Viejos cuentos olvidados

 

Por alguna poderosa razón a Roberto Arlt lo atraía sobremanera escribir acerca de las vivencias del hampa porteño. Su pluma describió el mal vivir de hombres derrotados, asesinos, cafishios, ladronzuelos y golpeadores de mujeres. En nada le era ajeno el bajo fondo de una sociedad en ebullición permanente.

La publicación de El bandido en el bosque de ladrillo pretende devolver a la vida un proyecto editorial que el autor había anunciado con bombos y platillos en 1930, pero que nunca se concretó. Sus cuentos centrales, titulados "El silencio"; "Ester Primavera", y "Beso de Muerte", vieron la luz de manera aislada en revistas de la época.

Algunos de los textos, como el caso de "Beso de Muerte", fueron incorporados como capítulo en la novela Los lanzallamas. Todos y cada uno de ellos, sumados al resto de las historias que componen esta edición, reflejan la crueldad y las bajezas a las que puede llegar un hombre, tan sólo por infligir un daño. La miseria y la muerte son, de alguna manera, moneda corriente.
Anida en los cuentos un espíritu que ahora surge extemporáneo, un machismo recargado, común en las primeras décadas del siglo XX, pero que hoy en día encendería la mecha de la polémica con la sola mención de algunos de los hechos narrados.

Transitar el prólogo nos permite también apreciar el calibre del artista, sus rasgos más llamativos. Queda claro que Arlt se alejó de los esquematismos y dogmas literarios. Era un pragmático que acomodaba la extensión de sus cuentos al espacio que le brindaban en las revistas, generalmente amplias dobles páginas con alguna ilustración.

Por aquellos días que hoy se han vuelto sepia, irrumpieron en el ámbito local los cuentos y las colecciones literarias publicadas en diarios y semanarios. Las letras franquearon el umbral de los hogares y, de manera inevitable, los nuevos formatos se dieron de bruces con la vieja y distinguida literatura, despertando el encono de los escritores tradicionales. Pero Arlt hizo caso omiso del ruido circundante: necesitaba ganar dinero y fue por él, a toda costa.

Qué decir de Roberto Arlt que no se haya dicho antes. Su corta vida -murió a los 42 años- dejó en las letras argentinas una sentida ausencia. Otros, mucho más tarde, tomaron la posta de este periodista que firmó más de 2.000 notas en el diario El Mundo, y que a su talento como cuentista y novelista le sumó audacia y creatividad en guiones teatrales.

 

El bandido en el bosque...
Por Roberto Arlt
Simurg. 218 páginas