El heroico Saavedra espera que se lo reconozca como Padre de la Patria

Saavedra es la gran figura del 25 de Mayo y el que salvó dos veces a la Revolución arrojando su espada en el platillo donde estaba la suerte de la patria, una el 1 de enero de 1809, otra el 22 de Mayo de 1810.

Por Pablo A. Vázquez *

Cornelio Judas Tadeo de Saavedra y Rodríguez, presidente del primer gobierno de las Provincias Unidas del Río de La Plata, fue, contrariamente a lo que se afirma habitualmente, quien afirmó con sus fuerzas militares y decisión política la Revolución de Mayo de 1810.

Su figura siempre aparece desdibujada a lado de Mariano Moreno, el numen de Mayo, de méritos probados con su pluma y pasión jacobina, pero siempre en menoscabo del militar potosino. "Saavedra queda lejos y apagado, como un semiprócer, a causa del odio que le profesó Moreno", sentenció polémicamente Hugo Wast, en Año X (1960). Y agregó: ¿En cuál de nuestras escuelas se enseña que

Saavedra es la gran figura del 25 de Mayo y el que salvó dos veces a la Revolución arrojando su espada en el platillo donde estaba la suerte de la patria, una el 1 de enero de 1809, otra el 22 de Mayo de 1810".

EL ORIGEN

Nacido el 15 de septiembre de 1759 en la hacienda La Fombera, en Otuyo, Potosí, Virreinato del Perú, siendo actualmente del Estado Plurinacional de Bolivia. El porteño Santiago Felipe de Saavedra y Palma, y la potosina Teresa Rodríguez de Güiraldes fueron sus padres, quienes se mudan a Buenos Aires en 1767. Empezó sus estudió en el Colegio San Carlos (actual Colegio Nacional Buenos Aires), pero no pudo concluirlos al dedicarse a la administración de la estancia familiar.

En 1788 se casó con María Francisca Cabrera y Saavedra, prima hermana de éste, con la que tuvo tres hijos. A los diez años falleció su esposa y contrajo nuevas nupcias con María Saturnina Otárola y del Ribero.

Cumplió funciones capitulares, siendo nombrado en 1797 regidor cuarto del Cabildo, y, al año siguiente, regidor tercero además de Defensor General de Menores, teniendo destacada actuación en controlar los abusos en la intermediación en los precios de la carne, señalando la inconveniencia de prohibir las exportaciones de granos ya que limitaban la expansión agrícola en nuestra pampa e interviniendo a favor de varios menores en un sonado caso de abuso infantil cometido por un indio oriundo de las Misiones.

También se distinguió como Síndico Procurador General, expidiéndose negativamente en una causa sobre agremiación, siendo ponderada tal decisión por los historiadores Ricardo Levene y Enrique Barba, aduciendo que apuntaló la libertad del derecho del trabajo sin tutela de gremio alguno ni autoridad estatal, y su función de administrador de granos como alcalde de segundo voto.

INVASIONES INGLESAS

Pero su destaque mayor fue su rol durante las invasiones inglesas de 1806 y 1807. En el primer caso no juró lealtad al rey británico, y en el segundo acompañó la defensa de Buenos Aires con el regimiento de Patricios, en el que fue elegido por la tropa, cual "democracia directa en armas". De igual modo tuvo relevante participación sofocando el motín del alcalde Martín de Alzaga para deponer al virrey Santiago de Liniers, el conde de Buenos Aires.

Tras la invasión napoleónica a España y el arresto de Fernando VII, será la Junta de Sevilla quien ostente el poder peninsular, decidiendo la remoción de Liniers por el nuevo virrey Cisneros. Previamente hubo sondeos para que Carlota Joaquina de Borbón estuviese coronada en Buenos Aires, siendo Manuel Belgrano uno de los promotores del "carlotismo".

Según Bernardo Lozier Almazán en Proyectos monárquicos en el Río de la Plata (2011): "Belgrano recurrió entonces a Cornelio Saavedra para contar con la fuerza militar que tenía bajo su mando en su afán de impedir que se reconociera nuevo virrey. Saavedra, en su juicio de residencia, reconoció que había sido visitado por Belgrano, quien le hizo entrega de una carta que le enviaba Carlota Joaquina, y lo instó a colaborar por la instalación de la regencia". 

Saavedra respondió a la carta, siguiendo a Lozier Almazán, asegurando"... contribuir a que estos Dominios no reconozcan otro gobierno que el Monárquico, ni otra Dinastía que la Real Casa de V. A. R.". Y agregó Saavedra en su Memoria Autógrafa (1829): "... yo con mi cuerpo de Patricios, tan lejos de hacer oposición al proyecto, lo seguiremos; pero que de ningún modo quería dar la cara, no promoverlo de mi parte". El monárquico Belgrano tuvo una media palabra del monárquico Saavedra sobre Carlota, pero, el plan con ella no prosperó.

BS AS CONVULSIONADA

En mayo de 1810 la noticia de la caída de la Junta de Sevilla encontró a Buenos Aires convulsionada, pero ya con diversos actores y grupos que replanteaban un cambio político y la remoción de Cisneros.
"La Revolución la prepararon gradualmente los sucesos de Europa. Los patriotas en ésta nada podían realizar sin contar con mi influjo y el de los jefes y oficiales militares que teníamos armas en la mano", sentenció Saavedra en La Gaceta Mercantil del 25 de mayo de 1826, incluida en "Los grupos políticos en la revolución de Mayo" (1983), de José María Ramallo. Y agregó: "cuando llegó el momento de sazón di los pasos para verificarla con toda la circunspección y energía que es sabida por notoriedad, y el voto público lo acreditó en destinos que me colocó, presidiendo el país".

Los sucesos de Mayo se precipitaron. La idea no fue separatista sino hermanada en el Levantamiento Español de 1808, donde nadie adhería a jurar fidelidad a José I, el Bonaparte bautizado para la eternidad como Pepe Botella.

Roberto Marfany quien más estudió este acontecimiento en La semana de Mayo. Diario de un testigo" (1955); El pronunciamiento de Mayo (1958); El cabildo de Mayo (1958); Vísperas de Mayo (1960); y Episodios de la Revolución de Mayo (1966) refirió, en el último trabajo, que el Cabildo Abierto del 22 tuvo, con acuerdo de Cisneros y a instancias del alcalde Lezica y el síndico Leíva, la pretensión: "que el Virrey abdicara el mando en el Excelentísimo Cabildo, y que éste con anuencia del pueblo tratase de formar el Gobierno que debíamos adoptar. según el acta del Cabildo de 21 de mayo".

El pedido era convergente pero las intenciones divergentes, el Virrey quería consolidar su poder, mientras que los criollos elegir un nuevo gobierno.

Aún la Junta del 24 lo encuentra a Cisneros presidiéndola, pero sería Saavedra quien le pediría que dé un paso al costado.

Marcela Ternavasio, en Historia de la Argentina 1806-1852 (2009) escribió: "El 25 de mayo, la Plaza de la Victoria se había convertido nuevamente en el escenario de la agitación popular. Un movimiento liderado por el regimiento de Patricios elevó un petitorio con la lista de los nombres que debían figura en el nuevo gobierno. La Junta quedó así constituida por nueve miembros: Cornelio Saavedra, a quien se le confirió el supremo ando militar, la presidía; sus secretarios fueron Mariano Moreno y Juan José Paso, y el resto de los vocales Manuel Belgrano, Juan José Castelli, Miguel de Azcuénaga, Manuel Alberti, Domingo Matheu y Juan Larrea".

EL HEROICO

La jura de Saavedra y los demás miembros de la Junta, desechando la versión de la máscara, cual si fuesen perjuros nuestros patriotas, fue para "desempeñar legalmente el cargo, conservar integra esta parte de América a nuestro augusto soberano el señor don Fernando Séptimo y sus legítimos sucesores, y guardar puntualmente las leyes del Reino".

La Primera Junta tuvo en Saavedra a su sostenedor y principal figura. Luego vendría el accionar de Moreno y los choques entre ambos hombres, conflictos que serían determinantes en nuestra historia.
El heroico jefe del regimiento de Patricios espera aún que se profundice en su historia y tener su merecido lugar como uno de los Padres de la Patria.

* Licenciado en Ciencia Política; Docente de la UCES; Secretario del Instituto Nacional Juan Manuel de Rosas.