Aerolíneas Argentinas buscará proyectarse a otros mercados

El nuevo presidente de Aerolíneas Argentinas, Pablo Ceriani, confirmó en una entrevista con La Capital la intención de la empresa de proyectarse hacia destinos “hasta ahora no explorados” y habló del cambio de rumbo de la compañía de bandera nacional para “revertir la catastrófica situación financiera” en la que, según indicó, hoy se encuentra la empresa tras “una desregulación salvaje y desprolija que desplegó el anterior Gobierno”.

Ceriani asumió hace un mes al frente de la aerolínea, pero la conoce bien hace más de una década. En 2009 fue convocado por la administración de Mariano Recalde como jefe de Relaciones con el Estado, codo a codo con Axel Kicillof, por aquel entonces Director Financiero de Aerolíneas Argentinas. Más tarde sucedió en ese cargo al actual gobernador y desde allí ejerció la vicepresidencia hasta 2015.

El presidente Alberto Fernández y el gobernador bonaerense valoraron la experiencia y el conocimiento de Ceriani, a quien convocaron para desarrollar una nueva política aeronáutica al frente de Aerolíneas Argentinas que apunta a recuperar el estado de las cuentas de la compañía, posicionarse en el mercado y atraer el turismo internacional mediante “una política agresiva de promoción de los destinos turísticos de la Argentina en el exterior para atraer pasajeros y generar desarrollo”, dentro de la cual Mar del Plata tendrá un rol fundamental.

-Al volver a ser convocado para un cargo jerárquico dentro de Aerolíneas Argentinas, ¿en qué situación encontró la empresa después de estos cuatro años?

-Desde el punto de vista financiero, hoy Aerolíneas Argentinas está muy complicada y comprometida. Es uno de los peores años de la compañía. El 2019 tuvo necesidades de fondos por casi 600 millones de dólares, entre fondos que se le pidieron al Estado y deuda. Además se dejaron de pagar cosas y se agrandó la deuda. Es catastrófico. Muy pocas veces tuvimos situaciones de esta envergadura. Es casi como en 2009, tras la quiebra de Lehman Brothers y hasta peor que después del derribo de las torres gemelas en Nueva York. Es de ese nivel.

– ¿El problema es netamente financiero?

-Pasaron dos cosas. La crisis económica fue catastrófica desde el punto de vista del derrumbe de los ingresos de los argentinos en dólares: el ingreso per cápita cayó a la mitad y la compañía tiene su capital en dólares. El proceso de “revolución de los aviones” en realidad generó una desregulación excesiva y salvaje del mercado aéreo comercial, con una oferta que no era sustentable, porque se dieron permisos de vuelo, y se aprobaron vuelos y destinos con absoluta irresponsabilidad.

-La conectividad fue uno de los bastiones de la anterior gestión de gobierno, ¿qué fue lo que a su entender falló?

-Se generó un mercado sin regulaciones. Se permitió que la tarifa bajara todo lo que las empresas querían y eso generó un colapso del sistema que hace que todo el sector esté quebrado.  Los trabajadores aeronáuticos conocen bien la situación. El proceso de desregulación fue totalmente atípico. Se le permitieron vuelos de cabotaje a aerolíneas internacionales, algo que en otra parte del mundo no ocurre. Fue un proceso muy desordenado, donde dijeron que no estaba haciendo una desregulación pero la estaban haciendo. El Gobierno se aprovechó del desconocimiento de la mayoría de la sociedad sobre estas cuestiones, que son muy puntuales del sector aeronáutico. Vendieron más vuelos, más baratos, pero quebraron el sector y lograron que no sea sostenible. Nos vendieron espejitos de colores.

– ¿Cuál es la estrategia política y financiera para recuperar a la empresa entonces?

-Primero, trabajar todos los días para ser la más competitiva, con políticas de austeridad que vamos a llevar adelante para mejorar los números. Vamos tratar de mejorar el servicio en todos los frentes para que el pasajero nos elija y podamos brindar un servicio de mejor calidad. Vamos a afianzar el liderazgo en el mercado, que no perdimos, pero sí hemos retrocedido. Desde lo regulatorio es muy importante toda la política que lleva adelante la actividad aeronáutica para reorganizar y reordenar todo lo que se hizo mal durante el gobierno de Cambiemos. Hay que volver a reconstruir la regulación para que sea racional, coherente y permita un desarrollo sustentable.

– ¿Se van a ver perjudicadas las aerolíneas low cost?

-No. Nosotros queremos que el sector funcione. No queremos que sigan quebrando aerolíneas. Porque incluso la situación de crisis social que genera la quiebra de oitras aerolínea, nos termina afectando a nosotros también. No nos hace felices eso y lo queremos evitar.

-Dentro de esa “política de austeridad”, ¿se mantendrá la cantidad de rutas, vuelo y frecuencias?

-El plan de negocios no declarado del gobierno anterior para Aerolíneas era achicarlo para reducir los costos y los gastos, pero esa es una estrategia equivocada. Las aerolíneas consiguen mejor eficiencia en sus costos a raíz del crecimiento. La rentabilidad mejora con nuevas y mejores operaciones. Los mejores mercados son los que no han sido explorados y la idea es ampliar esos mercados, salir a buscarlos.

-¿Con el aeropuerto de Mar del Plata remodelado es más fácil pensar en conectar a la ciudad con vuelos internacionales?

-Mar del Plata es una ciudad importantísima dentro de la provincia y del país. La expectativa es crecer en el tráfico. La programación es la que está, porque se define con seis meses de anticipación, aunque ya trabajamos en una nueva programación para la segunda parte del 2020. Queremos tener una programación aérea más atractiva, sobre todo aprovechando la regionalización de Aeroparque. Lo que vamos a buscar fundamentalmente es traer turistas del extranjero al país y uno de los destinos que vamos a fomentar en Mar del Plata.

-El arribo de vuelos internacionales generó fuerte expectativas en la ciudad, sobre todo en el sector turístico, pero hasta el momento no se cumplió. ¿Cree que se concretará?

-Ahora con la regionalización vamos a tener más oportunidades, porque vamos a poder ofrecer más frecuencias y lo que vamos a trabajar con el ministro de Turismo, Matías Lammens, es una política agresiva de promoción de los destinos turísticos de la Argentina en el exterior para atraer pasajeros y generar desarrollo.

-El reciente impuesto “País” para el dólar turista y ahorro repercutió finalmente en los pasajes de Aerolíneas Argentinas. ¿La idea es sostener ese recargo del 30%?

-Tal como salió la reglamentación, alcanza a los pasajeros de Aerolíneas. Sin embargo, ya estamos trabajando con el Ministerio de Economía para ver cómo es esa ecuación de divisas en el caso particular de la aerolínea, donde los dólares no se van afuera, sino que vuelven. Estamos viendo que tengan en cuenta el tema puntal de Aerolíneas y ya tendremos novedades.

-¿Habrá nuevas opciones de pago para los pasajes?

-Vamos a analizar todas las alternativas y vamos a llevar adelante promociones que no sean muy costosas para no continuar desfinanciando a la aerolínea. Pero todo lo que beneficie a que la gente pueda viajar, moviendo la rueda del turismo y la economía, se va a hacer.

-Más como pasajero que como presidente de la empresa, ¿qué cree necesario cambiar y mejorar dentro de Aerolíneas Argentina?

-Veo que falta un mejor servicio al pasajero en lo que hace a toda la experiencia de viaje, para que sea lo más placentera posible. Una es la actitud proactiva de servicio de todo el personal, de satisfacer las necesidades, contestar todas las dudas. Otra es el tema de la información, sobre todo cuando hay alguna demora o cambio en el vuelo. Quiero que al pasajero le llegue la información lo más rápido y claro posible. Estamos trabajando para que el pasajero perciba que aun cuando surge una cuestión no contemplada, a la aerolínea se preocupa y te resuelve el problema.