Exploradores en busca de la belleza rural

Son fotógrafos aficionados que publican imágenes de pueblos olvidados y parajes de la provincia de Buenos Aires en sus cuentas de Facebook e Instagram, que tienen cientos de miles de seguidores.

 

Hubo un tiempo en que la Argentina fue un país pujante. Los pueblos de la Provincia estaban llenos de vida, de prosperidad. Pero un día -en realidad un par de décadas- todo cambió. El ferrocarril dejó de pasar y con él se fue toda posibilidad de progreso... Hoy Buenos Aires está llena de pueblos olvidados, vacíos, agonizantes... Pero también hermosos, resistentes, luchadores.
En busca de esa belleza -la que se oculta en pulperías, almacenes e iglesias-, un grupo de fotógrafos aficionados, los "exploradores rurales", sale a cazar las imágenes de la historia viva y despiertan el interés de cientos de miles de seguidores en las redes sociales.

EL TREN SE FUE
El ferrocarril se expandió en la Provincia entre 1890 y 1910, y como las locomotoras eran a vapor y necesitaban cargar agua, se fueron construyendo estaciones cada 20 kilómetros.
Alrededor de cada una de esas parada fue naciendo un pueblo, con su plaza, su iglesia y el infaltable almacén de ramos generales.

Algunos llegaron a tener más de 5 mil habitantes, pero cuando el tren dejó de pasar, se convirtieron en "pueblos fantasmas".
"En todos esos lugares nos encontramos con estaciones que están abandonadas o transformadas en museos o bibliotecas -expresó el fotógrafo "explorador" Juan Viel Temperley-. Hay pueblos, como suspendidos en el tiempo, donde ya no queda nadie, porque el crecimiento es imposible. Los caminos son de tierra, inundados y sin señales".

"Me deja una enorme tristeza ver que fue un país pujante, con escuelas rurales por todos lados, el trazado de las vías, las estaciones... Y cómo se fue muriendo todo en 50 años. Hoy queda el esqueleto. No se entiende qué nos pasó", resumió Viel Temperley, quien en los últimos seis años fotografió más de 500 pueblos de la Provincia. Sus publicaciones en la página de Facebook "Pueblos Buenos Aires" tiene 225.801 seguidores y más de 35.000 en Instagram (@pueblosbuenosaires). 

"Empecé en 2012, porque mis hijos vivían en Lincoln, a 300 kilómetros. Por eso los primeros pueblos fueron los más cercanos: Bermúdez, El Triunfo y Bayauca. Fue de casualidad, porque estaba enseñándole a manejar a mi hijo mayor y nos fuimos metiendo en los caminos rurales. Como siempre estoy con mi cámara, saqué las primeras imágenes. No soy fotógrafo profesional, me fui haciendo con la práctica", contó Viel.

Según el fotógrafo, que vende semillas de césped cuando no viaja, el principal inconveniente a la hora de emprender un nuevo destino es "el pésimo estado de los caminos, que están rotos y mal señalizados". 
"Cuando llegás a esos pueblos te encontrás con viejitos que al principio no te quieren hablar, pero al rato te cuentan toda su historia -dijo Viel-. En algunos lugares está la iglesia, la placita, la sala de primeros auxilio y nada más. Algunas estaciones quedaron como museos, otras están ocupadas o abandonadas".

"Al publicar las fotos, la gente me pedía información y comencé ponerles una breve reseña con la historia de cada lugar. En las redes la respuesta es inmediata. Mucha gente que vivió en esos pueblos de chica y se mudó a ciudades, puede volver a ver las calles de su infancia. Incluso hay personas que se reencontraron después de 50 años en los comentarios", comentó el fotógrafo.

EXPLORADORES
Una historia similar es la del carpintero platense Javier Pintos, director de "De pueblo en pueblo", una página que cuenta con 74.259 seguidores en Facebook y otro tanto en Instagram (@dpuebloenpueblo).
La página de Facebook nació en 2013. Pintos solía sacar fotos como hobby y las guardaba en la computadora hasta que sus amigos lo alentaron a publicarlas.

"Todo empezó en Las Marianas, del partido de Navarro. Hice una puesta de sol que le gustó mucho a todos. Entonces, empecé a investigar la historia del lugar, de cómo se había formado. Después seguí con los pueblos vecinos -Lobos, Cañuelas, Mercedes-, y desde entonces voy viajando por la Provincia", dijo Pintos. 

"No sólo es sacar fotos, sino contar la historia, mostrar todos sus lugares. Por eso también sumé reportajes a los personajes del pueblo -la maestra, el pulpero, el almacenero, el médico- que se suben a un canal de Youtube", explicó. 

"Generalmente viajo solo: salgo un viernes y vuelvo un domingo. Viajo para hacer fotos. He hecho hasta 12 pueblos en un día. Ya tengo unos 400 pueblos visitados. Sólo voy lugares que no superen los 2.000 habitantes, para poder cubrirlos en su totalidad", dijo.

Tanto Viel como Pintos viene trabajando por su cuenta, por el solo hecho de sacar fotos y compartirlas. Por su convivencia en las redes se fueron conociendo y ya salieron, junto a otros tres fotógrafos, a "explorar" la Provincia. Su próximo objetivo son los cascos de estancias y los viejos edificios abandonados y los castillos del siglo XIX.

"Todo es sin fines de lucro, a pulmón. Y ahora quedan los pueblos más alejados, pero los costos son mayores. Hoy todo es gasto. En el futuro puede haber un libro, pero todavía estoy armando una base de datos y fotos: 400 pueblos es sólo el principio", explicó Pintos.


 

Son viajeros comunes que registran su paso por pueblos del Interior


En las redes existen grupos que buscan compartir experiencias

 

Un fenómeno similar al de los exploradores ocurre con la gente común que comparte sus experiencias de viaje en Facebook. No lo hacen de forma sistemática, y su único fin es mostrar la belleza de los pueblos del interior. Su labor permite viajar a los que no pueden y en muchos casos, volver a ver los pueblos de la infancia.

"A partir de los viajes que iba haciendo con mi familia, empecé a publicar fotos en un grupo. Como era muy participativa, me ofrecieron ayudar a administrar las miles de imágenes que los miembros suben todos los días", cuenta la profesora de Inglés Laura Gallina, quien desde hace años comparte sus viajes por el país en el grupo de Facebook "Pueblos Rurales y Estaciones Ferroviarias Argentinas", que ya tiene 51.500 miembros activos, con 187.900 posteos en el último mes.

EL PLACER DE VIAJAR
"El hobby de mi familia es viajar, y nos pusimos como objetivo recorrer todo el país. Cuando estamos en Buenos Aires, googleamos los posibles destinos y planificamos la salida. Ya tenemos conocidos unos 350 parajes de la Provincia, pero también vamos a otros lugares: hacemos base en una ciudad y recorremos todos los alrededores. Este año, fuimos al Norte: hicimos base en Tilcara y La Quiaca y salimos a recorrer todos los pueblitos de Jujuy", explica Gallina. 
"En mi caso, cuando publico, hay gente que me escribe por privado y me agradece el posteo, porque muchos no tienen la posibilidad de viajar y, a través de una foto, pueden conocer, o recordar, los lugares que siempre desearon", dice.

"Los administradores filtramos las publicaciones siguiendo reglas de buen comportamiento, como no hacer comentarios políticos ni agresiones. La única obligación que ponemos es que cada foto tenga un epígrafe, con una referencia de dónde es y qué significa, para que el que quiera ir pueda encontrarse con el lugar. También subo consignas para que los miembros participen", explica, y agrega: "El objetivo es compartir experiencias, por eso no aceptamos fotos googleadas y evitamos las publicidades. Sólo buscamos promover nuestra Argentina".

"Lo lindo es que somos gente común, que viajamos por placer y compartimos nuestra pasión. En mi caso, busco los pueblos por Google Map y si veo algo interesante, organizo la visita. Si nos quedamos en casa, seguimos trabajando, estudiando, cada en la suya; el viaje, en cambio, es una actividad de mucho placer, aunque sea solo compartir un mate y charlar con la familia. Paramos donde cae la noche, y seguimos", cuenta.

SALAMONE
"Planificando salidas, con mi marido, nos hicimos fanáticos del arquitecto Francisco Salamone y vamos por los pueblos para hacer fotos de sus obras. Ya visitamos Azul, Rauch, Casbas -se emociona Gallina-. Se dedicaba a hacer edificios públicos, fachadas de cementerios, mataderos y plazas. En cuatro años hizo como 60 construcciones en Buenos Aires y Córdoba. Se caracterizaba por hacer obras Art Decó, con grandes estructuras que se elevan al cielo".