El turismo de naturaleza abre puertas

La creación de nuevos Parques Nacionales brindará mayor movimiento económico en las pequeñas localidades adyacentes. Una industria que no para de crecer en suelo argentino.

"El turismo de naturaleza es una mega industria y en los Parques Nacionales es una fuente subexplotada y que puede crecer mucho. Esto siempre sin comprometer la misión original primaria de estos espacios que es la conservación de la naturaleza", remarcó a La Prensa Emiliano Ezcurra, vicepresidente de la Administración de Parques Nacionales (APN).

Creados a partir de una donación del Perito Moreno, la historia de los Parques Nacionales argentinos siempre estuvo vinculado a la preservación de la biodiversidad y a la difusión de su belleza. Pero fue en las últimas décadas que el turismo internacional comenzó a prestarle más atención debido a la particularidad de contar con grandes atractivos naturales enmarcados en cuatro climas diferentes.

"Desde la década del "90 la población ha tendido ha irse a las ciudades, por lo que buscan en sus momentos de ocio vivir una experiencia en torno a lugares naturales. Este tipo de turismo permite a los Parques Nacionales funcionar como una fábrica que da empleo a la gente del lugar y genera un movimiento económico a nivel regional", enfatizó Estrada, quien desde hace años ha trabajado en distintas Ongs ambientales.

Hace pocos días la consultora Elipsis brindó un informe sobre el impacto que ha generado el turismo de naturaleza en el país. El trabajo, elaborado para la Fundación Flora y Fauna en base a 5.000 encuestas, destacó que "entre cinco y seis millones de personas visitan alguno de los 35 parques nacionales" y que "otros diez millones de turistas se acercan hasta alguna de las 48 áreas protegidas que hay en Argentina".

El país cuenta con 48 áreas protegidas que abarcan una superficie de 14.778.417 hectáreas, y de ese total 46 son terrestres, con 4.661.356 hectáreas y, por primera vez desde 2018, hay dos áreas marinas que suman 10.117.061 hectáreas.

En tanto, la Secretaría de Turismo de la Nación (Sectur) destacó que el Turismo de Naturaleza moviliza en la Argentina a unos 16.000.000 de visitantes por año y genera un impacto económico del orden de los 1.500.000.000 de dólares, una cifra que podría trepar hasta los 6.400.000.000 de dólares en el próximo decenio.

"No estamos solamente ante espacios geográficos de la Argentina que sobresalen por sus atributos biológicos, arqueológicos y paleontológicos, el acceso a la categoría máxima que otorga la Ley argentina en cuanto preservación, que es Parque Nacional, sino que además dan trabajo y generan un impacto positivo en la comunidad cercana", subrayó el funcionario público.

MUCHOS DESAFIOS

Siendo la naturaleza el eje central de la industria turística argentina, cuyos tres principales destinos son las Cataratas del Iguazú, Bariloche y el Glaciar Perito Moreno, el desafío de generar nuevos espacios protegidos que conserven y, también, generen un movimiento económico en territorios alejados a fuentes de trabajo tradicionales parece ser prioritario.

"El país necesita generar destinos emergentes como es el caso de los Parques Nacionales Ibera, del Impenetrable o del propio Talampaya que se ha destacado mucho a partir de su elección entre las maravillas naturales. Empezar a mover el norte de la cordillera de Santa Cruz sobre todo lo que es el área de las Cuevas de las Manos, la ruta 41 y el Lago Belgrano. Hay lugares increíbles en la Argentina como son el Nevado de Famatima en La Rioja y el campo de piedras Pomex en Catamarca. Todo esto es muy importante porque nos independiza de la trilogía de destinos clásicos que es excelente pero que mucha gente podría también descubrir otras experiencias naturales en el país", sostuvo Ezcurra.

La percepción de crear nuevos espacios de protección que permitan conservar la biodiversidad local, motivo a que en el 2018 se rompiera un record en la cantidad de Parques Nacionales creados en un año, es algo que desde 1937 seguía imbatible. La ley sancionada por el Congreso Nacional creo la Reserva Nacional Marina Estricta y la Reserva Nacional Marina Namuncurá-Banco Burdwood II y la Reserva Nacional Marina Estricta, el Parque Nacional Marino y la Reserva Nacional Marina Yaganes. Dichas áreas están ubicadas en la Zona Económica Exclusiva Argentina y constituyen sitios de importancia para la cría y desove de peces de alto valor comercial. Yaganes suma a la protección marina costera cerca de 69 mil km2, mientras que Namuncurá-Banco Burdwood II abarca más de 32 mil km2.

Pero simultáneamente a la creación de estos nuevos Parques Nacionales surge también un desafío a futuro: Cada vez es más difícil destinar espacios para nuevos parques nacionales porque los lugares pristinos son menos.

"Frente al avance de las ciudades, pueblos y red de caminos genera una expansión humana más ampliada. Por eso es una gran noticia que exista voluntad política para ampliar el sistema de parques con nuevos espacios. También aumentar los existentes porque las cinco reservas naturales silvestres creadas desde 2016, están para ampliar áreas existentes que son contiguas a Parques Nacionales existentes", explicó el vicepresidente de la Administración de Parques Nacionales.

DONACIONES

Uno de los hechos que resaltan de varios de los Parques Nacionales creados en los últimos años fueron la ayuda por parte de donaciones de privados. Algunas, sucitaron desconfianza por parte de sectores que alertaban sobre la propiedad de grandes extensiones de tierra en manos extranjeras.

"Es un acto de gran generosidad y es lo que hizo nuestro fundador Perito Moreno. El sistema de Parques Nacionales nació con una donación de este argentino. Que alguien venga a imitarlo siendo local, como fue el caso del Calilegua que fue donado por la familia Blaquier-Arrieta, o más emocionante aún que venga gente del exterior que ama tanto nuestro país que entregan una propiedad tan hermosa al Estado argentino es emotivo", recalcó Ezcurra.

Además, se agregan a las grandes donaciones el danés Troels Pedersen que donó las tierras del PN Mburucuyá; y al matrimonio Tompkins que cedió sus tierras para crear el PN Ibera y el PN Monte León.

"Inspira a muchos a seguir ese ejemplo. Los que puedan donar y a los que tenemos que cuidarlos a hacerlo con más ganas todavía. Es un acto de desprendimiento y es una especie de patriotismo por la humanidad porque si bien es para la Argentina los Parques Nacionales en todo el mundo cumplen una función ecológica que beneficia a todas las personas", reflexionó el ecologista.

Consultado sobre las principales razones que sobresalen en esas donaciones, el funcionario indicó que "ellos saben que la Ley Argentina de Parques Nacionales es perpetua y que nunca en más de 100 años se ha dado marcha atrás con un espacio donado. Es parte de nuestra identidad nacional tener estos espacios para conservarlos".

VIVIR EXPERIENCIAS

Más allá de las bondades de conservación de biodiversidad y del movimiento económico a partir del movimiento turístico que puedan generar, subyace un atractivo latente que resalta la existencia de los Parques Nacionales en la Argentina. Los pueblos locales resguardan saberes e historias fuertemente vinculadas a esos grandes espacios naturales. Descubrirlos también generará vivir una experiencia única dentro del país.

"No es necesario hoy una gran inversión para esta gran industria turística. Lo que necesita es una trilogía de voluntad política, buen gusto y conectividad, sobre todo este último. Lo que que se necesita es que la gente pueda llegar bien. Si esto se puede garantizar tenés más del 50 por ciento de la batalla", aclaró Ezcurra.

Luego concluyó que "los turistas vienen a vivir la experiencia porque no quieren un hotel cinco estrellas en medio de la nada sino miles de estrellas a la noche y verlas en un lugar cómodo, aunque austero, y mimetizado con la naturaleza. Les interesa que su dinero gastado quede en las comunidades y se sienten parte de algo más trascendente cuando, más allá de pasarla bien como turista, ve que la comunidad recibe beneficios. El turismo solitario o comunitario esta creciendo mucho y se está profesionalizando mucho. Hay que empujarlo cada vez más en la agenda porque en particular en la Argentina tiene muchísimo potencial, mucho más que otros países. Esto sucede porque estos no tienen la posibilidad de semejante desafío turístico de naturaleza como lo tiene el nuestro".

El año pasado se rompió el record de creación de nuevos espacios naturales protegidos

Nuevas áreas para conservar

Durante el 2018 se rompió un record imbatible hasta el momento: la creación de seis nuevas áreas protegidas. Así, el Parque Nacional Iberá (en Corrientes), el Parque Nacional Aconquija (en Tucumán), el Parque Nacional Ciervo de los Pantanos (en Buenos Aires), el Parque Nacional Traslasierra (en Córdoba) y los Parques Nacionales Marinos "Yaganes" y "Namuncurá-Banco Burdwood II" se sumaron a la lista de áreas protegidas en la Argentina.

Con un total de 10.469.500 nuevas hectáreas de protección que permiten superar el registro de 1937, año en que por decreto se crearon cinco parques nacionales en la Patagonia andina.

A continuación un repaso por cada una de estas nuevas áreas protegidas en la Argentina que surgieron luego de sancionar leyes nacionales que determinaron su creación.

El Parque Nacional Traslasierra, un antiguo predio rural de 105 mil hectáreas, abarca una muestra de un ecosistema clave: la región austral del Chaco Seco, estratégica para la conservación de este corredor biogeográfico gravemente amenazado. Caracterizado por bosques, arbustales, pastizales naturales y ambientes salinos, es un refugio natural para las 161 especies registradas de aves, 24 de mamíferos y 30 de reptiles.

El Parque Nacional Aconquija cuenta con 70 mil hectáreas y establece tres nuevas áreas núcleo en el faldeo del Aconquija: dos ampliando significativamente hacia el sur el actual Parque Nacional Campo de los Alisos, que pasará a ser un portal operativo; y un área núcleo en el norte del gran Parque Nacional proyectado, representada por la Quebrada del Pueblo Diaguita.

La serranía del Aconquija es un área importante para la conservación de la ecorregión Yungas. Sus recursos naturales y biodiversidad son parte complementaria del desarrollo de las comunidades locales para asegurar su calidad de vida y la sostenibilidad de las históricas actividades productivas del pedemonte tucumano.

El Parque Nacional Ciervo de los Pantanos, incorpora a la Reserva Natural Otamendi, que integrará sus 4.088 hectáreas con otras 1.500 de la Reserva Natural Río Luján, hasta entonces bajo jurisdicción de la Provincia de Buenos Aires.

La zona de la Reserva fue declarada Sitio Ramsar en 2008 y designada como Area Importante para la Conservación de las Aves (AICA), además de proteger ambientes representativos de las ecorregiones Delta e Islas del Paraná, Pampa y Espinal. Los bajos inundables son el hogar de la mayor parte de especies amenazadas del área, entre las que se destaca el emblemático ciervo de los pantanos. 
El Parque Nacional Iberá surge del traspaso de las unidades operativas que Conservation Land Trust (CLT) donó al Estado Nacional. En este contexto, la Administración de Parques Nacionales tomó posesión progresiva de los núcleos Cambyretá, en 2016, y San Nicolás, en 2017, mientras que recientemente se dio inicio al traspaso del portal Laguna Iberá. 

La conformación final del área protegida continuará con la incorporación de un núcleo operativo más para completar las casi 160 mil hectáreas del Parque Nacional. La ley Nacional aprobada para la creación de ese Parque nacional contempla asimismo la protección de otras aproximadamente 23 mil hectáreas bajo la categoría de Reserva Nacional, alcanzando un área total de 183.500 hectáreas.

MARINAS

Por pimera vez en su historia, la Argentina cuenta con dos Areas Marinas Protegidas: Yaganes y Banco Burwood II. La ley sancionada para su creación es el resultado de un proceso de búsqueda de consensos para una política de Estado de conservación y uso racional de los ecosistemas marinos, que incluyó un amplio diálogo intersectorial y participativo, con la realización de talleres interministeriales y una Consulta Nacional de Océanos. El proceso contó a su vez con la participación activa de la sociedad civil y el sector privado.

La incorporación de estas reservas aportará más de 100 mil km2 a la superficie marina protegida, constituyendo el primer paso para lograr la protección del 10% de los espacios marítimos argentinos, según lo previsto en el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020 asumido por las partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica.