CLAVES DEL SUBDESARROLLO

El Día de la Liberación Fiscal en la Argentina

Por Iván Cachanosky *

¡Feliz día de la liberación fiscal! Aunque para ser sinceros, no hay nada que festejar. Esta semana, Argentina llegó al día de la liberación fiscal el 3 de agosto; es decir, el día en el que la mayoría de los trabajadores dejaron de trabajar para el Estado y comenzaron a trabajar para ellos mismos. El hecho de que el 3 de agosto sea el día de la liberación fiscal para la mayoría en Argentina, implica que estas personas trabajan casi un 60% para el Estado (214 días) y sólo un 40% para ellos mismos. 

Claramente, la balanza se encuentra muy desproporcionada. Por otro lado, no sólo los trabajadores deben contribuir en grandes cantidades al Estado, sino que éste, no brinda buenos servicios con los ingresos recibidos. Además, la cifra de 214 días trabajando para el gobierno supera el promedio de los últimos diez años ubicada en 206 en el día de la liberación fiscal. Para peor, se encuentra aún más alejado de los 184 días (4 de julio) que se representaban en el 2011. A partir de entonces, la situación fue empeorando con algunas mejoras relativas. Nótese, que desde el 2011 en adelante siempre se ha trabajado más de la mitad del tiempo para un Estado en un contexto donde la economía se encuentra estancada casualmente desde esa misma fecha. Cobrar más impuestos pareciera no estar dando resultados. La mayor carga se alcanzó en el 2015, cuando la mayoría de los trabajadores lo hicieron para el Estado 223 días (62% del año). Luego, se observó una mejora relativa hasta el 2018, logrando reducir la cantidad de días hasta 200, para nuevamente volver a incrementarse en los últimos dos años. No hay caso, Argentina está entrampada fiscalmente por no reducir el gasto público. 

Hasta los países nórdicos, conocidos por su presión tributaria elevada, trabajan menos días para el Estado que en Argentina, con la gran diferencia de que allí sí, los servicios que brinda el Estado son de mejor calidad. Según un estudio realizado por Deloitte en el 2019, los emprendedores de Noruega trabajan 164 días para el Estado, siendo el 13 de junio el día de la liberación fiscal. Por su parte, los trabajadores en Suecia destinan 192 días al Estado, liberándose de esta carga el 11 de julio. Por supuesto, también hay ejemplos donde la mochila del Estado es aún menor, como es el caso de Rumania (114 días), Bulgaria (121 días) o Reino Unido (148 días). 

El caso de Argentina no es sólo más grave por la cantidad de días, sino porque además posee problemas estructurales en su macroeconomía. Uno de sus principales desequilibrios son los recurrentes déficit fiscales que se acumulan a lo largo de los últimos 60 años. El problema es que, los gobiernos de turno optan por exprimir a los trabajadores en lugar de reducir el gasto público. Es por esta razón que el día de liberación fiscal es tan alto en Argentina y, para variar, con desequilibrios macroeconómicos y con un Estado que brinda servicios de muy baja calidad. 

Esta semana también, Argentina ha logrado un acuerdo con los acreedores por la negociación de la deuda. Es una condición necesaria pero no suficiente, para recuperar la confianza en la economía y en los mercados internacionales. Es una buena noticia, pero que debe ir acompañada de señales más concretas para revertir la decadencia de Argentina. Una de estas señales más concretas sería reducir la carga impositiva que sufren los trabajadores para que éstos trabajen menos días para el Estado y que, por una vez, el que se ajuste el cinturón sea el Estado. 

* Economista Jefe de la Fundación Libertad y Progreso.