Historias del conurbano

Incógnitas, tensiones y sorpresas que surcan el tiempo de la transición

"A esa frase, hay que hacerle una remera". Quien escuchó ello fue el presidente del bloque de senadores nacionales del PJ, el cordobés Carlos Caserio. La referencia es por los dichos recientes cuando expresó "somos dirigentes, no empleados" en relación a cómo se diagrama el tablero del poder en la Cámara Alta con el desembarco de Cristina Kirchner. En otras palabras, una manera de decirle al cristinismo que las imposiciones no serán posibles y que habrá que dialogar.

El reconocimiento que habrá un bloque que responda a los gobernadores y a Alberto Fernández puede ser la muestra de una tensión con posibilidades de propagarse en otros ámbitos cuando arranque el gobierno próximo y el poder sea parte de la disputa. Mucho más, si a Juntos por el Cambio le cuesta mantenerse unido, cuestión que parece no será para nada sencillo.

En la Cámara de Diputados la confirmación de que Máximo Kirchner será el próximo jefe del bloque del oficialismo pone blanco sobre negro en varias cuestiones. En primer lugar, que Sergio Massa se ha convertido en el principal aliado político de Alberto Fernández. Si bien es muy bueno el vínculo entre Massa y Máximo, no es menos cierto que la idea de ungirlo como titular del bloque partió de su cabeza. Lo charló con el presidente electo, que llevaría Agustín Rossi al Ministerio de Defensa.

En la movida, el próximo titular del la Cámara Baja busca que el poder del recinto caiga sobre dos personas y no tres. Con el agregado de una posible convivencia entre Máximo y Rossi que podría haberlo dejado afuera de ciertas cuestiones. Con otro detalle, no es bueno el vínculo del tigrense con el rosarino a quien no le cayó nada bien la reunión de transición con Emilio Monzó, de la que se enteró cuando se estaba produciendo. Alberto Fernández le limpia el terreno a Massa y al mismo tiempo deja con los reflectores puestos a los dos hombres que él mismo definió como posibles presidentes en el futuro. 

DETALLES
La última sesión ordinaria mostró un reconocimiento unánime al ex intendente de Carlos Tejedor que se despidió de la presidencia. Con lágrimas en los ojos Monzó agradeció a todos, pero se quebró cuando escuchó las palabras de Graciela Camaño quien reconoció que su oficio político no fue valorado en toda la dimensión por el espacio político que integra. ¿Lo seguirá integrando? Al menos eso es lo que quiere Horacio Rodríguez Larreta que lo imagina como uno de sus armadores en la provincia de Buenos Aires para su proyecto presidencial.

Lo mismo piensa de Joaquín De La Torre quien ya idea la manera de replicar lo que en su momento fue el PRO- Peronismo antes del 2015. Esa tarea será para ponerla en función de los planes de María Eugenia Vidal con miras al 2021. Como fue durante toda su carrera política, la gobernadora saliente se moverá en tándem con el jefe de gobierno porteño. Claro que ese camino no estará exento de complicaciones. Primero, deberá asegurarse mantener los bloques legislativos abroquelados donde los radicales quieren mostrar su propia impronta. Otro punto a mirar son los pasos de Jorge Macri cuyas aspiraciones están intactas luego de haber ganado con amplitud la reelección en Vicente López. Días atrás reunió a varios dirigentes "sin tierra" y dejó trascender, como mucho cuidado, sus diferencias con los métodos políticos de "Mariu", término que utilizó para referirse a la gobernadora mientras lo escuchaban atentamente.

Donde aún no asoman definiciones claras -no porque no las haya sino por el recelo con que se guarda la información- es en el gabinete de la provincia de Buenos Aires. Sí continúa por carriles normales la transición "cordial" que se lleva adelante entre ambos equipos. Son pocos los nombres que toman estado público para ocupar ministerios y muchas las apetencias.

Los intendentes peronistas quieren tener injerencia que no es lo mismo que decir serán funcionarios. Ya las apetencias no pasan tanto por los ministerios sino por áreas y organismos. Los jefes comunales de la primera sección electoral buscan tener injerencia en el CEAMSE, por mencionar uno de los sitios. Ello es mirado con apetito por el jefe comunal de Malvinas Argentinas Leonardo Nardini. Lo mismo que otro sitio con mucha relevancia en el conurbano, como AYSA, que pasó a tener más importancia durante el gobierno de Macri ante el retroceso de ABSA. Para ese lugar se habló de Ariel Sujarchuk, intendente de Escobar, distrito donde se construyó una de las plantas más importantes en los últimos años. Pero él lo niega. La elección contundente en Merlo lo ubica a Gustavo Menéndez con derecho a buscar representación en el organigrama provincial. Lo mismo para los alcaldes de la Tercera Sección electoral que pugnan por lo mismo.

Mucho se habló de la posible llegada de Mario Ishii al gabinete atento a la buena relación que mantiene con el gobernador entrante a quien apoyó antes que se promulgara su candidatura. El alcalde de José C. Paz mantiene diálogo frecuente con Kicillof e incluso se reúne. Pero no irá al gabinete. Ello no quiere decir que se desligue del tema. Es uno de los dirigentes que busca garantizar la representación de los alcaldes en el próximo esquema.

Cuenta con nexos más que valiosos: por un lado Carlos "Cuto" Moreno quien sería el brazo ejecutor del mandatario en la Legislatura y con Federico Thea, hasta hace unos días rector de la Universidad de José C. Paz, convertida en estos años, en el propio "Think tank" de Kicillof.

La respuesta a quien ocupará la titularidad de Lotería bonaerense es toda una cuestión. Hace rato que Martín Insaurralde, quien asegura charlar todo con Máximo Kirchner, aspira a poner a un hombre suyo allí. ¿Podrá? Aún es una incógnita. Lo que está claro es que no se quedará con dos premios mayores, es decir Lotería y la presidencia de la Cámara de Diputados para Federico Otermín.

RIQUELME Y LA POLITICA
Las sorpresas podrían estar a la orden del día al igual que la causada por Juan Román Riquelme en la interna de Boca Juniors. La movida del astro no está exenta del condimento político. Irá en la lista de Jorge Ameal y Mario Pergolini. El martes a la noche, nadie lo imaginaba en la reunión que mantuvo Daniel Angelici donde participaron varios intendentes del Gran Buenos Aires, la mayoría de Cambiemos pero también los hubo del peronismo.

Entre los presentes estaban, por ejemplo, Gustavo Posse, Ramiro Tagliaferro y Nicolás Ducote. Ellos no tienen muchas opciones de apoyar al oficialismo boquense. Distinto es el caso de los peronistas. Nadie puede olvidar que en 2011 el kirchnerismo hizo fuerza para que Ameal le ganara a Daniel Angelici. No lo lograron. Ahora están cerca. ¿Será cierto que Sergio Massa fue clave para convencer a Riquelme de su movida? El ex futbolista es un vecino de Tigre que tiene muy buena relación con el diputado electo desde hace tiempo. De ser así, Macri tendría que comenzar a pensar seriamente que uno de sus grandes errores políticos fue haberlo ninguneado a Massa. Primero porque lo arrojó a los brazos del Frente de Todos cuya presencia terminó por desnivelar la elección nacional. Y ahora, factor clave para poner en riesgo el bastión boquense para el macrismo. La venganza es un plato que se come frío. ¿Será?