El teatro como un lugar de reflexión

Con tres versiones en cartel y otra a punto de estrenarse, es una de las obras más representadas en Buenos Aires en la actualidad, a la vez que mantiene su vigencia en el actual contexto social.

"Hola Luisita". Así saluda Helena Tritek, directora, a su actriz, Luisa Kuliok, quien se pasea por el enorme escenario del Centro Cultural 25 de Mayo "haciendo reconocimiento de espacio". "Vigila todo", dice Tritek a La Prensa con una sonrisa cariñosa, mientras se sienta en una de las butacas. "Está muy bien", enseguida aclara.

También dramaturga, intérprete y maestra de actores, la directora cuenta con una enorme y celebrada experiencia teatral: fue la primera puestista de "Venecia", dirigió en el San Martín y el Cervantes. Ahora decidió apostar por un texto que habla de las mujeres: "Las de Barranco", el clásico de Gregorio de Laferrére estrenado hace cien años. Especialista en detalles, músicas, lo suyo es la teatralidad tierna, que conmueva.

-¿Qué fue lo que la sedujo de semejante clásico?

-Eso, que es un clásico y que es argentino. Este mundo femenino me interesaba mucho, este mundo materno y filial. Laferrére es un autor muy, muy moderno y audaz.

-¿En qué sentido audaz?

-Y...en 1919 escribir esto. En esa sociedad, una mujer viuda con una pensión mínima debe hacerse cargo de las hijas. Y las mujeres en esa época no estudiaban, no eran libres. Era el matrimonio o ser monjas.

UN ESTILO

-El director Santiago Doria dice que si hace un clásico respeta el texto, no le pone luces LED, bailes, etcétera. ¿Qué opina usted?

-No, yo pongo luces LED, corto un poquito, agrego música. Somos distintos. El hace teatro español en verso y yo hice una adaptación. Era muy larga la obra, tuve que cortar.

-Respecto del armado, en los ensayos, ¿en qué encontró dificultad?

-En el lenguaje. Traté de que se respetara el lenguaje del autor y su construcción gramatical, cómo armaba las frases. Y eso en los actores jóvenes es difícil. En Luisa, que tiene experiencia, no.

-Hay un tono "joven" que se impone en la actuación. Se ve en televisión cuando se hacen novelas de época.

-Es un tono muy actual, con las vocales estiradas. Entonces, tratamos de cuidarlo.

-Me han dicho que usted es muy meticulosa, detallista.

(Sonríe) -Sí, sobre todo puse el acento en las costumbres. Había normas sociales muy distintas. Ahora estamos siempre en pantalones. Ahí no. Incluso los hombres se vestían con tiradores.

-¿Qué gustos se dio en la adaptación?

-Metí una canción de (Francisco) Canaro que se llama "Poema". ¡Me parece tan bella! Es una travesura que agregué. Una travesura que hacen las nenas: ponen un tanguito y se hacen las que bailan. Canaro te lleva a un lugar hermoso.

LOS VINCULOS

-Este texto, ¿qué le dice al espectador de hoy?
-Le habla de lo más importante que hay que son los vínculos, la familia. Y le dice que cuando uno puede, tiene la libertad de despegarse.

-Usted cuenta con una enorme experiencia de obras. ¿Lleva la cuenta?

-No, ni la quiero hacer (se ríe). Vivo el presente.

-¿Qué es el teatro para usted ahora?

-Un momento para pensar en el otro, para verse. Cuando después de ver la obra salen diciendo: "¡qué madre ésta!" Eso me interesa, que te lleve a un lugar de pensamiento, de reflexión, que sea espejo. Y que haya sentimientos.

Termina la entrevista y Tritek va a dar los últimos detalles antes de la función. Los nervios se apoderan de todos. Pero la directora, tranquila, como una abuela cariñosa, acompaña y chequea que todo esté en orden. Entonces, sí, da el guiño final. Y Luisita sale a escena.