Carlos Sorín: "Hace falta mucho valor para enfrentar a la muerte"

El director de "La película del rey" regresa con un filme para Netflix protagonizado por Valeria Bertuccelli y Esteban Lamothe sobre una mujer con cáncer que enfrenta los últimos días de su vida.

 

Carlos Sorín estrena este martes 24 por Netflix "El cuaderno de Tomy", filme basado en los últimos días de vida de María Vázquez, quien en su lecho de muerte, con humor e ironía, enfrentó el final de su vida mientras escribía un libro para su hijo de tres años y compartía sus sentimientos en Twitter.

"A María muchos le resaltaban su valentía, pero ella decía '¿qué otra cosa queda?'. (Martin) Scorsese dice exactmente lo mismo y es algo que me sorprendió. Yo creo que hace falta tener mucho valor para enfrentar a la muerte", dijo Sorín en una entrevista.

El filme comienza con María (Valeria Bertuccelli) ingresando, en camilla, al sanatorio, mientras habla con su marido Sebastián (Esteban Lamothe). La primera escena ya da cuenta de lo que el propio Sorín quiso reflejar: "No es una biopic, es sobre un clásico del cine, que es el triunfo del amor sobre la muerte".

La cinta no cae en golpes bajos, sino que trata con total naturalidad un tema que para muchos es tabú, pero que para la propia María, según lo dejó escrito en su blog, era: "Tener cáncer es como tener gripe: nada vergonzoso, sólo mil veces peor".

"Ella tenía esa cosa socarrona -dice el director-. Era muy atractiva en su forma de ser. Lo que tiene valor es que ella no cambió hasta el último día. Nunca se derrumbó".

Se trata del noveno largometraje de ficción de realizador que comenzó en 1986 con "La película del Rey" y dirigió en 1989 al ganador del Oscar Danny Day Lewis en "Eterna sonrisa de New Jersey".

"Es un película que se basa en la actuación de todos y en especial de Valeria. Ella leyó el libro, tuvo entrevistas con algunas amigas de Maria y con su esposo. Fundamentalmente, tuvimos muchas entrevistas con el doctor Lucio Criado, que fue el que la atendió los últimos días", dijo Sorín.

-Carlos, ¿cómo trabajaste con Valeria un papel tan duro?

-El tema más que el universo interno, que ella lo percibió, era la cantidad de datos externos, como lo flaca que estaba, la sonda, la morfina, hacer una graduación a lo largo de la película. Teníamos permanentes consultas con el doctor.

-¿Cómo llegás vos a la película?

-Leí ese libro, por una propuesta de Pampa Films, y vi una charla TED del viudo. Lo que me fascinó fue ese humor sarcástico, desfachatado, en momentos tan extremos y dramáticos. Eso me parece lo mas atractivo. Y a partir de ahí tuvimos mas de un año con las amigas, Sebastián y con el médico y otros médicos tratando de obtener información.

-En la película también se toca la eutanasia y la muerte digna.

-Mi objetivo era ser fiel a lo que fue ella. Era la película de María, eso no lo podía distorsionar. Con respecto al tema de la eutanasia es un tema muy atrayente, pero yo no quería entrar en él porque iba a eclipsar a María y a los seres queridos. Igual el tema está ahí, planteado.

-Tu hijo (Nicolás) no hizo la banda de sonido, pero tu nieto hace el papel del hijo de María.

-Algún Sorín tenía que meter, ¿no? (Risas) Mi nieto vivió siempre en los escenarios tanto por su padre como por su madre (Lula Bertoldi), así que estaba muy acostumbrado. A él lo presenté junto con varios más y enviamos una terna a Netflix. Por obvias razones, le cambié el apellido por el de madre y salió elegido. Fue una relación muy fácil, tuvo una muy buena relación con todos, sobre todo con Esteban y Valeria, yo intenté no intervenir.

-¿La película te hizo replantear algo sobre la muerte?

-Yo tengo 76 años, no es un tema lejano ni indiferente, es un tema inevitable. No sé si me hizo replantear, pero los dos años que estuve con el guión, la presencia conceptual de la muerte era muy pesada. Como venía de trabajar dos años seguidos sobre la serie de Cromañón (se encuentra en búsqueda de financiamiento), el tema de la muerte me estaba matando, sobre todo las muertes injustas.

-Las redes sociales la ponen a María en los primeros planos, pero en un momento el pedido de entrevistas y los requerimientos parecen agobiarla, al menos en la película.

-Ella era bloguera, trabaja mucho en redes. Yo no uso redes, así que toco de afuera, pero sé que todo lo que escribió ella fue el material para construir los textos y los diálogos. Ella fue una suerte de coguionista. Era muy inteligente e interesante.

-Por otro lado, ¿Seguís trabajando en la serie sobre Cromañón y otra sobre el perito Francisco Pascasio Moreno?

-Son dos proyectos con dos productoras distintas. Supongo que el tema de la cuarentena y la imposibilidad de hacer un protocolo han frenado las negociaciones. Como fui contratado para escribir y dirigir, no participé en el negocio. Igual, recién estaba en unas primeras versiones de guión.