Terremoto tripero

El baúl de los recuerdos. La Plata vivía otra edición del clásico en el Apertura 1992. El 0-0 en la cancha de Estudiantes se quebró con un tiro libre del uruguayo José Perdomo tan festejado por los hinchas de Gimnasia que se sintió como un sismo de 0,3 grado. Al menos, según el mito popular.

El clásico platense se desarrollaba con el permanente temor de los protagonistas de cargar con el peso de la derrota sobre los hombros. El 0-0 en la vieja cancha de Estudiantes se antojaba casi inamovible. No podía el Pincha. Tampoco Gimnasia. El resultado parcial y el trámite del partido también eran lógicos en función de los pobres desempeños de uno y otro en ese torneo Apertura del ´92.  De pronto, un tiro libre para el visitante. Le pegó el uruguayo José Batlle Perdomo y marcó el único gol del partido. El festejo fue estruendoso, tanto que se registró en los sismógrafos de la Ciudad de las diagonales… Tanto que desde ese 5 de abril de 1992 se lo conoce como el Gol del terremoto.

Iban 9 minutos del segundo tiempo cuando el árbitro Juan Bava sancionó una infracción a unos 35 metros del arco de Arturo Marcelo Yorno. El encargado habitual de los tiros libres en el equipo de Gregorio Pérez era Carlos Odriozola, el flaco y alto volante ofensivo. Sin embargo, se paró a su lado Perdomo, un volante central ciento por ciento exponente de la garra charrúa y con un rico pasado en Peñarol y también en la selección uruguaya, con la que ganó la Copa América de 1987, disputada en suelo argentino. Pidió hacerse cargo de la ejecución. Su compañero le dio la oportunidad. El remate, no muy potente pero bien colocado, entró bien abajo, a la derecha del guardavalla pincharrata, que ni siquiera atinó a reaccionar.

Los casi diez mil espectadores visitantes que se apiñaban en los viejos tablones de la cancha de Estudiantes estallaron. Fue un alarido de gol descomunal, de alivio… de una magnitud impresionante. El desahogo fue tal que el Observatorio Astronómico de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la Universidad Nacional de La Plata, ubicado a 600 metros del estadio, detectó un pequeño temblor de una magnitud de 0,3 grado en la escala de Richter.

El movimiento no quedó asentado oficialmente pues los sismógrafos registran fenómenos naturales y el que provocó la hinchada tripera fue artificial. En cambio, los operadores del observatorio dan fe de que los instrumentos captaron el particular hecho. Por lo tanto, más allá de no ser un terremoto en términos formales, algo pasó. Eso es seguro. Lo cierto es que el mito en torno del gol se agigantó al punto que se llegó a decir que en realidad había alcanzado los 6 grados de magnitud en la escala de Richter, un valor definido entre moderado y fuerte y que tiene efectos destructivos apreciables.

Por si fuera poco, la cadena estadounidense de noticias CNN pidió las imágenes con el audio original para ilustrar un informe que demostraba que era posible que la intensidad de la pasión de los hinchas sacudiera la tierra.

Con el paso del tiempo, los especialistas dejaron en claro que el terremoto en términos reales no existió, sino que fue producto de una vibración fortísima provocada por los hinchas y que se vio aumentada por el movimiento de los tablones de la tribuna. Pero en el imaginario popular no sólo existe, sino que ocupa un lugar privilegiado entre los mejores recuerdos de los hinchas de Gimnasia. Hasta Perdomo se ganó el apodo de Terremoto entre el público mensana. Su gol le permitió al Lobo interrumpir una extensa racha de 16 años sin victorias en la cancha de su rival de siempre. Por si fuera poco, fue el punto de inflexión para que el equipo de Gregorio Pérez mejorara su rendimiento hasta finalizar en un quinto puesto más que digno, mientras que Estudiantes nunca levantó cabeza y terminó 18º entre 20 participantes. Y, por eso, aunque la ciencia diga lo contrario, los triperos insisten en que ese día hicieron temblar la tierra.

LA SINTESIS

Estudiantes 0 - Gimnasia 1

Estudiantes: Arturo Marcelo Yorno; Juan Carlos Ramírez, Pablo Erbín, Juan Fontana, Leonardo Squadrone; Raúl Aredes, José Pezoa, José Soto, Rubén Capria; Félix Torres, Freddy Vera. DT: Eduardo Flores.

Gimnasia: Rolando Cristante; Guillermo Sanguinetti, Jorge San Esteban, Darío Ortiz, Sergio Dopazo; José María Bianco, José Perdomo, Carlos Odriozola, William Gerardo Miranda; Guillermo Barros Schelotto, Hugo Guerra. DT: Gregorio Pérez.

Incidencias

Segundo tiempo: 9m gol de Perdomo (G); 17m Sergio Almirón por Pezoa (E); 20m Omar Andrés Mónaco por Barros Schelotto (G).

Cancha: Estudiantes. Arbitro: Juan Bava. Fecha: 5 de abril de 1992.