Buena Data en "La Prensa"

Nociones sobre la libertad y un llamado a la reflexión

Por Juan Pablo Ialorenzi

Históricamente las ideas políticas fueron clasificadas en dos grandes grupos: la derecha y la izquierda. Estas denominaciones tienen su origen por el lugar del salón que ocupaban los distintos bandos en el Parlamento de la Asamblea Nacional, en el marco de la Revolución Francesa. Con el correr de los años, los procesos históricos y la evolución de las teorías políticas, la izquierda fue identificándose con el estatismo, el proteccionismo, la exacerbación de la igualdad social, el "progresismo" cultural, el anticlericalismo y la plurinacionalidad.

De este modo, todo lo opuesto a la izquierda fue catalogado dentro del amplio espectro de lo que hoy conforma la derecha; corriente que fue afirmándose por sus políticas orientadas a la defensa y promoción de la libertad como valor fundamental de la vida en sociedad, el conservadurismo cultural y religioso, el nacionalismo y la defensa de "lo propio", la necesidad del orden y la seguridad.

Hoy, la llamada "derecha" puede dividirse en tres grandes grupos, bien diferenciados pero que podrían ser compatibles: el liberalismo, el conservadurismo y el nacionalismo. En breve síntesis, la primera exalta el valor de la libertad en el ámbito de lo privado, la segunda la libertad acorde a la naturaleza humana y regida por la moral, y la última, la libertad que afirma el carácter distintivo y propio de la patria.

VOLCARSE A LA DERECHA O CAER EN LA IZQUIERDA
El liberalismo "progresista" se basa en una malinterpretación de la libertad, una libertad sin límites que tiende a favorecer a las ideas de izquierda, pero en lugar de masificar al hombre, lo individualiza a tal punto que lo aleja de la vida social y de la realidad misma. El liberalismo "progre" rompe con la moral y lo disocia de su responsabilidad.

Para el común de la gente el concepto de anarquía está asociado a los grupos de extrema izquierda, paradojalmente son quienes piden por la abolición de toda organización política. Es que tanto esa forma de entender el liberalismo, como el comunismo, tienen sus bases en la misma idea de fondo: el hombre "autónomo" sin Dios que tiene que inventarse a sí mismo y descree del poder político.
Si bien ambos parten de lo mismo, llevan adelante sus prácticas con métodos distintos: uno disuelve el poder político mediante la anulación de las jerarquías y se hace masa, (con revoluciones violentas o adoctrinamiento), y el otro lo minimiza sistemáticamente y se aisla.

Cuando el libertinaje se toma como valor principal, se pierde el respeto a los demás y el relativismo se abre camino. La subjetivación de la verdad, ya sea en el hombre masa, o en el individuo solo, hacen imposible la convivencia, desaparece el diálogo y el interés genuino hacia los demás. Es así como surgen políticas públicas que se disfrazan de respeto a la diversidad pero esconden un sistema autoritario y adoctrinador que se propaga como una suerte de "religión" que suplanta la falta de valores trascendentes.

LIBERTAD Y CUIDADO DE LA DIGNIDAD
Según Alberto Benegas Lynch (h), el liberalismo se basa "en el respeto irrestricto a los proyectos de vida de los otros" ¿A qué reflexiones nos lleva esta definición de la idea liberal? La vida política y social es necesaria e inherente a la persona, la cual en la sociedad descubre la posibilidad de desarrollarse y perfeccionarse. Así comprende también, que los demás gozan de su misma naturaleza, de su misma dignidad, y por lo tanto de los mismos derechos. Para mantener el orden público, todos deberían no solo respetar los derechos de los demás sino también, exigir su cuidado. Entonces, podemos redefinir esta forma de entender al liberalismo como el respeto a la dignidad intrínseca del otro.

Cuando conocemos la realidad tenemos la capacidad y la necesidad de elegir el mayor bien entre los que se nos presentan. La sana exaltación del valor de la libertad está en ayudar al prójimo a conocer las cosas, para que, por sí mismo, pueda decidir lo mejor para su proyecto de vida. Y si además, nos corresponde el cuidado y el respeto al otro, debemos servirle para que sus decisiones vayan acorde a su naturaleza. Toda ley que favorezca la libertad, sin servirse de una situación privilegiada, y se corresponda con la dignidad de la persona, es legítima y pasible de ser exigida y defendida.

LLAMADO A LA REFLEXION
Las "derechas" pueden ser compatibles y trabajar juntas siempre que el liberalismo exija el cumplimiento de los derechos individuales acordes a la naturaleza humana, el nacionalismo defienda la patria y su cultura, pero no se confunda con la sobrevaloración del Estado y el conservadurismo proteja los valores objetivos perennes de la cultura occidental sin dejar de concebir a la historia como un proceso cambiante.

Toda corriente política que defienda la libertad, si no toma en cuenta la dignidad de cada ser humano, está condenada a su desvalorización como ser individual y social.

El lector podrá seguir a Buena Data en:
www.buenadata.org
Instagram: @BuenaData
Facebook: @BuenaDataARG
Twitter: @BuenaDataOK