Gladys Florimonte, la antidiva­

La actriz estrenó `La chancha', de Franco Verdoia, por la pantalla de Cine.Ar­. Lejos de los personajes humorísticos a los que está acostumbrada, se sumerge en un drama basado en la historia del propio director. Cansada del confinamiento obligatorio espera que todo pase lo más rápido posible.­

Gladys Florimonte tiene claro es una actriz popular. Sus trabajos, siempre ligados al humor, la llevaron a convertirse en una de las pocas humoristas que logró permanecer en el tiempo. ¿El secreto? Trabajar, y mucho. Como si se tratara de una obra en construcción, cada ladrillo de su carrera lo hizo sobre la base de mucho esfuerzo. Sin dudar en viajar quinientos kilómetros en micro para ofercer sus espectáculos, o subir a escenarios de teatros en los que la calle de entrada estaba sin asfaltar.­

Después de tantos años dedicada casi exclusivamente al humor, en los últimos meses tuvo la posibilidad de tocar otro matiz y quedó reflejado en `La chancha', la película de Franco Verdoia que ayer estrenó Cine.Ar. El filme, protagonizado por Esteban Meloni y Gabriel Goity, narra la historia de Pablo, que en medio de unas vacaciones familiares vive un inesperado reencuentro que actualiza un trauma de su niñez. "Mi personaje es la esposa del Puma (Goity), que vive una vida muy tranquila, en la ignorancia, y desata un poco todo el conflicto. Está muy enamorada de su marido, lo apoya en todo. Es un personaje muy difícil'', explica Florimonte del otro lado del teléfono.­

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LA EXPERIENCIA­

-¿Cómo trabajó el personaje?­

-Más que nada, con el director hicimos una improvisación previa al rodaje, durante casi diez días. Me explicó cómo era esa mujer. Fue espectacular la experiencia, maravillosa. Es un personaje muy difícil pero me van a poder ver en otro rol.­

-¿Cómo se sintió tocando otra cuerda más ligada al drama?­

-Me encantó porque fui guiada por Franco, que es un capo. Pude entender todo lo que me decía, lo que me pedía. La preocupación era si estaba dando lo que él me estaba pidiendo y ahora estoy muy contenta.­

-¿Le gustaría seguir trabajando con personajes dramáticos?­

-Sí, me encanta, pero con un director como Franco. Porque yo hago películas que son más light; pero este estilo me gustó mucho.­

-¿Cómo ve que se estrene a través de Cine.Ar?­

-Es un poco raro pero no tenemos en este momento otra manera. Después creo que en octubre, si Dios quiere, se va a estrenar en algún cine. Tengo fe de que esto va a terminar muy pronto.­

-¿Cómo está llevando esta cuarentena?­

-Al principio la llevaba bien, pero ya ahora hay un cansancio. Es mucho tiempo. Uno tiene que salir a trabajar, lamentablemente es así. Tomando los recaudos como corresponde, con el barbijo, la distancia, cuidándose...Si bien este es un virus que es muy contagioso, hay que tomar todas las precauciones, pero uno tiene que trabajar y empezar a moverse. Como artista siento que nadie se ocupa de nosotros. Nadie. Entiendo que hay otras prioridades pero también nosotros somos entretenimiento y estamos pasando un momento delicado. Hay compañeros que no tienen ni siquiera para comer. Es duro.­

-Además, es un rubro que va a tardar en volver.­

-Calculo que para octubre vamos a estar volviendo. Tengo mucha fe en eso, pero mientras tanto, ¿qué hacés? Decís `vendo todo y me voy', pero tampoco te podés ir a otro país. Hay que cuidarse y tratar de que esto pase lo más rápido posible y que las autoridades se ocupen también de la Asociación Argentina de Actores, que está pasando un momento duro. Es como que somos el último orejón del tarro. La gente piensa que uno es millonario pero no es así. Se sobreentiende que no vas a hacer teatro ahora porque sería una locura, pero poder salir un poco, caminar. Porque no te mata una cosa pero te mata la otra. Hay mucha gente que está con pánico. Todo el mundo se muere de coronavirus, nadie se muere de otra cosa. Yo ya empecé a estar molesta.­

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EN TODAS PARTES­

-¿Cuál fue el secreto para permanecer en el tiempo dentro de esta profesión?­

-Lo fui logrando con trabajo. No poniéndome en diva, agarrando lo que realmente tenía que hacer por más que fuese con gente desconocida, o de repente ir a un teatro que no tenía la calle asfaltada. He ido quinientos o seiscientos kilómetros en micros de larga distancia para laburar. Yo agarro todo, no soy de discriminar los trabajos. Tampoco voy a hacer cualquier cosa, pero de repente hay un show en un casamiento en La Matanza y te dicen `no le podés cobrar un montón'. Yo voy y lo hago.­

-En los últimos años muchos humoristas tuvieron que cambiar su manera de hacer humor. ¿Usted también tuvo que adaptarse?­

-No, yo no agredo a la gente. Más bien que no voy a decir una barbaridad o pegarle a una persona. Sé dónde están los límites y desde qué lugar y personaje lo hago.­

-¿Le gustaría volver al `Bailando'?­

-Sí, obvio, siempre. Es mi casa. A Marcelo (Tinelli) le debo todo porque si bien ya era conocida, era popular, el programa me hizo mucho más. Y yo gracias a que estuve ahí pude ahorrar y comprarme mi casa, mi auto y pude viajar.­

-Una vez que pase todo esto, ¿qué le gustaría hacer?­

-Tengo ganas de hacer televisión y volver con los shows. Algunas fechas ya se pasaron para octubre, y después prepararme para el verano.­

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