Otro laberinto para el comisario Montalbano

El carrusel de las confusiones

Por Andrea Camilleri
Salamandra. 219 páginas

La primera lectura de un policial bien escrito nos arrastra en la vorágine de su historia, entre los rápidos que representan la aparición de personajes diversos, las situaciones cambiantes, el misterio, la intriga. Todo eso tiene El carrusel de las confusiones, la última novela editada en la Argentina del prestigioso escritor italiano Andrea Camilleri.

La obra vio la luz en 2014, pero hicieron falta 5 años para que el mercado local pudiera tener una traducción a la mano. Es, ni más ni menos, que una cuenta más en el largo rosario de 37 relatos que componen la serie del comisario Montalbano.

Si el primer vistazo es cautivante, el segundo, es decir la lectura entre líneas que suele hacer el lector avezado, resulta revelador. De alguna manera el ojo entrenado o curioso en estas lides descubrirá una compleja estructura puesta al servicio de la trama. Una ingeniería literaria diseñada para sembrar pistas faltas, azuzar elucubraciones y mantener la incógnita hasta la última página.

Esta vez el comisario Montalbano deberá desentrañar la desaparición de un comerciante local y el rapto de tres empleadas bancarias, casos que aparentan no tener vínculo entre sí. Pero nada es lo que parece en el siempre intrincado universo del crimen.

Montalbano no es sólo un policía italiano, es el espíritu mismo de Sicilia en sus costumbres cotidianas, en el disfrute de los platos típicos que le cocina su empleada doméstica, en las caminatas junto al mar o la visita a la trattoría de Enzo. Junto a él, como siempre, están el subcomisario Mimi Augello, el inspector Giuseppe Fazio, el agente Galluzzo y el inefable agente telefonista Agatino Catarella. Un equipo siempre listo para la aventura y el disparate, al servicio de la Justicia.