El dengue en tiempos de pandemia

El Instituto de Investigaciones e Ingeniería Ambiental (3IA) de la UNSAM y el CONICET publicaron recientemente una investigación que establece la presencia del mosquito transmisor del dengue en la ciudad de San Antonio Oeste, en Rio Negro, y en Tandil, provincia de Buenos Aires.

Alejandra Rubio, del Grupo Ecología de Enfermedades Transmitidas por Vectores del 3IA de la UNSAM, participante de la investigación agrega que: "En ese trabajo presentamos además un modelo de distribución que muestra la existencia de condiciones favorables para el desarrollo del mosquito en muchas otras localidades que se encuentran más al sur de los límites de distribución que conocemos actualmente para este vector".

La investigación, publicada en mayo de este año en la revista científica Memórias do Instituto Oswaldo Cruz modifica el conocimiento previo sobre la extensión geográfica del Aedes Aegypti en sudamérica, al detectarlo en localidades fuera de los límites de distribución conocidos hasta el momento.

Se trata de las localidades más extremas reportadas para el Aedes aegypti: San Antonio Oeste es el registro más al sur y Tandil la ciudad con el promedio de temperaturas anuales más frías en que se descubrió la presencia del mosquito (14.17°C).

Esta distribución en zonas de menor temperatura actualiza la necesidad de implementar vigilancia y control del mosquito Aedes aegypti, transmisor de la fiebre amarilla, dengue, Zika y chikungunya.

 

DINAMICA ESTACIONAL

La ecóloga Sylvia Fischer del Grupo Estudio de Mosquitos de la FCEN UBA explica que para que exista una epidemia de dengue en el país son necesarias dos cosas: el ingreso de casos importados, por un lado y la abundancia de poblaciones de mosquitos Aedes aegypti, por el otro.  "Nosotros no tenemos dengue todo el año, entonces si o si son casos importados que infectan a nuestros mosquitos y nuestros moquitos después lo reproducen" aclara la especialista.

Los investigadores sostienen que las acciones para la eliminación de criaderos deben realizarse durante todo el año. Al mismo tiempo, hay coincidencia de que en las zonas templadas "de junio a setiembre es buen momento para eliminar los huevos de mosquito, ya que justamente no hay adultos volando que vuelvan a ponerlos", resume sobre el tema la doctora en biología Sylvia Fischer, que lleva 20 años estudiando el tema.

Y especifica al respecto, "que no haya transmisión de dengue todo el año tiene que ver con la estacionalidad térmica -o hídrica en provincias de clima subtropical como Salta y Misiones- que hace que prácticamente en todo el país haya una temporada de abundancia alta y otra de abundancia baja de las poblaciones de mosquitos Aedes aegypti".

Walter Almirón, director del Grupo Mosquito del Centro de Investigaciones Entomológicas de Córdoba UNC CONICET, relata que "en Córdoba nosotros vimos que las poblaciones de mosquitos adultos empiezan a aparecer en octubre, en noviembre y diciembre aumentan, y en febrero ya se ve la mayor abundancia"

  "Si se espera a enero o febrero para empezar con acciones es tarde porque ya se produjo el pico de la población de mosquitos.  Todo lo que es prevención en un clima templado como el de Córdoba se tiene que hacer en invierno, y cuando empieza la primavera ya se tiene que haber empezado con el saneamiento ambiental", sostiene Almirón.

 

ETAPAS DEL AEDES

Cada una de las etapas que atraviesa el mosquito Aedes aegypti tiene un límite de temperatura mínimo necesario para que el continúe su ciclo de desarrollo. Así lo explica Fischer: "Los adultos son menos resistentes al frío, las larvas y las pupas son más o menos intermedios y los huevos de mosquito son mucho más tolerantes al frío".  Las investigaciones realizadas en el país coinciden en estimar en alrededor del 70 por ciento la cantidad de huevos de mosquito que sobreviven el invierno completo en regiones templadas como la ciudad de Buenos Aires o la provincia de Córdoba.

Sobre la etapa de larvas, en un estudio reciente del Grupo Estudio de Mosquitos (GEM) de FCEN-UBA, en colaboración con ILPLA-CONICET del que participó Fischer se estableció, por primera vez, que las larvas del Aedes aegypti pueden continuar su desarrollo hasta convertirse en adultos con temperaturas de sólo 12 °C. Es decir, por tiempos prolongados por debajo de esta temperatura las larvas no pueden completar su desarrollo para pasar a la etapa de mosquito adulto.

Realizada en condiciones estables de laboratorio y publicada en octubre de 2019 en el Journal of Medical Entomology esta investigación revela temperaturas menores a las encontradas hasta el momento en otras partes del mundo.

Si bien Fischer aclara que la prevención hay que realizarla durante todo el año, argumenta que "la ventaja de esta época es que si nosotros nos deshacemos de los huevos en este momento no es que van a venir mosquitos adultos a poner más" refiriéndose al periodo de invierno y primavera en que todavía no hay adultos volando.

Raquel Gleiser, docente de la UNC, investigadora independiente del CONICET y miembro de Grupos de Investigación sobre Mosquitos en Argentina (GIMA) coincide: "en la zona centro del país el mejor momento para eliminar huevos y larvas es en el invierno. Me refiero a eliminar recipientes, asegurarse que tanques y reservorios de agua estén herméticamente cerrados, etc. En ese momento, dadas las bajas temperaturas en Bs As y combinado con un clima más seco como el de Córdoba, la población de mosquitos está en general en estado de huevo, concentrada espacialmente en los recipientes".

En las zonas de clima subtropical la disminución de la cantidad de mosquitos depende más de la escasez de lluvia que de las bajas temperaturas.  "En el norte del país, si bien se observan menos mosquitos en el invierno, están activos todo el año. Además, el clima húmedo favorece la formación de criaderos que pasan desapercibidos en cavidades naturales de plantas".

"Sus huevos resisten periodos de sequía, a la espera de que el criadero se llene con agua para eclosionar", agrega Gleiser.

Laura Wiñar

 

 

 

PREVENCION
"Como se sabe, las hembras ubican los huevos en las paredes de envases o espacios que puedan acumular agua, en zonas húmedas y a la sombra", destaca Fischer.
Sobre las acciones más efectivas a llevar a cabo en el domicilio aclara que para eliminar estos huevos de mosquito de menos de 1 milímetro de tamaño "depende mucho del tipo de recipiente, si se puede cepillar está perfecto. Lo ideal es cepillarlo y darlo vuelta para que no junte agua, porque si no la próxima hembra que vendrá pondrá los huevos ahí y persiste el problema. Hay algunos recipientes en los que eso no es tan simple, pero el agua hirviendo mata los huevos. Esta opción es más sencilla para efectuar en una rejilla", ejemplifica.
Gleiser del GIMA recuerda que el Aedes Aegypti también puede aprovechar para criar en los huecos de los árboles, o las axilas de plantas como las bromelias, que juntan agua y agrega que "en ambientes urbanos, la estrategia de poda, si está bien hecha, reduce la formación de huecos".
Sobre la relación entre la mayor permanencia en los hogares por la pandemia y la alta cantidad de casos de dengue entre marzo y junio de 2020, Walter Almirón de la Universidad Nacional de Córdoba reflexiona: "No sabemos a ciencia cierta qué hubiera pasado si no hubiera habido COVID, sí sabemos que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ya el año pasado venía alertando que el número de casos de dengue estaban aumentando en la región".
En agosto de 2019 la OPS informaba de un nuevo ciclo epidémico de dengue para América y en noviembre ratificaba que se trataba de un récord histórico en el continente.  "Cuando están aumentando los casos en Paraguay, en Brasil, en Perú o en Bolivia, es muy probable que la oleada llegue acá" sintetiza Almirón.
Durante el brote de dengue 2020, el mayor registrado en el país hasta el momento, se reportaron 56 mil casos confirmados de la enfermedad, un 35 % más que durante 2016, la anterior epidemia de más cantidad de casos.
Los primeros casos autóctonos comenzaron a registrarse a fines de 2019 y en el mes de marzo de este año hubo un marcado incremento. El brote se extendió hasta junio y fue especialmente fuerte en el norte (sobre todo Tucumán y Jujuy) y centro del país (CABA y Buenos Aires principalmente). Por otra parte, durante 2020 Argentina registró la circulación de tres serotipos de dengue, conocidos como DEN-1 (72%), DEN-4 (26%) y DEN-2 (2%).
Para Gleiser del GIMA, la cuarentena representa "una valiosa oportunidad para que la gente se detenga a examinar su entorno inmediato, tome conciencia  -y actúe en consecuencia- sobre la oferta de criaderos que involuntariamente ofrecemos. Ciertamente es una tarea que debe mantenerse en el tiempo para lograr algún efecto, combinada con otras cuestiones como son la adecuada planificación urbana, redes de agua potable, manejo de aguas servidas y de residuos, entre otras".