Murió una niña en un taller clandestino y son 8 las víctimas en la Ciudad

Mariana Ramos era alumna de quinto grado de la escuela 7 del Distrito 13 "Recuerdos de Provincia" de avenida Juan Bautista Alberdi 4755.

La muerte de una nena de 10 años en un taller clandestino, ocurrida el domingo en el barrio de Mataderos, volvió a poner el foco sobre estos espacios precarios de producción -donde ya murieron siete menores desde 2006 a la fecha- mientras que desde el gobierno porteño informaron hoy que el domicilio nunca había sido denunciado.

Mariana Ramos, la chica fallecida el fin de semana pasado, murió en el taller-vivienda ubicado en Cañada Gomez al 700.

"Nos enteramos porque una compañera vive cerca y nos avisó. Nos acercamos y allí encontramos a la mamá de Mariana, Ana, que nos contó que el fuego había comenzado en su habitación, que llegó a sacar a su nene pero que no pudo volver por la nena", relató  Juan Vázquez, de la organización Simbiosis Cultural y de la CTEP.

Delante de la casa están las máquinas y atrás hay dos habitaciones: en una dormía Mariana con su mamá y su hermano de 5 años, y en la otra, una pareja con sus hijos, familiares de Ana; todos inmigrantes bolivianos.

Las dos familias producían en forma conjunta, aunque según relató Juan, "habían vuelto a producir dos días atrás porque hacía dos meses que no les ingresaba trabajo".

Por su parte, Ricardo Pedace director ejecutivo de la Agencia Gubernamental de Control (AGC) porteña, informó que "el domicilio no tenía ninguna denuncia registrada ante nuestro organismo".

Según Pedace, el taller tampoco había sido denunciado ni en la PROTEX ni en la ONG La Alameda.

Mariana Ramos era alumna de quinto grado de la escuela 7 del Distrito 13 "Recuerdos de Provincia" de avenida Juan Bautista Alberdi 4755.

"La maestra se encuentra muy conmocionada, hoy iba a acompañar a la familia en el velatorio. Sus compañeritos también están muy mal, es muy difícil transitar esto para ellos", comentó a Télam Carolina Brandariz, Secretaria de Géneros de UTE/CTERA.

Brandariz contó que desde el gremio acercaron un plan de trabajo para tratar el tema con los chicos que había sido elaborado en 2015, tras la muerte de Rodrigo Menchaca, (10 años), y Adair Rolando Mur Menchaca, (5 años) producto de un incendio en otro taller clandestino, ubicado en Paéz 2796. 

Mariana es una nueva niña víctima de este modo precario de producción que, además de Rolando y Rodrigo en 2015, ya se había cobrado la vida de otros cinco menores en un incendio en un taller en Luis Viale al 1200 ocurrido el 30 de marzo de 2006.

Allí murieron Harry Rodríguez (3 años), Luis Quispe (4 años), Rodrigo Quispe Carabajal (4 años), Elías Carabajal Quispe (10 años), Wilfredo Quispe Mendoza (15 años), además de Juana Vilca, una joven de 25 años embarazada.

Por el incendio de Luis Viale fueron condenados a trece años de prisión los capataces del taller, en tanto la justicia investiga hoy la responsabilidad de las marcas que les encargaban trabajo; por el incendio de Páez se encuentra procesado el dueño de la marca, el coreano Lee Sung Yop, a la espera del juicio oral.

"Más allá de los responsables directos, de la demanda de control al Gobierno de la Ciudad, lo que nosotros nos planteamos hoy es cómo hacemos para erradicar este tipo de talleres en un contexto de crisis económica y de precarización cada vez mayor del trabajo", sostuvo Vázquez, cuya organización, Simbiosis Cultural, se conformó con costureros bolivianos después del incendio de Viale.

Por su parte, Pedace de la AGC concluyó que "para poder erradicar estos talleres necesitamos del compromiso de los vecinos que denuncien ante la mínima sospecha; a partir de ahí nosotros realizamos un trabajo coordinado con otros sectores como Trabajo, Migraciones, Niñez, porque se trata de un problema complejo que debe abordarse con una mirada integral".