Un estallido habría “neutralizado” a la tripulación del ARA San Juan

Prestó declaración en el Congreso el director de material de la Armada. El contralmirante David Burden analizó en Alemania con expertos convocados por los fabricantes de la nave las posibles causas del naufragio

Una explosión equivalente a 10 kilogramos de TNT originada en la entrada de agua al balcón de baterías puede haber “neutralizado” a la tripulación del submarino San Juan que a partir de ese momento descendió sin control hasta una profundidad superior a los 700 metros. Al llegar a ese punto, el casco implosionó.

Esa es la hipótesis que barajaron los expertos convocados por la empresa Thyssen ante una consulta de la Armada a comienzos de diciembre de 2017, de acuerdo con el testimonio brindado ayer por el contralmirante David Fabián Burden ante la comisión bicameral investigadora de la tragedia.

Burden es director de material de la marina y viajó junto con un oficial submarinista a Alemania para consultar a los fabricantes de la nave sobre la posible causa de su hundimiento. Después de asesorarse durante cuatro días con técnicos de distintas áreas convocados por el Thyssen Burden consideró la experiencia como “muy fructífera” y trasladó a los legisladores las principales conjeturas elaboradas por los expertos.

Una de ellas es que la única vía de ingreso del agua a las baterías es a través de la válvula Eco 19 que lleva aire desde el exterior a través del snorkel del submarino. El capitán del San Juan trasmitió antes de perder contacto que se había producido un incendio en el habitáculo de las baterías como consecuencia el ingreso de agua salada. Posteriormente comunicó que el incidente había sido superado.

Con la intervención de marinos asesores de la bicameral se estableció, además, que esa sería una condición necesaria, pero no suficiente, para el incendio dado que para el ingreso de agua es indispensable que también otras válvulas se encuentren abiertas. El agua sobre las baterías provoca hidrólisis, esta genera hidrógeno y las condiciones para una explosión.

La Eco 19 se abre en puerto para permitir el ingreso de aire, pero se mantiene cerrada durante la navegación, aunque esto último depende de la decisión del capitán.

Ante preguntas de los legisladores Burden no dudó sobre el estado de navegabilidad del submarino y aclaró que “los recaudos para operar (submarinos) son muy altos”. También puntualizó que la cadena de mandos de la fuerza había considerado que el submarino estaba en condiciones de navegar.

En otro orden la comisión decidió prorrogar sus funciones hasta el próximo 31 de julio, fecha en la que deberá presentar su informe de lo actuado. Quedan pendientes media docena de testimoniales y la exposición que harán  algunos familiares de los tripulantes.