Sueños de dos desamparados, que cubren lienzos y cartones

"Cuadros en la oscuridad"

 

"Cuadros en la oscuridad" (Argentina-España, 2017) Dirección y guion: Paula Markovitch. Fotografía y cámara: Bruno Santamaría. Arte: Lorena Stricker. Actores: Alvin Astorga, Maico Pradal, Angeles Pradal, Brian Pradal, Lautaro Ruiz. Duración: 85 minutos. Clasificación: apta para mayores de 16 años.


Superficies desoladas, sólo habitadas por desamparados. Una suerte de quema en medio de la nada. Por allí deambula acomodándose al viento Marcos, que atiende como puede una gasolinera. Su casa es un refugio de lo que quedó luego de un temporal, la militancia, la persecución, esa poco confesada pasión por la pintura.

No parece funcionarle bien la mente a Marcos, sólo tiener fuerzas para aferrarse a los pinceles y trabajar los lienzos que se acumularon por años sin la posibilidad de exhibirlos. Cuando el desorden no da más aparece un chico, quizás un ladronzuelo que no puede encontrar nada útil para llevarse. Sin embargo, esos dibujos, las imágenes que pueblan cartones y lienzos parecen atraerlo.

La llegada del dueño del lugar los enfrenta. El tiempo, la soledad, la falta de relaciones que importen, los hará establecer una complicidad ante un mundo tan duro como el que comparten.

SIN PALABRAS
Filme de intimidades, casi sin palabras. Como algunos datos de vida pasada, tirados al azar. La dirección logra transmitir ese encuentro abrupto en el comienzo, pero que se va transformando en sutil hasta estallar cuando la mente desborda. Con sugestivos toques sonoros, acordes melancólicos y una descarnada realidad suburbana fotografiada con realismo por Bruno Santamaría, el filme alcanza especial tono de desesperanza.

Un gran actor cordobés, Alvin Astorga, compone con intensidad un personaje desgarrador con Maico Pradal, un chico de sugestivo rostro, rodeados ambos de un ámbito dolorido y confuso, como nacido de la mente de Marcos,

Paula Markovitch, directora argentina radicada en México, filmó "Cuadros en la oscuridad" como un homenaje a su padre, militante exiliado, apasionado por la pintura y al que una vida complicada le impidió dar a conocer su obra. Los cuadros exhibidos son copias de los originales, mientras los reales fueron exhibidos en la Facultad de la Comunicación en México en paralelo con la exhibición de la película.

Calificación:Buena