólares el barril. Es llamativo. En el año redondea una caída del 25 %. Hagamos memoria. Arrancó 2020 cerca de los u$s 60 y se desplomó por el desajuste que provocó el covid-19. Se paralizó el consumo. En algunos renglones la demanda se derrumbó un 90 %, me comentaban fuentes del sector. La oferta, un 70 %. Esa diferencia es la que explica el bajón de precios. De ahora en más, no descartó movimientos correctivos (el piso podría ser los u$s 38), pero cuando se normalice la actividad su destino son los u$s 60 otra vez.
Quisiera resaltar que la OPEP decidió esta semana aumentar gradualmente su producción a partir de enero en hasta 2 millones de barriles diarios (mbd) a razón de un máximo de 0,5 mbd por mes. Hay confianza en la recuperación.
La niña de mis ojos es hoy el bitcoin. Opera en los alrededores de 19 mil dólares, después de haber batido otro récord durante la semana. En 2020, estamos en (suenen las trompetas) un 170 % positivo. Había comenzado en los u$s 7.300. La pandemia lo llevó a los 4.000 a fines de marzo y de ahí a los casi 20.000 de la actualidad. Se ha notado que es la opción favorita de una nueva camada de inversores. No descartó una corrección hasta los 17.000 o un poco más, gran oportunidad para quienes crean -como un servidor- que buscará más temprano que tarde la cota de los 25.000. Hay quien piensa que podría llegar a los 40 mil cuando los bancos acepten operaciones desde billeteras electrónicas de criptomonedas.
El panorama argentino no presenta cambios. El Gobierno tuvo éxito en enfriar la escalada del dólar libre, apuntalado por el estacional aumento de la demanda de pesos. Siempre recuerdo las enseñanzas de mis primeros maestros financieros: ningún Banco Central puede cambiar una tendencia del mercado, a lo sumo demorarla o morigerarla. Al Gobierno argentino le quedan balas en la cartuchera y, como hemos visto, carece de escrúpulos a la hora de manotear o malvender activos. Pero nada es para siempre.En 2021, espero que retome el camino alcista hacia los 250 pesos. El mercado no ve horizontes de razonabilidad. Ni siquiera ve un plan. Ve sí, con suma preocupación, que el kirchnerismo afila la cuchilla para ajustar cuentas con el Poder Judicial.