DE QUÉ SE HABLA HOY

¿Y si el Vaticano tiene su Indec en la Argentina?

En campaña y cuando asumió, el presidente Mauricio Macri había dicho que el objetivo de su gobierno era "pobreza cero", y entonces aseguró que "si cuando finalice mi gestión no bajó la pobreza, habré fracasado".

Después de aquella contundente declaración, quedaba claro que precisamente los indicadores de pobreza se convirtieron en la verdadera espada de Damocles del Presidente.

Ayer, el Observatorio de la Deuda Social dio a conocer el resultado de su relevamiento de la situación de la pobreza en el último año, cifra que indica que, según esta organización dependiente de la Universidad Católica Argentina (UCA), el número de pobres habría llegado al 33,6 por ciento de la población, es decir 5,4 punto más que la última estimación que fue del 28,2 por ciento. Estadísticamente esto significa que en los últimos doce meses se agregaron 2.180.000 de nuevos pobres y alcanza a un total de 13.600.000 argentinos. 

Es, dice el informe, el nivel más alto en la última década, superando los picos de 2014 y 2016. Esta noticia, si bien era esperada por el Gobierno, no dejó de sorprender por el fuerte incremento que afirma el Observatorio. 

Y uno, ciudadano desconfiado después de tantos años de engaños y mentiras sobre las estadísticas oficiales, se hizo un poco descreído de estas cosas. Para empezar no creo en las encuestas políticas en tiempos electorales y el Indec nos dibujó la realidad durante doce años. 

Teniendo en cuenta que la UCA recibe una fuerte influencia del Vaticano y que la relación del Papa Jorge Bergoglio con Macri y Cambiemos no es la mejor, sino todo lo contrario y que sus voceros más significativos hostigan en cuanto pueden al Gobierno, tengo todo el derecho del mundo a pensar que este golpe apunta a dejar caer la espada de Damocles sobre la cabeza del jefe de Estado.

No dudo de la seriedad del Observatorio ni de su credibilidad, sólo me detengo a pensar que vivimos en la Argentina y todo es posible, por eso me gustaría tener otra encuesta, más estadísticas que confirmen o no estos datos conocidos ayer. 

Que la cantidad de pobres en nuestro país es muy elevada y que los sucesivos gobiernos no han trabajado para disminuirla, no hay dudas, pero en lo personal me gustaría poder cotejar los datos.

Como en la época del kirchnerismo cuando el Indec decía que los pobres en el país eran el tres porciento y Aníbal Fernández aseveraba que había más pobres en Alemania y entonces esperábamos los indicadores de las consultoras privadas para tener una idea de la realidad, que a duras penas podrían conocerse ante la rígida presión que sobre ellas ejercía con amenazas incluidas el "inefable" Guillermo Moreno.

Ahora el Indec está limpio y tal vez sea ese organismo el que confirme los datos de la UCA. Dentro de lo malo, una gota de esperanza con prevenciones y muy medida dejó caer Agustín Salvia, director del Observatorio que dijo que las perspectivas de aminorar la pobreza en 2019 son inciertas, aunque podría reducirse de los altos niveles actuales si los salarios y las jubilaciones suben por encima de la inflación y crece el empleo y no hay un nuevo shock.

Sería bueno para todos poder confiar, poder tener certezas más que dudas pero en los últimos tiempos desde el Vaticano no llegaron muestras de solidaridad con el Gobierno sino todo lo contrario y la Iglesia adoptó una posición de dureza con la gestión de Macri que no tuvo con los Kirchner, al menos desde que Francisco es Papa. 

Me dolería mucho que alguna vez se comprobara que Bergoglio tiene su propio Indec para perjudicar al Gobierno y sobre todo para ayudar a destruir la imagen del Presidente.

V. CORDERO