DE QUE SE HABLA HOY

Respetemos lo femenino y lo masculino

En esta locura acelerada de la "lucha de género", sin darnos cuenta hemos desvalorizado hasta someterlos al ridículo, los valores de lo femenino y lo masculino. Hasta hace no mucho el mundo podía diferenciar, sin ser humillante, las condiciones de femenino y masculino, facilitando mucho las cosas a la hora de ordenar un poco la vida social.

En verdad no se trata de hacer diferencias sino de separar dos conceptos distintos de entender la vida, porque por mucho que la lucha feminista consiga jamás podría alterar esa genética diferencia que hace que una mujer y un hombre jamás puedan entender las cosas de la misma manera ni razonar de la misma manera. Y no es que uno sea más listo que el otro, son diferentes porque no pueden evitarlo.

La creación de un tercer, cuarto, quinto o sexto sexo no cambia para nada ese esquema de lo femenino y lo masculino porque se sea del sexo que se elija, unos pensarán de una forma y los otros de otra aunque quieran acomodar su forma de ser al nuevo género adquirido.

La igualdad será siempre una cuestión política y si quieren hasta psicológica pero nunca podrá ser un tema genético, eso, por ahora, es absolutamente imposible. Intentar cambiar la "a" de lo femenino y la "o" de lo masculino por la "e" como terminación genérica igualitaria, es una tontería que nada cambia porque entre ?les chiques? habrá inexorablemente condicionantes femeninos y masculinos, les guste o no. Visto con la simpleza más absoluta "ellas" no pueden ser "ellos" por mucho que lo intenten y los "elles" no existen.

Después si queremos transitar por modismos que parecen divertidos aunque poco serios, andemos ese camino hasta que la propia realidad lo agote en no mucho tiempo. Claro que defiendo la libertad a la hora de la elección sexual y como decían en mi pueblo "que cada uno haga de su entrepierna una carretilla".

La cuestión es otra, es tratar de evitar la desnaturalización misma del género humano que no tiene sexo sino formas de ser distintas. Lo femenino y lo masculino son los únicos caminos posibles para estudiar antropológicamente al Hombre en profundidad para entender su conducta biológica y social.

A la mujer se le atribuyen unas características y al hombre otras y esas señas de identidad no pueden alterarse con una forma caprichosa de unificación, es un camino estéril, como pretender que no salga el sol. Defendamos todas las libertades posibles pero sin acometer una guerra contra esas diferencias que hacen que hombres y mujeres se diferencien tanto como lo dicta su naturaleza. Si fuera tan fuerte la igualdad para qué querrían cambiar si somos lo mismo. Es que no lo somos y cuando alguien decide cambiar de sexo solo lo decide como una elección de vida que alterará sus costumbres, sus hábitos, su forma de relacionarse con lo sexual, pero jamás podrá alterar su condición de nacimiento porque como ya dije, es una cuestión genética inalterable.

Tratemos de respetar lo femenino y lo masculino, dejemos de dar vueltas para justificar actitudes de moda que pueden ser hasta avances sociales, no lo niego, pero luchar contra la madre naturaleza nunca nos ha llevado por el buen camino.

V. CORDERO