De la historia como ficción

En "Enterrados", Miguel Vitagliano reivindica el poder de la imaginación.

El autor intenta mostrar cómo la política es también una creación. En su novela cruza la figura de Bartolomé Mitre, constructor de próceres y protagonista de la Guerra del Paraguay, con la "Divina comedia", de la que fue traductor.

La figura de Bartolomé Mitre y su traducción al castellano de la Divina Comedia inspiraron a Miguel Vitagliano para la composición de Enterrados, una novela que busca reivindicar la imaginación subyacente en la literatura y mostrar que la política, a la que define como "la historia en presente", también "está hecha de ficción".

La obra tiene como protagonista a un intelectual e investigador que a partir de un derrumbe queda bajo tierra -con la cabeza y una de sus manos libres- y en el devenir de sus pensamientos se sumerge en uno de los círculos de la Divina Comedia, que lo llevan a la guerra del Paraguay, "una de las guerras más cruciales hasta la Primera Guerra Mundial".

En diálogo con Télam, el autor del libro, editado por Edhasa, abordó el proceso de construcción de esta historia en la que rescata magistralmente las figuras de Delfina Mitre y Elisa Lynch, como dos modelos contrapuestos y complementarios de lo femenino.

-¿Qué lo motivó a escribir una novela que parte de la figura de Mitre en el siglo XIX?

-Mi interés por la Divina Comedia fue decisivo, así como pensar en esa traducción enloquecida de Mitre. Buena parte de los próceres de nuestra historia están construidos por la versión de Mitre y el mayor poema que se escribe en Occidente fue traducido por Mitre, y a mí me interesaba esa vinculación: ver cuánto de la Divina Comedia había en la historia argentina. Por otro lado, era pensar la guerra del Paraguay a la que damos ese nombre, como si fuera una cosa de otros que nos atraviesa. ¿Cómo no cruzar el mayor poema que se escribe en Occidente con la guerra más terrible, y que en las dos tuviera que ver una misma persona: un intelectual autodidacto, un intelectual de fuste que conforma todo cuanto hay a nuestro alrededor?

CONSTRUCCION

-¿Cómo juegan los hechos históricos en la construcción de esta ficción?

-Yo como escritor no escribo una novela que dialoga con la historia porque la literatura puede decirle cosas que los historiadores no pueden decir, sino porque creo que es una novela fuertemente literaria. Lo que intento hacer es mostrar que la historia que nosotros vivimos, esa historia en presente que se llama política, también está hecha de ficción. Hay una reivindicación de lo que hace la imaginación, de lo que construye la literatura, por lo tanto no pido prestada la realidad para hacer ficción, lo que veo es cómo la ficción va recorriendo cada borde de la realidad.

-El libro está cargado de analogías y rescate de personajes que frecuentaron los mismos lugares en diferentes momentos históricos. ¿Cómo concibe en ese sentido la creación literaria?

-Como lector busco ver cómo las cosas están conectadas si uno quiere ver las conexiones, y eso es lo que hace el enterrado y lo que hacemos como lectores. En la novela se traza cierto recorrido donde me parece interesante pensar que Mitre nació el mismo año que Flaubert: un escritor va a ser el constructor de la literatura moderna y otro, el constructor de una historia del país.

CONTRACARA

-Las mujeres aparecen como la contracara cotidiana de Mitre y Solano López, y como modelos contrapuestos desde lo femenino.

-Delfina Mitre representa la abnegación de la mujer en el siglo XIX como la marca de supresión, pero en realidad era una intelectual. Cuando se dice que no hubo nada que escribiera Mitre que ella no leyera, quiere decir que tal vez ella fuera la inquieta por traducir y que él la acompañaba en esta inquietud. Me gustó pensar en Delfina como mujer abnegada y en la mujer como construcción novelesca o mujer de las novelas en el caso de Elisa Lynch. Dos mujeres que en ese contexto no pueden dialogar, porque una es el recuerdo que no quiere ver la otra. Delfina es para Elisa la mujer sometida y Elisa sería para Delfina aquella que sale y rompe el límite, que es lo que hubiera querido hacer: mostrarse como la intelectual.