El flagelo de los abusos sexuales en "manada"

Expertos dialogaron con La Prensa sobre los ataques perpetrados a comienzos de año sobre grupos de hombres sobre chicas jóvenes. Señalan que en estos vejámenes se diluye la responsabilidad individual y la noción de ética tratando al otro como un objeto. Existe hoy una mayor reacción social a los mismos. La importancia de la educación y la prevención

En el comienzo de año una serie de graves abusos de hombres sobre chicas jóvenes causó conmoción en la opinión pública. Entre los hechos que fueron bautizados como ataques "en manada" -porque se hicieron en grupo y toma el nombre de un antecedente ocurrido en España- el que más repercusión tuvo fue el que sucedió en un camping en la ciudad de Miramar, donde cinco jóvenes fueron acusados de abusar de una chica de solo 14 años dentro de una carpa. Pero también hubo otros que se están investigando en el país.

¿Que pasa con estos temibles ataques? ¿Hoy son más visibles, recrudecieron en este tiempo? ¿Por qué ocurren? Para Juan Eduardo Tesone, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) "es difícil discernir si se trata de un incremento de estos fenómenos abominables o si la sociedad reacciona con mayor capacidad de denuncia a los mismos".

El profesional recuerda que en "Psicología de las Masas Freud sostenía que en algunos grupos se desdibuja la subjetividad, se liberan las pulsiones reprimidas, se diluye la responsabilidad individual y se licúa la noción de ética. Este tipo de grupos indiferenciados funcionan como una masa "impulsiva, voluble y excitable".

"Se produce una liberación de los aspectos más horrendos del ser humano, en donde no existe empatía ni compasión sino crueldad y sadismo. No existe el "otro" como persona -continúa- sino como un objeto fetiche para evacuar las pulsiones al estado bruto. En particular la pulsión de dominio sobre otro ser viviente".

MAS DENUNCIAS

Tesone expresa que generalmente en estos casos suele haber consumo de alcohol y narcóticos por parte de los agresores para cometer estos abusos, situación que no los exime de intencionalidad.
A pesar de estos horrendos episodios, lo positivo es que hoy la mujer los denuncia más. "Antes primaba más la vergüenza. Se la tendía a condenar socialmente a la mujer por el hecho, hoy por suerte hay un cambio. También hay una mayor receptividad por parte de la policía a tomar la denuncia".

El hecho de que hayan agredido a una menor además de ser agravante se debe a que "son más vulnerables en estas circunstancias. Hay una mayor dominación por parte de los atacantes", comenta el especialista de APA.

Tesone señala que es importante trabajar en la prevención de abusos con los chicos. Pone como ejemplo un trabajo que se está haciendo en la provincia de Tucumán -del que forma parte- en las escuelas primarias.

"No es hablar de educación sexual que está bien sino también de prevención de abusos, de ayudarlos a visualizar situaciones de riesgo. Incluso se ha incorporado en el equipo un experto en Internet que les explica sobre los riesgos en las redes sociales".

El experto indica que estas situaciones de abusos sobre chicos ya sean en "manada" o no ocurren desde siempre pero se lo negó por muchos años.

"Hoy por suerte las instituciones están reconociendo estas situaciones. Tenemos por ejemplo a la Iglesia, donde se han conocido casos de abusos en varios países". Otro avance considera Tesone es que en la actualidad hay una mayor legitimación sobre los derechos del niño y la mujer.

TRATAMIENTOS

En cuanto a la problemática de los violadores el miembro de APA reconoce que "ninguna sociedad encuentra una buena solución. Son personas que suelen tener una tasa alta de reincidencia. Es difícil el abordaje ya que no se puede cambiar a una persona, el cambio debe ser de adentro, en sí mismo, tiene que estar dispuesto".

Tesone indica que hay algunos intentos importantes como ocurre en Holanda, con un sistema cerrado de tratamiento solo a violadores. O en Estados Unidos donde se le ofrece para disminuir la pena ser sometido a castración química. En Inglaterra, una vez que el violador purga su condena y recupera su libertad, los pobladores del barrio donde se afinque el exdetenido son alertados de que tienen como vecino a alguien que cometió abusos sexuales.

"El problema es que mientras en los animales lo sexual pasa por lo instintivo, hay un celo predeterminado y un tiempo para el acto, en el humano pasa por la pulsión, hay una fantasía que en los tratamientos como por ejemplo la castración química se ignora. Entonces el violador igual puede llegar a buscar atacar de otra manera. Todo es mucho más complejo".

Para el psicoanalista lo fundamental es trabajar mucho "en la prevención. Que los niños sepan cuales pueden ser las situaciones de riesgo".

"En este tipo de actos los límites se diluyen. Si bien no es lo mismo pasa por ejemplo con los barrabravas del fútbol con festejos en las calles por parte de grupos que terminan en destrozos. No quedan claros los límites entre violencia y festejos", señala en tanto a La Prensa la doctora Nora Leal Marchena, miembro de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA).

LO PRIMITIVO
La especialista agrega que los agresores en este tipo de situaciones, más en la época del año en que se dieron -festejos de año nuevo- suelen estar bajo efectos de drogas y alcohol.

"Lamentablemente -continúa- muchas veces en los festejos aparece una suerte de onda primitiva. Otro caso que suele suceder por ejemplo es el de quienes salen a festejar con armas a los tiros, donde se pone en juego la vida de otras personas".

Volviendo al caso de los ataques en "manada" Marchena expresa que los responsables deben "ser juzgados como corresponde. Es importante que haya justicia".

En estas agresiones -observa también la profesional- "pueden darse situaciones de que alguno del grupo no quiera participar pero lo hace por miedo a sufrir la violencia de los demás. Esto se ve también en los casos de abuso escolar, el bullying".

Por otro lado la especialista de APSA ve como positivo que salgan a la luz más estos casos. "No hace mucho, a fines del siglo XIX y principios del XX las mujeres eran traidas a la Patagonia como objetos, tráfico de mujeres para la satisfacción sexual de los pobladores".

"Hoy por suerte hay más conciencia de denuncias sobre abusos de mujeres, niñas, niños e incluso animales. Se defienden más los derechos".

Para Leal Marchena la clave para mejorar esta situación está en educar a los más chicos para que crezcan con otros valores. "Es importante que entiendan lo bueno del compañerismo, la solidaridad, la ayuda".

ENSEÑAR VALORES

Un buen lugar para estas enseñanzas sostiene la profesional puede ser las escuelitas de fútbol. "Es un lugar donde van muchos niños, adolescentes y entonces se puede incluir a un psicólogo, un especialista, donde después del partido los reúna, charlen en forma amena, tranquila y vean si hubo golpes, violencia, que entiendan que hay que vivir sin violencia, sin abusos.

"Valorar lo que es ayudar al otro, darle una mano. Seguramente los jóvenes que abusaron a la chica de Miramar no han tenido una buena enseñanza de valores ni límites", agrega.

La médica psiquiatra indica que es vital el trabajo que hagan los adultos ya sea en "clubes, la escuela, los padres en la casa, los pediatras. Es muy importante que se reflexione sobre estos temas desde chicos".

 

Para el experto Andrés Rascovsky estamos a merced del "todo vale"

"Caída del progreso ético y moral"

Según el doctor Andrés Rascovsky, expresidente de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) estos ataques en parte son una consecuencia de la "caída del progreso ético y moral de occidente".

"Los niveles de corrupción que se observan en los gobiernos generan también resentimientos contra el sistema, descreimiento. Quedamos a merced entonces de un "todo vale". Y esto va tanto para los populismos de izquierda como los totalitarismos de derecha".

Es dentro de esta degradación que también aparecen los casos de las "manadas". "Se da una violación en conjunto donde se niegan las normas de la sociedad".

"Pesa más -continúa- la sensación de impunidad, el discurso vacío, la falta de respetos a las normas y al otro. Se vive en una realidad de agresión, tanática".

Rascovsky expresa que en parte esto puede solucionarse mediante la coherción. "Años atrás eran muchos los que iban por la Panamericana a 150 km/h. A fuerza de multas, sanciones, hoy lo hacen pocos". En el caso de delitos más graves es que muchas veces falla el sistema judicial".

El experto de APA agrega que en los abusadores en manada seguramente faltó también límites necesarios en la infancia. Además se suman siglos de degradación de la mujer.

"La noción de libertad es recién de hace 300 años", expresa Rascovsky, quien ve con buenos ojos que las mujeres hoy visibilicen más situaciones de abusos e injusticias. "Esto ayuda a terminar con la "miseria psíquica de la manada".