Depresión y ansiedad, entre los problemas de salud más frecuentes

"En un mundo de incertidumbre, la depresión constituye la mayor fuente humana de sufrimiento. Se estima que en el mundo hay 350 millones de personas que padecen algún grado de depresión", afirma el doctor Alejandro Gordillo, que integra el departamento de Salud Mental del Hospital de Clínicas "José de San Martín" y agrega: "Se estima que el 20% de la población sana padece algún tipo de depresión".

La prevalencia es más alta en mujeres que en hombres, al que según Gordillo se debe a factores hormonales y a roles sociales impuestos, además de "que las mujeres son más proclives a la exteriorización de sus sentimientos en momentos de crisis de angustia, lo que hace que consulten a un especialista".

Las primeras sensaciones tienen que ver con desgano por cualquier tipo de actividad, sensación de abatimiento, lo común es dormir mal, ya que cuesta dormir. Los pensamientos monocordes y la agitación psicomotora son el siguiente paso.

"La ansiedad puede estar asociada a la depresión como una de las primeras manifestaciones clínicas. Es tan fuerte el malestar que se la diagnostica como depresión ansiosa que es uno de los cuadros más frecuentes. Son los síntomas que generalmente llevan a la consulta médica", añade el especialista.

"Existe un porcentaje alto de la población que sufre depresión pero que no pasa por el hospital y que desconoce su situación. Como consecuencia, se va acentuando el cuadro, se puede ir notando un desmejoramiento en sus funciones afectivas y laborales o que termine con otras afecciones asociadas al cuadro de depresión ansiosa. Los pacientes terminan asistiendo a una consulta en una segunda o tercera instancia, cuando empiezan a surgir patologías o éstas se acentúan".

MAYOR PREDISPOSICION

Se ha comprobado que los factores traumatizantes en la infancia, los antecedentes familiares y la constitución genética juegan un rol importante en el desarrollo de una personalidad depresiva. Existen otras circunstancias en las que se puede favorecer una depresión como por ejemplo catástrofes naturales, ataques terroristas o presenciar distintos actos de violencia.

Ante todas estas variantes existe un deterioro psíquico del paciente que puede ir desde problemas cognitivos hasta desórdenes emocionales o de la personalidad y que también puede causar cualquier tipo de enfermedad en el cuerpo.