Desde la última columna, hemos visto que el Dow Jones ha logrado mantenerse por encima de los 27.500 puntos. Los últimos días han sido muy volátiles, porque estamos atravesando una corrección, que -como escribimos la semana pasada- se debería al descubrimiento de algunos grandes fondos de que están demasiado expuestos a activos volátiles del Nasdaq, como Apple, Tesla, Zoom, Uber. Eso originó una venta de cartera para mitigar la exposición. Como consecuencia se desató un efecto cascada en Wall Street. El Nasdaq perdió 4,6% en esta semana y los medios informativos destacan que fue la peor de marzo. Cerró en 11.087,40 puntos. Acumula este año un alza de casi el 30%.
Hay un caso particular muy interesante. Las acciones de Tesla se desplomaron 21% el martes. El mercado esperaba que la empresa de Elon Musk fuera incluida en el Standard & Poor 500 esta semana, pero sorpresivamente no fue así. Tesla no entró al prestigioso indicador y para muchos inversores fue un shock, aunque conceptualmente no se trata de un hecho tan terrible. No olvidemos que Tesla que venía de 500 dólares y monedas no hace tanto y llegó a valer 2.500 (el primer día del split fue 500 por cinco).
Este movimiento en la Bolsa de Estados Unidos no deja de ser una corrección suave. Hay que ver el fenómeno en perspectiva y no asustarse con el cortísimo plazo. El S&P estaba en los 2.500 no hace mucho y en el momento en que escribo este artículo cierra en 3.340. Mi predicción es que los próximos días serán de una enorme volatilidad.
No se olvide lector que el 3 de noviembre hay elecciones en Estados Unidos. Hasta entonces habrá turbulencias, avivadas al calor de las encuestas. Donald Trump venía muy atrás y ahora ya se habla de empate. El jefe de la Casa Blanca fue nominado al Premio Nobel de la Paz y asegura que la vacuna contra el virus chino está al alcance de la mano.
Por otra parte, el oro está en 1.950; había caído a 1.900 pero enseguida rebota. Repetimos la idea de que, junto al bitcoin, se ha convertido en el refugio favorito de ese segmento del mercado que descuenta tensiones inflacionarias por la colosal emisión de billetes. Espero al metal precioso en 2.100 muy pronto.
En cuanto al petróleo, tuvo un golpe esta semana (-6,1%) pues algunos analistas temen que el rebrote de la neumonía de Wuhan en algunos países cause un menor consumo de combustible. Si bien puede que la demanda no esté aún a la altura de ciertas expectativas, en lo personal lo veo cerca de su piso (37,33 dólares el barril) y rápidamente vamos a ir a recuperar el terreno perdido, hacia los 44 y 45 dólares, y luego más allá.
El bitcoin, por su parte, corrige hacia los 10 mil o 9.800 puntos. Ahí, gran oportunidad de compra pues apuntará hacia la zona de los 15.000.
La semana pasada, mencionamos la posibilidad de un boom de la soja como consecuencia del tandem tasas cercanas a cero en Estados Unidos y dólar debilitado. Agréguele lector los datos del Departamento de Agricultura de USA de las últimas horas que confirman una reducción de tres millones de la cosecha de la oleaginosa en la Unión (117,38 millones en total), al tiempo que China aumenta las compras (un millón más desde agosto) y hay peligro de sequía en Brasil. ¿Hace falta recordar que la soja es la principal fuente de divisas de la Argentina?
OBSESION VERDE
Tengo la sensación de que el tipo de cambio en la Argentina está atrasado. No me parece que los intentos del Gobierno para cerrar la brecha entre el oficial y el blue vayan a dar resultado. Los 130 pesos de hoy -a mi juicio- son el piso; se encaminará hacia los 180 y 200 más temprano que tarde.
Me han preguntado si creo que el Gobierno seguirá manteniendo la cuota de 200 dólares ahorro. No soy adivino. Sólo puedo arriesgar que, con las arcas del Banco Central casi vacías, me parece una locura seguir con la venta al público. Hasta donde sé, hay varios funcionarios que piensan lo mismo.