En la Copa América se impuso la calidad individual­

Los futbolistas de mayor experiencia y jerarquía marcaron el rumbo de un torneo con poco para destacar­. El once ideal quedó compuesto por jugadores de impecable trayectoria que fueron creciendo a medida que transcurrió el torneo. Pedro Gallese, Dani Alves, Arthur, Sergio Agüero y Edinson Cavani, algunos de los destacados.­

­La Copa América que se fue, no dejó grandes actuaciones ni partidos que quedarán en el recuerdo. Aunque, igualmente, hubo espacio para destacar actuaciones individuales dentro de un marco colectivo que no pasó de lo discreto. La selección ideal, llevada a cabo tras una votación interna del diario La Prensa, dejó coincidencias en puestos como el arquero, los zagueros centrales, algunos mediocampistas y los delanteros, todos ellos de gran experiencia con sus respectivos países y a nivel individual ya que todos, con excepción del guardameta, se desempeñan en el fútbol europeo.

El primer destacado fue Pedro Gallese. El arquero de Perú fue de menor a mayor durante todo el torneo. Sufrió cinco goles ante Brasil en la primera ronda -el segundo fue por un error propio al tratar de salir jugando de abajo en medio de la presión de los locales-.

Sin embargo, esa mala noche junto con el resto de sus compañeros quedó en el olvido ya que se terminó transformando en uno de los puntales para alcanzar la final luego de casi medio siglo. Frenó la ambición de Uruguay, ante quien fue figura decisiva en la definición por penales, atajando el remate de Luis Suárez. Y ya en las semifinales, tapó al menos cuatro pelotas de gol, incluido otro remate desde los doce pasos a Vargas cuando el partido ya estaba definido. En definitiva, Gallese fue garantía de seguridad para sus compañeros.

La defensa también brilla por su vasto bagaje. El brasileño Dani Alves rindió como en sus mejores épocas en Barcelona. Fue salida permanente de su equipo y, como todo lateral brasileño, aportó profundidad abriendo bien la cancha con sus trepadas.

En tanto, los uruguayos José María Giménez y Diego Godín confirmaron lo que se observaba en Atlético de Madrid, hasta la pasada temporada: que se complementan de gran manera en el quite, la cobertura de espacios, la barrida hacia los costados y el juego aéreo. Juntos son un relojito. Mientras que Miguel Trauco, de Perú, no fue la excepción con su calidad para marcar y cerrar el lateral. Además de proyectarse con inteligencia cuando el encuentro lo requiere.

En el mediocampo, hubo espacio para la creatividad y la disciplina. En el primer ítem sobresalió Arthur. El volante de Barcelona aportó ductilidad, manejo y gol al caudal ofensivo de Brasil. Sin Neymar, por lesión, tuvo que hacerse cargo de una parte importante del juego. Y lo hizo sin que le pesara.

El quite y la distribución quedó en poder del chileno Erik Pulgar, un mediocampista todoterreno que se destacó por estar siempre bien ubicado para cortar y para cubrir espacios.

En ese sentido, comparte las enseñanzas que también absorbió el argentino Rodrigo De Paul en el fútbol de Italia -Pulgar juega en Bologna-. El ex Racing, si bien lo mostró en cuentagotas, es habilidoso con la pelota en los pies. Pero en el Calcio aprendió el valor de respetar la función que se le pide dentro de un equipo. Eso lo hizo sobresalir dentro del modestísimo presente argentino. Asimismo, el jugador de Udinese se mostró como permanente opción de descarga y puede aportar cambio de ritmo en el ataque.

El ataque es pura experiencia. Por un lado, están el peruano Paolo Guerrero y el uruguayo Edinson Cavani, dos centrodelanteros de probada trayectoria que conocen todos los secretos de la posición que ocupan. Guerrero no sólo es el goleador de Perú. Es su líder espiritual. En su sapiencia para manejar los momentos del partido descansaron muchas de las posibilidades de su selección para lograr objetivos.

Cavani, por su parte, es hace tiempo el mejor delantero que tiene Uruguay. El Matador ha dejado constancia de capacidad para jugar en equipo -y obviamente para convertir goles-, en cada lugar que estuvo, sea Napoli, París Saint Germain o la Celeste. Está algo tapado por Luis Suárez, que tiene más repercusión porque es compañero de Lionel Messi en Barcelona. Pero no hay dudas de que es un delantero de gran calidad.

El tercero es Sergio Agüero. El Kun tuvo un buen rendimiento jugando sobre la punta derecha, tal como lo hace en Manchester City, donde circula por todo el frente de ataque y puede definir como 9 aunque no sea un jugador netamente de área. Al estar Lautaro Martínez en esa posición, el ex Independiente se liberó un poco más y pudo hacer pesar su capacidad de desequilibrio de otra forma. Y llegó al gol, cortando una larga racha sin poder anotar con la camiseta albiceleste

­

Messi, más terrenal que nunca­

­

­

­Como todo torneo de relieve, además de las figuras, se encuentran decepciones. Es decir, jugadores que llegaban con el aura de estrellas pero que no pudieron hacer pesar su jerarquía dentro del equipo. Hubo varios casos. El más resonante, por supuesto, fue el de Lionel Messi.

La Pulga fue más terrenal que nunca con el Seleccionado. Y salvo un rato contra Brasil, prácticamente no gravitó en el juego. Se contagió del desconcierto que fue el elenco argentino durante casi toda la Copa y tuvo más protagonismo delante de los micrófonos que en la cancha. De hecho, se despidió con una expulsión frente a Chile en el encuentro por el tercer puesto.

Alexis Sánchez también quedó en deuda. El mediocampista chileno, que fue clave en los dos títulos de su país en 2015 y 2016, comenzó de forma auspiciosa el certamen, anotándole dos goles al juvenil equipo que presentó Japón. Y redondeando una buena tarea ante Uruguay.

Sin embargo, se fue deshilachando con el correr de la competencia y no pudo transformarse una vez más en el conductor de un elenco trasandino que pareció sentir el desgaste de tantos años juntos. No hay que olvidar que es una generación contemporánea de Messi, Agüero y compañía. Y el recambio no parece ser del mismo nivel.

Radamel Falcao García pasó directamente desapercibido. El delantero colombiano tuvo un pobre desempeño con un equipo que también estuvo lejos de su mejor nivel. Estático, no pesó dentro del área que es su fuerte. Y quedó eclipsado por otros atacantes como Roger Martínez y Duván Zapata, que tuvieron la potencia física, el oficio y gol, todas cualidades que Falcao no demostró en esta Copa.

Luis Suárez tampoco tuvo una buena actuación. El Pistolero se perdió en la lucha con las defensas rivales. Sólo dos goles ante Ecuador fue su aporte significativo. Después, poco y nada. Para colmo, Pedro Gallese le atajó el penal que sentenció la eliminación de Uruguay a manos de Perú.­

­

­

­

­