DE QUE SE HABLA HOY

Esta imagen explica la cobardía de nuestros dirigentes políticos

Mire esta foto querido lector, el joven tiene una pistola de 45 milímetros en su mano y acaba de usarla para despedir con tiros al aire los restos de Ezequiel Yoel, un ladrón de 16 años que murió aparentemente en el intento de robo a un médico. El féretro pasó por el asentamiento del barrio Zavaleta mientras decenas de delincuentes disparaban sus armas como un homenaje al "amigo caído en combate".

Dicen que son miembros de una banda que se hace llamar "Los cara de nene", a la que pertenecía Ezequiel, que fue hallado mal herido dentro de un coche por miembros de la Prefectura Naval que lo trasladó al Hospital Penna donde llegó muerto.

Todavía no está claro si este menor participó o no del intento de asalto al médico Ernesto Crescenti que se defendió de los ladrones usando un arma reglamentaria. Una pericia balística podrá desechar esta duda.

Esta foto es más que un símbolo, es una realidad que nos está destruyendo sin alternativa. Este joven puede y debe ser identificado y luego procesado por intento de homicidio, como a todo el que tira un tiro al aire sabiendo que el proyectil al caer puede matar a una persona.

El ministerio de Seguridad pidió la intervención de la Justicia presentando una denuncia penal en la fiscalía N° 38,  con la intención de que sean identificados los autores de los disparos en el funeral. Ezequiel tenía un tiro en la cabeza y agonizaba cuando lo encontraron producto de un enfrentamiento a la hora de cometer un delito, sin embargo ya hay un sector de la sociedad que lo considera un "héroe" y para más detalle "caído en combate", lo que iguala en honores a los soldados muertos en la Guerra de las Malvinas.

Así estamos, así de mal, así de podridos y nadie hace nada, nadie se atreve y menos en un año de elecciones no sea cosa se tomar alguna medida anti popular o de hace declaraciones en contra de la marginalidad delictiva que se está apoderando de nuestros pobres. Allí en la vía y el barrio Zavaleta está la "canchita de vóley de los paraguayos", un punto de encuentro, de referencia y todos lo saben, la policía también.

En el asalto al doctor Crescenti este fue abordado por cuatro delincuentes cuando intentaba bajar un equipaje de su auto. Le pidieron que le entregara el vehículo, el doctor se negó, uno disparó al aire y el médico respondió sacando su pistola de la cual es legítimo portador y se inició un tiroteo. Los delincuentes huyeron en el auto y horas más tarde los prefectos encontraron a Ezequiel Yoel moribundo dentro del coche. Ya es hora de reaccionar, de limpiar el cuerpo enfermo de una sociedad que se deshace. Ayer mismo se confirmó que el 80 por ciento de los bebés de los asentamientos de Mendoza tienen restos de cocaína en sus cuerpos, otra señal, otro síntoma y muy grave.

Lo que vimos en el funeral de un delincuente de 16 años debería hacernos reflexionar, los valores están destruidos y hay quien tiene el temor de identificar de una vez por todas a los delincuentes que habitan y controlan los asentamientos y expulsarlos en el caso de los extranjeros o detenerlos si tienen deudas con la ley. Si ante el paso de un ataúd hay decenas de virtuales asesinos tirando tiros para despedir a otro delincuente y no hay detenidos, estaremos entonces aceptando que tienen razón los jueces que liberan a los motochorros desde sus visiones garantistas y a los que después criticamos de entre casa, sin hacer nada para que se note quiénes son cuando andan por la calle.

Hay que ser valientes como ciudadanos y exigir a los dirigentes políticos, oficialismo y oposición, que se jueguen, que tomen partido, que sean capaces de asumir la responsabilidad de limpiar del virus de la violencia, la droga y el delito al sector más perjudicado aunque pierdan votos, pedazos de cobardes.

V. CORDERO